Transformación a Través de la Aprendizaje de Jesús

 

Summary

Es crucial que tengamos claridad sobre nuestro futuro para tomar decisiones que se alineen con el propósito que Dios tiene para nuestras vidas. Dios ya ha establecido un propósito para cada uno de nosotros, y ese propósito es nuestra transformación a través de ser aprendices de Jesús. Jesús está presente dondequiera que estemos, susurrándonos al oído para que lo sigamos. Ser un aprendiz de Jesús implica tres aspectos: estar con Jesús, ser como Jesús y hacer lo que Jesús hizo. Cada uno de nosotros tiene un camino único, pero a medida que avanzamos, nos acercamos más a Él, nos volvemos más como Él y comenzamos a actuar como Él.

El primer paso para estar con Jesús es permanecer en Él. Como se menciona en Juan 15:5, debemos ser como las ramas que permanecen unidas al tronco para dar fruto. Jesús desea que demos fruto, y esto solo es posible si permanecemos conectados a Él a través del Espíritu Santo. Aunque a veces nos sintamos solos o desconectados, siempre pertenecemos a algo o alguien, y eso determina el fruto que producimos. Permanecer en Jesús nos llena de amor, alegría, paz y otras virtudes.

El segundo paso es convertir a Dios en un hábito. Nuestra mente puede ser reentrenada para que Dios sea el centro de nuestros pensamientos, como una brújula que siempre apunta al norte. En una cultura que busca resultados inmediatos, desarrollar el hábito de volver a Dios requiere esfuerzo y deseo profundo. Finalmente, debemos encontrar nuestro lugar secreto, un espacio libre de distracciones donde podamos estar a solas con Dios. Jesús mismo buscaba estos momentos de soledad para conectarse con el Padre, y nosotros también debemos hacerlo.

El llamado de Jesús no es a hacer más, sino a ser menos, a disminuir la velocidad de nuestras vidas para centrarnos en estar con Él, ser como Él y hacer lo que Él hacía. La prisa es el enemigo de una vida espiritual vibrante y emocionalmente sana. Debemos ser intencionales en desacelerar y permitir que el aprendizaje de Jesús sea el centro de nuestra vida.

Key Takeaways

- Permanecer en Jesús es esencial para dar fruto en nuestras vidas. Como las ramas que no pueden vivir separadas del tronco, debemos estar conectados a Jesús a través del Espíritu Santo. Esta conexión nos llena de amor, alegría, paz y otras virtudes que son el fruto de ser aprendices de Jesús. [02:45]

- Convertir a Dios en un hábito requiere reentrenar nuestra mente. En una cultura que busca resultados inmediatos, debemos esforzarnos por hacer de Dios el centro de nuestros pensamientos, como una brújula que siempre apunta al norte. Este hábito nos ayuda a permanecer en Él y a vivir una vida centrada en su propósito. [08:12]

- Encontrar nuestro lugar secreto es crucial para estar a solas con Dios. Jesús mismo buscaba momentos de soledad para conectarse con el Padre, y nosotros también debemos hacerlo. Este espacio libre de distracciones nos permite regresar a Dios y hacer de Él un hábito en nuestras vidas. [11:30]

- La prisa es el enemigo de una vida espiritual vibrante. Estamos tan ocupados que nos perdemos la oportunidad de vivir emocionalmente sanos y espiritualmente vibrantes. Debemos ser intencionales en desacelerar y permitir que el aprendizaje de Jesús sea el centro de nuestra vida. [13:54]

- El llamado de Jesús no es a hacer más, sino a ser menos. Debemos disminuir la velocidad de nuestras vidas para centrarnos en estar con Él, ser como Él y hacer lo que Él hacía. Este enfoque nos ayuda a vivir de acuerdo con el propósito de Dios y a experimentar una transformación profunda. [15:20]

Youtube Chapters

[00:00] - Welcome
[01:00] - Clarity of Purpose
[02:45] - Remaining in Jesus
[04:30] - Connection through the Holy Spirit
[06:15] - Making God a Habit
[08:12] - Retraining the Mind
[10:00] - Finding Your Secret Place
[11:30] - Solitude with God
[13:54] - The Enemy of Hurry
[15:20] - Slowing Down for Jesus
[17:00] - Centering Life on Jesus
[18:30] - Overcoming Institutional Thoughts
[20:00] - Living a Spiritually Vibrant Life
[21:30] - Intentional Living
[23:00] - Final Reflections

Study Guide

Guía de Estudio Bíblico para Grupos Pequeños

Lectura Bíblica:

1. Juan 15:5 - "Yo soy la vid, ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada."
2. Romanos 12:2 - "No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta."
3. Mateo 6:6 - "Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará."

