En esta ocasión, reflexionamos sobre el significado de ser el templo de Dios, basándonos en 1 Corintios 6:12-20. Este pasaje nos invita a considerar cómo nuestras acciones y decisiones reflejan nuestra identidad como hijos de Dios. A través de tres preguntas, exploramos cómo nuestras vidas pueden ser dominadas por cosas que no nos convienen, cómo debemos glorificar a Dios con nuestro cuerpo, y cómo reconocer que somos templos del Espíritu Santo.
La primera pregunta nos desafía a evaluar qué domina nuestras vidas. En un mundo saturado de tecnología y distracciones, es fácil perder de vista lo que realmente importa. La tecnología, aunque útil, puede convertirse en un ídolo que consume nuestro tiempo y atención, alejándonos de nuestras relaciones con Dios y con los demás. Debemos preguntarnos si nuestras elecciones nos acercan a Dios o si nos alejan de Él.
La segunda pregunta nos lleva a considerar cómo glorificamos a Dios con nuestro cuerpo. En una cultura que a menudo trivializa la sexualidad, es crucial recordar que nuestros cuerpos no nos pertenecen; han sido comprados por un precio, la sangre de Cristo. Esto nos llama a vivir en santidad, reconociendo que nuestras acciones físicas tienen un impacto espiritual.
Finalmente, la tercera pregunta nos recuerda que somos templos del Espíritu Santo. Esto no es solo un privilegio, sino una responsabilidad. Debemos cuidar de nuestro cuerpo y espíritu, sabiendo que Dios habita en nosotros. Esto implica vivir de manera que honremos a Dios en todo lo que hacemos, permitiendo que Su Espíritu nos guíe y transforme.
Key Takeaways
- 1. Dominio de la Tecnología: La tecnología puede ser una herramienta poderosa, pero también puede convertirse en un ídolo que domina nuestras vidas. Debemos ser conscientes de cómo usamos nuestro tiempo y asegurarnos de que nuestras prioridades reflejen nuestra relación con Dios y con los demás. [08:11]
- 2. Glorificar a Dios con Nuestro Cuerpo: Nuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo, comprados por la sangre de Cristo. Esto nos llama a vivir en santidad, reconociendo que nuestras acciones físicas tienen un impacto espiritual. Debemos cuidar de nuestro cuerpo y espíritu, honrando a Dios en todo lo que hacemos. [33:24]
- 3. Vivir con Propósito: En un mundo lleno de distracciones, es fácil perder de vista lo que realmente importa. Debemos preguntarnos si nuestras elecciones nos acercan a Dios o si nos alejan de Él. Vivir con propósito significa buscar primero el reino de Dios y Su justicia. [15:37]
- 4. Fe y Confianza en Dios: La fe nos llama a confiar en Dios en todas las áreas de nuestra vida. Como Abraham, debemos estar dispuestos a obedecer a Dios, confiando en que Él proveerá y guiará nuestros pasos. Esta confianza nos permite vivir con paz y propósito, sabiendo que Dios está en control. [19:56]
- 5. Ser Templo del Espíritu Santo: Ser templo del Espíritu Santo es un privilegio y una responsabilidad. Debemos cuidar de nuestro cuerpo y espíritu, permitiendo que el Espíritu Santo nos guíe y transforme. Esto implica vivir de manera que honremos a Dios en todo lo que hacemos. [39:29]
** [39:29]
Youtube Chapters
- [00:00] - Welcome
- [02:28] - Introduction and Prayer
- [08:11] - The Challenge of Technology
- [11:03] - Evaluating Our Priorities
- [12:22] - The Importance of Time Management
- [14:08] - Temporary vs. Eternal Values
- [15:37] - Seeking God's Kingdom First
- [19:56] - Faith and Trust in God's Provision
- [22:58] - The Dangers of Overindulgence
- [27:52] - The Call for Self-Control
- [28:36] - Peer Pressure and Priorities
- [30:10] - Glorifying God with Our Bodies
- [31:56] - New Life in Christ
- [33:24] - Our Bodies as God's Temple
- [39:29] - Responsibility of Being God's Temple
- [41:07] - Consequences of Obedience
- [42:43] - Understanding Sin and Holiness
- [44:37] - Invitation to Accept Christ
- [45:57] - The Value of Being God's Child
- [47:51] - Final Encouragement and Prayer