Transformación a Través de la Aprendizaje de Jesús

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Es muy importante que tú y yo podamos tener claridad del futuro para que hoy podamos tomar decisiones que apunten al propósito que Dios tiene para nuestras vidas. Dios ya tiene un propósito para ti y para mí y ese propósito es que podamos ser transformados. Esta transformación en nuestras vidas se da cuando somos aprendices de Jesús. [00:00:00]

Jesús hoy está donde tú estés, donde nos estés viendo, está ahí al lado tuyo y te susurra al oído, sígueme. Y cuando hablamos acerca de ser un aprendiz de Jesús, vemos tres temas. El primero es estar con Jesús. [00:00:28]

El segundo tema es ser como Jesús y el tercer tema es hacer lo que Jesús hizo. Tú y yo debemos empezar a caminar un camino que es único para tu vida y es único para mi vida. Pero en la medida en que vamos progresando en ese camino, que para ti es totalmente diferente, para mí, vamos a ver cómo empezamos a estar más con Él, cómo empezamos a ser más como Él y por último es que empezamos a hacer las cosas como Él las hizo. [00:00:48]

El que permanece en mí como yo en él dará mucho fruto. Separados de mí no pueden ustedes hacer nada. Jesús está en la última cena con sus discípulos, está dando sus últimas enseñanzas. Juan 14 .15 dice lo siguiente, yo le pediré al Padre y él les dará otro consolador para que los acompañe siempre. Si bien el primer paso para ser aprendices de Jesús es que nosotros debemos estar con él. [00:01:48]

a Jesús le encanta, le parece el mejor plan, estar con nosotros. No es como que yo amé a Dios, sino que Dios me amó primero y Dios quiere estar conmigo. Y es por eso que Jesús estando con sus discípulos les dice, para que ustedes sean mis aprendices deben de estar conmigo. Yo me muero de ganas por estar con ustedes, para eso voy a enviar al Espíritu Santo, para que pueda estar con ustedes siempre. [00:02:30]

El Espíritu Santo que Jesucristo nos dejó es para que podamos estar conectados con Dios siempre. No tenemos que hacer ningún esfuerzo porque Él ya está con nosotros siempre. Ahora. Nuestra respuesta si queremos ser aprendices es que nosotros podamos permanecer, permanecer en Jesús. [00:03:01]

Yo permanezco en Jesús a través del Espíritu Santo y de esa manera Jesús permanece en nosotros. La rama no puede estar separada del tronco porque en el momento en que la rama se separa del tronco va a morir y no va a poder dar fruto. Jesús se muere de ganas porque tú puedas dar fruto y porque yo pueda dar fruto. Así como la rama no puede ser cortada del tronco. [00:03:30]

Para que dé fruto, así nosotros debemos de permanecer atados al tronco y lo hacemos a través del Espíritu Santo. Aunque creas que estés muy solitario y aunque creas que no estás atado a nada, hoy en día tú le perteneces a algo, a alguien, o le perteneces a tu futuro, a tus relaciones, o le perteneces a tus deseos. Y eso a lo que le perteneces, eso es lo que refleja el fruto que estás teniendo. Hoy que podamos permanecer en Jesús, porque cuando nosotros permanecemos en Dios, vamos a tener amor, alegría, paz. [00:04:07]

paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. Es el fruto que un aprendiz de Jesús da. Debemos permanecer en Él. Debemos entender que aquel que levanta la mano y dice Jesús yo te sigo, yo quiero ser un aprendiz, Dios ha convertido su cuerpo en la casa del Espíritu Santo. Tu cuerpo, tus pensamientos, tus emociones es donde coexiste el reino de los cielos y la tierra. Deja que tu cuerpo sea el hogar de Dios. Es el primer punto. [00:04:54]

permanecer en Jesús, que se hace a través del Espíritu Santo, que se hace a través de reconocer que tú eres el hogar de Dios. Permanece en Jesús. El segundo punto es convertir a Dios en un hábito. Cuando te levantas en la mañana, ¿dónde está tu mente? ¿Cuándo te levantas a dónde está tu mente? ¿En los problemas? ¿En el dinero? ¿Dónde está tu mente en la mañana? ¿En la noche antes de dormir? ¿Dónde está tu mente? Los frutos de tu vida están determinados por el lugar donde permaneces. Convierte a Dios en un hábito. Es el segundo punto. [00:05:44]

Y Pablo en Romanos nos enseña que la mente puede ser reentrenada, que hoy en día descubrimos con la neuroplasticidad. Pero Dios que es nuestro creador, él ya sabía que era la neuroplasticidad y por eso es que a Pablo le dice, enséñale a la iglesia en Roma que la mente puede ser reentrenada. Así que si hoy en día cuando tú contestas la pregunta, ¿dónde están mis pensamientos en la mañana? ¿Dónde están mis pensamientos en la noche? Definitivamente no están en Dios. Hoy la buena noticia es que junto a Jesús nuestra mente puede ser reentrenada para que Dios sea un hábito. [00:06:32]

Reentrenar nuestra mente para que nuestras mentes se puedan acostumbrar constantemente a regresar a Dios. Y lo debemos desear. Debe ser un deseo profundo que tú y yo debemos tener. Y tercero, encuentra tu lugar secreto. Jesús, el Hijo de Dios, tenía que regresar a Dios. Tenía días difíciles. Tenía días donde emocionalmente tenía que tener mucha carga. [00:09:01]

Lo estaban buscando para matarlo. Jesús tenía momentos difíciles. Emocionalmente lo drenaban. Se sentía solo. Se sentía agobiado. Pero Jesús, sin importar lo que sucediera, regresaba constantemente a Dios. [00:09:32]

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