Preguntas de Observación:

1. Según Juan 15:5, ¿qué sucede cuando permanecemos en Jesús? ¿Qué significa ser una rama conectada a la vid? [02:45]
2. ¿Cómo describe el sermón la relación entre permanecer en Jesús y el fruto que producimos en nuestras vidas? [06:15]
3. ¿Qué ejemplos se dieron en el sermón sobre cómo Jesús buscaba momentos de soledad para conectarse con el Padre? [11:30]
4. ¿Qué significa convertir a Dios en un hábito según el sermón y cómo se relaciona esto con Romanos 12:2? [08:12]

Preguntas de Interpretación:

1. ¿Por qué es esencial permanecer en Jesús para dar fruto en nuestras vidas? ¿Cómo se refleja esto en nuestras acciones diarias? [02:45]
2. ¿Qué desafíos enfrentamos al intentar convertir a Dios en un hábito en una cultura que busca resultados inmediatos? [08:12]
3. ¿Cómo puede el concepto de un "lugar secreto" influir en nuestra relación con Dios y en nuestra vida espiritual? [11:30]
4. ¿Por qué la prisa es considerada el enemigo de una vida espiritual vibrante según el sermón? [13:54]

Preguntas de Aplicación:

1. ¿Qué pasos concretos puedes tomar esta semana para permanecer más en Jesús y asegurarte de que tu vida esté dando fruto? [02:45]
2. Identifica un hábito diario que puedas cambiar para centrar más tus pensamientos en Dios. ¿Cómo puedes comenzar a implementar este cambio? [08:12]
3. ¿Tienes un "lugar secreto" donde puedas estar a solas con Dios? Si no, ¿cómo puedes crear un espacio así en tu vida diaria? [11:30]
4. Reflexiona sobre tu ritmo de vida actual. ¿Hay áreas donde necesitas desacelerar para centrarte más en ser un aprendiz de Jesús? [13:54]
5. Piensa en una situación reciente donde la prisa te impidió conectarte con Dios. ¿Cómo podrías manejar esa situación de manera diferente la próxima vez? [13:54]
6. ¿Cómo puedes reentrenar tu mente para que Dios sea el centro de tus pensamientos, especialmente en momentos de estrés o ansiedad? [08:12]
7. ¿Qué aspecto del fruto del Espíritu (amor, alegría, paz, etc.) te gustaría desarrollar más en tu vida? ¿Qué acción específica puedes tomar esta semana para cultivarlo? [06:15]

Devotional

Day 1: Permanecer en Jesús para dar fruto
Permanecer en Jesús es esencial para que nuestras vidas produzcan fruto. Al igual que las ramas no pueden vivir separadas del tronco, debemos estar conectados a Jesús a través del Espíritu Santo. Esta conexión nos llena de amor, alegría, paz y otras virtudes que son el fruto de ser aprendices de Jesús. Aunque a veces nos sintamos solos o desconectados, siempre pertenecemos a algo o alguien, y eso determina el fruto que producimos. Permanecer en Jesús nos permite experimentar una transformación que se refleja en nuestras acciones y en la manera en que interactuamos con los demás. [02:45]

Juan 15:4-5 (ESV): "Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como la rama no puede dar fruto por sí misma, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos. El que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer."

Reflexión: ¿En qué áreas de tu vida sientes que estás desconectado de Jesús? ¿Cómo puedes intencionalmente buscar reconectarte con Él hoy?


