A lo largo de la historia, Dios ha demostrado que es fiel para cumplir todo lo que ha prometido, sin importar las circunstancias o los obstáculos que se presenten. Incluso cuando parece que todo está en contra, como cuando el pueblo de Israel estuvo setenta años en cautiverio en Babilonia, Dios movió el corazón de un rey pagano para que Su palabra se cumpliera. No depende de la fuerza humana ni de la situación política, sino del poder y la soberanía de Dios, quien puede usar a quien Él quiera para llevar a cabo Sus planes. Así como despertó el espíritu de Ciro, también puede intervenir en cualquier área de tu vida para cumplir lo que ha dicho. Confía en que, aunque no veas el camino, Dios sigue obrando y Su palabra nunca falla. [18:16]
Esdras 1:1-2 (RVR1960)
"En el primer año de Ciro rey de Persia, para que se cumpliese la palabra de Jehová por boca de Jeremías, despertó Jehová el espíritu de Ciro rey de Persia, el cual hizo pregonar de palabra y también por escrito por todo su reino, diciendo: Así ha dicho Ciro rey de Persia: Jehová el Dios de los cielos me ha dado todos los reinos de la tierra, y me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá."
Reflexión: ¿Hay alguna promesa de Dios que has dejado de esperar porque las circunstancias parecen imposibles? ¿Puedes hoy volver a confiar y orar para que Dios cumpla Su palabra en tu vida, aun si no ves cómo sucederá?
Antes de cualquier otra cosa, Dios llama a Su pueblo a restaurar el altar en su corazón, a volver a la devoción, la oración y la búsqueda sincera de Su presencia. Así como el pueblo de Israel, al regresar del exilio, reconstruyó primero el altar antes que el templo, nosotros también debemos empezar por limpiar y restaurar nuestro interior, arrepintiéndonos y dedicándonos nuevamente al Señor. Solo así podremos experimentar una relación viva y profunda con Dios, y preparar el camino para que Su gloria descienda sobre nosotros y sobre la congregación. [26:39]
Esdras 3:2-5 (RVR1960)
"Entonces se levantaron Jesúa hijo de Josadac, y sus hermanos los sacerdotes, y Zorobabel hijo de Salatiel, y sus hermanos, y edificaron el altar del Dios de Israel, para ofrecer sobre él holocaustos, como está escrito en la ley de Moisés varón de Dios. Y colocaron el altar sobre su base, porque tenían miedo de los pueblos de las tierras; y ofrecieron sobre él holocaustos a Jehová, holocaustos por la mañana y por la tarde. Celebraron asimismo la fiesta solemne de los tabernáculos, como está escrito, y holocaustos cada día por orden, conforme al rito, cada cosa en su día. Además de esto, el holocausto continuo, las nuevas lunas, y todas las fiestas solemnes de Jehová, y todo sacrificio espontáneo, y toda ofrenda voluntaria a Jehová."
Reflexión: ¿Qué áreas de tu vida necesitan ser limpiadas o restauradas para que tu corazón sea un altar vivo para Dios? ¿Qué decisión concreta puedes tomar hoy para renovar tu devoción y comunión con Él?
El llamado de Dios es claro: arrepentirse y volverse a Él de todo corazón para recibir perdón, tiempos de alivio y restauración. No basta con reconocer el pecado o el alejamiento; es necesario dar un giro, volver a Dios y permitir que Él limpie y renueve nuestro ser. Cuando nos arrepentimos sinceramente, Dios borra nuestros pecados y trae tiempos de refrigerio, avivamiento y restauración, no solo a nivel personal, sino también en la iglesia y la nación. [54:32]
Hechos 3:19-21 (RVR1960)
"Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo."
Reflexión: ¿Hay algo de lo que necesitas arrepentirte sinceramente hoy? ¿Puedes tomar un momento para pedirle a Dios que te limpie y te restaure, y así experimentar Su alivio y refrigerio?
Dios nos llama no solo a preocuparnos por nuestra vida personal, sino a interesarnos y orar por la condición de nuestra ciudad y nación. Así como Nehemías preguntó, lloró, ayunó y oró por Jerusalén, nosotros también debemos cargar en oración las necesidades de nuestra comunidad, familia, jóvenes y país. No es para que llevemos la carga solos, sino para ponerla delante de Dios en intercesión, creyendo que Él puede traer restauración y protección. [45:21]
Nehemías 1:3-6 (RVR1960)
"Y me dijeron: El remanente, los que quedaron de la cautividad allí en la provincia, están en gran mal y afrenta; y el muro de Jerusalén derribado, y sus puertas quemadas a fuego. Cuando oí estas palabras, me senté y lloré, e hice duelo por algunos días; y ayuné y oré delante del Dios de los cielos. Y dije: Te ruego, oh Jehová, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos; esté ahora atento tu oído y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus siervos; y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado."
Reflexión: ¿Por quién o por qué situación de tu ciudad o nación puedes orar hoy con compasión e intercesión? ¿Puedes tomar un tiempo para presentar esa carga delante de Dios y pedirle que actúe?