Day 2: Hacer de Dios un hábito constante
Convertir a Dios en un hábito requiere reentrenar nuestra mente. En una cultura que busca resultados inmediatos, debemos esforzarnos por hacer de Dios el centro de nuestros pensamientos, como una brújula que siempre apunta al norte. Este hábito nos ayuda a permanecer en Él y a vivir una vida centrada en su propósito. Al reentrenar nuestra mente, aprendemos a ver cada situación a través de la perspectiva de Dios, lo que nos permite responder con sabiduría y amor. [08:12]

Colosenses 3:2-3 (ESV): "Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios."

Reflexión: ¿Qué pasos prácticos puedes tomar hoy para reentrenar tu mente y hacer de Dios el centro de tus pensamientos?


Day 3: Encontrar nuestro lugar secreto con Dios
Encontrar nuestro lugar secreto es crucial para estar a solas con Dios. Jesús mismo buscaba momentos de soledad para conectarse con el Padre, y nosotros también debemos hacerlo. Este espacio libre de distracciones nos permite regresar a Dios y hacer de Él un hábito en nuestras vidas. Al encontrar este lugar secreto, podemos escuchar la voz de Dios más claramente y recibir la guía y el consuelo que necesitamos para nuestras vidas diarias. [11:30]

Mateo 6:6 (ESV): "Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público."

Reflexión: ¿Dónde puedes crear un espacio libre de distracciones para encontrarte con Dios diariamente? ¿Cómo puedes proteger este tiempo de interrupciones?


Day 4: La prisa como enemigo de la vida espiritual
La prisa es el enemigo de una vida espiritual vibrante. Estamos tan ocupados que nos perdemos la oportunidad de vivir emocionalmente sanos y espiritualmente vibrantes. Debemos ser intencionales en desacelerar y permitir que el aprendizaje de Jesús sea el centro de nuestra vida. Al reducir la velocidad, podemos ser más conscientes de la presencia de Dios en cada momento y responder a Su llamado con un corazón dispuesto. [13:54]

Eclesiastés 3:1 (ESV): "Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora."

Reflexión: ¿Qué actividades puedes reducir o eliminar para desacelerar tu vida y centrarte más en tu relación con Jesús?


Day 5: El llamado a ser menos y centrarse en Jesús
El llamado de Jesús no es a hacer más, sino a ser menos. Debemos disminuir la velocidad de nuestras vidas para centrarnos en estar con Él, ser como Él y hacer lo que Él hacía. Este enfoque nos ayuda a vivir de acuerdo con el propósito de Dios y a experimentar una transformación profunda. Al ser menos, permitimos que Dios sea más en nuestras vidas, lo que nos lleva a una vida más plena y significativa. [15:20]

Juan 3:30 (ESV): "Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe."

Reflexión: ¿En qué áreas de tu vida estás tratando de hacer más en lugar de ser menos? ¿Cómo puedes permitir que Jesús crezca en esas áreas hoy?

Quotes


Es muy importante que tú y yo podamos tener claridad del futuro para que hoy podamos tomar decisiones que apunten al propósito que Dios tiene para nuestras vidas. Dios ya tiene un propósito para ti y para mí y ese propósito es que podamos ser transformados. Esta transformación en nuestras vidas se da cuando somos aprendices de Jesús. [00:00:00]

Jesús hoy está donde tú estés, donde nos estés viendo, está ahí al lado tuyo y te susurra al oído, sígueme. Y cuando hablamos acerca de ser un aprendiz de Jesús, vemos tres temas. El primero es estar con Jesús. [00:00:28]

El segundo tema es ser como Jesús y el tercer tema es hacer lo que Jesús hizo. Tú y yo debemos empezar a caminar un camino que es único para tu vida y es único para mi vida. Pero en la medida en que vamos progresando en ese camino, que para ti es totalmente diferente, para mí, vamos a ver cómo empezamos a estar más con Él, cómo empezamos a ser más como Él y por último es que empezamos a hacer las cosas como Él las hizo. [00:00:48]