Dios recuerda a Su pueblo que la gloria de la casa postrera será mayor que la primera, no por la cantidad de oro o plata, sino porque Él es el mismo Dios de ayer, hoy y siempre. No debemos añorar el pasado ni pensar que los tiempos anteriores fueron mejores; lo importante es que nuestro corazón y altar estén listos para recibir Su presencia. Cuando nos preparamos y nos rendimos a Él, Su gloria se manifiesta de maneras aún mayores, independientemente de los recursos o circunstancias externas. [34:38]
Hageo 2:8-9 (RVR1960)
"Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos. La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos."
Reflexión: ¿Estás esperando que las condiciones externas mejoren para buscar la gloria de Dios, o puedes hoy preparar tu corazón y tu vida para que Él se manifieste con poder, tal como eres y donde estás?
En este tiempo en que celebramos la independencia de Guatemala, el llamado es a honrar verdaderamente a nuestra nación cumpliendo la asignación que Dios nos ha dado: orar, interceder y cubrir a Guatemala con oración. Más allá de los actos cívicos y las banderas, la verdadera honra a la patria comienza en el altar de nuestro corazón, restaurando nuestra devoción y búsqueda de Dios. Así como el pueblo de Israel, tras el exilio, fue llamado a reconstruir el altar y el templo, hoy somos llamados a restaurar nuestra relación con Dios y a interceder por nuestra tierra.
La historia de Zorobabel, Esdras y Nehemías nos enseña que la restauración comienza con el altar, con la comunión y la limpieza del corazón. Antes de reconstruir muros o templos, el pueblo restauró el altar y celebró la fiesta de las enramadas, un tiempo de encuentro y comunión con Dios. Así también, nuestra restauración personal y congregacional inicia con arrepentimiento, limpieza y una búsqueda renovada de la presencia de Dios.
Nehemías, al enterarse de la condición de Jerusalén, no se quedó indiferente. Su corazón se quebrantó, lloró, ayunó y oró, reconociendo la necesidad de restauración y la fidelidad de Dios a su pacto. No fue primero al rey terrenal, sino al Rey de reyes, entendiendo que toda autoridad y todo mover provienen de Dios. Este es un llamado a no ser indolentes ante la realidad de nuestra ciudad y nación, sino a cargar en oración e intercesión las necesidades de nuestro pueblo.
Dios es fiel para cumplir su palabra, aun usando a quienes menos esperamos. La gloria de la casa postrera será mayor que la primera, no por nuestros méritos, sino porque Dios es el mismo ayer, hoy y siempre. El llamado es a restaurar el altar del corazón, a arrepentirnos y volvernos a Dios, para que Él envíe tiempos de refrigerio, alivio y avivamiento sobre nosotros, nuestra iglesia y nuestra nación. Que no nos acostumbremos a la indiferencia, sino que permitamos que el Espíritu Santo despierte nuestro entendimiento espiritual y nos lleve a una vida de oración, intercesión y restauración.
El Señor les recuerda, no estén pensando en el oro y la plata del tiempo de Salomón, porque mío es el oro y mía es la plata, así como mía también es la gloria, y si yo quiero puedo dar más gloria a la casa postrera que a la casa primera. Si está en el Señor, él dará más gloria a la casa postrera que a la casa primera. [00:34:39] (23 seconds) #GloriaDeLaCasaPostrera
Me pregunto si nos preguntamos, estamos muy entretenidos, estamos muy absortos en nuestro afán, si nosotros tenemos idea de lo que está pasando en nuestra ciudad, estamos muy entretenidos en nuestros propios pedacitos, si sabemos lo que está pasando en nuestra ciudad, lo que está pasando en nuestra Guatemala, entendemos nosotros este tiempo, qué es lo que está sucediendo. [00:41:57] (36 seconds) #ConcienciaCiudadana
Dios espera que la iglesia sí llore, que se aflija por lo que está sucediendo en la ciudad, por lo que está sucediendo con la población de nuestra comunidad, con lo que está pasando con nuestras familias, con nuestros jóvenes, como decíamos hace un momento, Dios quiere que sí reaccionemos, como tomando una carga de aflicción, llorando, pero esa no fue la única reacción de Nehemias, su segunda reacción fue oró y ayunó, porque llorar no sirve de mucho si solo se queda en llorar. [00:45:17] (35 seconds) #LlorarYOrar
Nehemias no fue con el rey primero, tenía que hablar con el rey sí, pero no fue con el rey primero. El rey tenía que darle permiso para poder salir, para poder hacer lo que estaba en su corazón, sí, el rey de la tierra, pero nunca fue a pedirle primero permiso a él porque él sabía que ese rey estaba sujeto a un rey, a otro rey, al rey de reyes, al Señor de señores. [00:50:59] (28 seconds) #SujecionAlReyDeReyes
Restauración, que todas las cosas sean restauradas, que las vidas sean restauradas, que los altares del corazón sean restaurados, que el altar de la iglesia sea, que haya limpieza, que haya arrepentimiento, que haya perdón de los pecados también, que haya un volver del corazón a Dios y que Dios envíe entonces sus tiempos de alivio, sus tiempos de refrigerio. [00:55:05] (34 seconds) #RestauracionTotal
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