El que permanece en mí como yo en él dará mucho fruto. Separados de mí no pueden ustedes hacer nada. Jesús está en la última cena con sus discípulos, está dando sus últimas enseñanzas. Juan 14 .15 dice lo siguiente, yo le pediré al Padre y él les dará otro consolador para que los acompañe siempre. Si bien el primer paso para ser aprendices de Jesús es que nosotros debemos estar con él. [00:01:48]

a Jesús le encanta, le parece el mejor plan, estar con nosotros. No es como que yo amé a Dios, sino que Dios me amó primero y Dios quiere estar conmigo. Y es por eso que Jesús estando con sus discípulos les dice, para que ustedes sean mis aprendices deben de estar conmigo. Yo me muero de ganas por estar con ustedes, para eso voy a enviar al Espíritu Santo, para que pueda estar con ustedes siempre. [00:02:30]

El Espíritu Santo que Jesucristo nos dejó es para que podamos estar conectados con Dios siempre. No tenemos que hacer ningún esfuerzo porque Él ya está con nosotros siempre. Ahora. Nuestra respuesta si queremos ser aprendices es que nosotros podamos permanecer, permanecer en Jesús. [00:03:01]

Yo permanezco en Jesús a través del Espíritu Santo y de esa manera Jesús permanece en nosotros. La rama no puede estar separada del tronco porque en el momento en que la rama se separa del tronco va a morir y no va a poder dar fruto. Jesús se muere de ganas porque tú puedas dar fruto y porque yo pueda dar fruto. Así como la rama no puede ser cortada del tronco. [00:03:30]

Para que dé fruto, así nosotros debemos de permanecer atados al tronco y lo hacemos a través del Espíritu Santo. Aunque creas que estés muy solitario y aunque creas que no estás atado a nada, hoy en día tú le perteneces a algo, a alguien, o le perteneces a tu futuro, a tus relaciones, o le perteneces a tus deseos. Y eso a lo que le perteneces, eso es lo que refleja el fruto que estás teniendo. Hoy que podamos permanecer en Jesús, porque cuando nosotros permanecemos en Dios, vamos a tener amor, alegría, paz. [00:04:07]

paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. Es el fruto que un aprendiz de Jesús da. Debemos permanecer en Él. Debemos entender que aquel que levanta la mano y dice Jesús yo te sigo, yo quiero ser un aprendiz, Dios ha convertido su cuerpo en la casa del Espíritu Santo. Tu cuerpo, tus pensamientos, tus emociones es donde coexiste el reino de los cielos y la tierra. Deja que tu cuerpo sea el hogar de Dios. Es el primer punto. [00:04:54]

permanecer en Jesús, que se hace a través del Espíritu Santo, que se hace a través de reconocer que tú eres el hogar de Dios. Permanece en Jesús. El segundo punto es convertir a Dios en un hábito. Cuando te levantas en la mañana, ¿dónde está tu mente? ¿Cuándo te levantas a dónde está tu mente? ¿En los problemas? ¿En el dinero? ¿Dónde está tu mente en la mañana? ¿En la noche antes de dormir? ¿Dónde está tu mente? Los frutos de tu vida están determinados por el lugar donde permaneces. Convierte a Dios en un hábito. Es el segundo punto. [00:05:44]

Y Pablo en Romanos nos enseña que la mente puede ser reentrenada, que hoy en día descubrimos con la neuroplasticidad. Pero Dios que es nuestro creador, él ya sabía que era la neuroplasticidad y por eso es que a Pablo le dice, enséñale a la iglesia en Roma que la mente puede ser reentrenada. Así que si hoy en día cuando tú contestas la pregunta, ¿dónde están mis pensamientos en la mañana? ¿Dónde están mis pensamientos en la noche? Definitivamente no están en Dios. Hoy la buena noticia es que junto a Jesús nuestra mente puede ser reentrenada para que Dios sea un hábito. [00:06:32]

Reentrenar nuestra mente para que nuestras mentes se puedan acostumbrar constantemente a regresar a Dios. Y lo debemos desear. Debe ser un deseo profundo que tú y yo debemos tener. Y tercero, encuentra tu lugar secreto. Jesús, el Hijo de Dios, tenía que regresar a Dios. Tenía días difíciles. Tenía días donde emocionalmente tenía que tener mucha carga. [00:09:01]

Lo estaban buscando para matarlo. Jesús tenía momentos difíciles. Emocionalmente lo drenaban. Se sentía solo. Se sentía agobiado. Pero Jesús, sin importar lo que sucediera, regresaba constantemente a Dios. [00:09:32]

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