Refugio y Fortaleza: La Paz de Dios en Navidad

Devotional

Sermon Summary

Sermon Clips


Les invito entonces hermanos, hoy día seguimos estudiando, escudriñando lo que es ese pasaje tan hermoso en Isaías capítulo 9, y vamos a seguirlo viendo hasta el final de diciembre, ya nos queda un mensaje más y tenemos en Isaías 9, el capítulo 9 valga decirlo y el versículo 6 y sabe una cosa, este cuando uno medita en este pasaje de la Biblia, de pronto uno dice bueno, este, que podemos sacar de este pasaje, no es cierto, y hay una gran, gran verdad detrás de todo esto, más que todo esto, hermanos, sobre todo en este tiempo que estamos ya cerca a la Navidad, porque miren, el nacimiento de Jesús era algo que estaba profetizado desde hace mucho año, ok, Isaías es uno de los profetas que te pone las cosas como en una película, ok, de lo que va a ser, este, y pone ese nombre entonces, vamos a ver, 9, 6, otra vez más, porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro, y se llamará su nombre, admirable consejero, Dios fuerte, padre eterno, príncipe de paz, hoy día vamos a enfocarnos en lo que es Dios fuerte, ese bebé [00:03:01] (83 seconds)


que en un ratito más vamos a ver a nuestros niños participar en lo que es esa pastorela o significando el nacimiento de Jesús en un pesebre, en un lugar pequeño, ¿verdad? Ahí como siempre hemos aprendido rodeado de animalitos, pastorcitos y todo eso que tiene una connotación bastante bonita, ¿verdad? Llamativa, pero va más allá, amados hermanos. Yo no quiero que solamente nos quedemos con esa imagen bonita porque sí es llamativa, ¿ok? De ese nacimiento, de ese pesebre, pero saber que ese bebé no es un bebé que se va a quedar ahí, ya así todo indefenso, sino que es mismo Dios fuerte. [00:04:24] (42 seconds)


cuando a alguien le diagnostican algo que está fuera de nuestro control y eso es lo que nos hablaba justamente el hermano Nilton el misionero el domingo pasado que no todos a veces pueden pasar digamos una navidad con todo resuelto de hecho creo que nadie ok pero si podemos hoy día vamos a ver que podemos confiar y descansar en nuestro dios fuerte a pesar de lo que estemos afrontando a pesar de la situación que estemos viviendo podemos nosotros ir a ese refugio que nos habla la palabra de dios y vamos a ver entonces que él es nuestra torre fuerte dicen proverbios 18 10 él es esa torre fuerte miren en los tiempos de la edad media en los tiempos medievales los los antiguos este los antiguos reyes de aquel entonces construían sus castillos y levantaban sus castillos y con esos muros grandes para que nadie pueda pasar y saquear el lugar y entonces se ponía muchas veces al rey o a los guardas se los ponía en esas torres levantadas a torres altas fuertes bien construidas para que sea lo último que se puede conquistar si en caso si en caso este logramos invadir el lugar ok y entonces esas torres fuertes tenían esa habilidad de pronto desde arriba ver como sentinelas lo que está pasando alrededor y también el último lugar de llegada cuando había es invasores era un lugar seguro de los más seguros y sabe una cosa yo creo que muchos de nosotros cuando hemos estado pasando por alguna situación difícil tratamos de buscar también en nuestra imaginación un lugar seguro y de pronto usted [00:08:47] (131 seconds)


No sé si es el caso, pero a lo mejor alguno de ustedes ha pasado una situación bastante complicada y entonces le entra temor, le entra angustia, le entra dolor y usted, no sé si ha pasado, yo creo que si hay más de uno aquí, estoy seguro, va y trata de desahogarse, pero no quiere que nadie lo vea, no quiere expresar ese dolor, lo quiere irse a un lugar donde puede usted gritar con todas sus fuerzas o llorar con todas sus fuerzas y a veces de repente es un clóset, de repente debajo de la cama o de pronto cuando uno es niño, no es cierto, se mete en la cama como que nadie lo va a ver, ¿verdad? Y se encoge así con esa posición fetal buscando refugiarse en algo. [00:11:02] (46 seconds)


Y es natural, a veces el ser humano trata de esconderse o de buscar un lugar seguro. ¿No? Cierra las puertas, cierra las cortinas, busca la manera y se desahoga y eso, bueno, ayuda de alguna manera, pero la realidad es que el problema sigue ahí de alguna manera. Sí, ayuda a desahogarse y es bueno a veces el buscar un lugar así, pero terminando ese tiempo de llorar y de gritar y desahogarse y todo lo demás, muchas veces sabemos que el problema sigue latente allá afuera. Ya, entonces todos lo hacemos o lo hemos hecho en algún momento dado. [00:12:06] (43 seconds)


Yo veo hasta a mis niños cuando les digo algo o cuando veo que alguna situación ha pasado, a veces en su dolor cuando se siente que descubierto o algo, se cierra en el cuarto, ¿no es cierto? Y yo sé que tiene su tiempo y es bueno dejar a la gente, ¿no? A veces que se desahogue, pero la verdad es que uno tiene que afrontar con lo que está viviendo y entonces, esa es la pregunta, si sabemos afrontar las cosas. Y amados hermanos, cuando uno conoce del Señor, igual va a haber momentos en los cuales vamos a sentirnos desvanecernos. [00:12:28] (39 seconds)


o un dolor muy fuerte que puede pasar pero cuando nosotros actuamos en nuestro sentido de la manera correcta buscando el refugio ahora sabemos dónde ir y sabemos que esa torre fuerte es el señor y que podemos ir ahí a refugiarnos y entonces buscamos el lugar seguro y cuando el proverbio o los salmistas nos hablan de la torre fuerte están hablando justamente que que ese es el lugar seguro que él nos promete tener [00:13:41] (35 seconds)


Y la iglesia en este tiempo tiene que aprender a depender del Señor. Señor, no en estadísticas, no en porcentajes, porque así se mueve el mundo hoy en día. Dime cuánto hay y te voy a decir quién eres, ok. Dime cuánto hay y te voy a decir qué te sigue, cuál es tu ruta. Pero tenemos que confiar en el Señor, en esa torre fuerte. Para nosotros y para nuestros hijos también. Porque no hay otra. No hay otra. No hay otra. [00:17:50] (34 seconds)


Y la iglesia en este tiempo tiene que aprender a depender del Señor. Señor, no en estadísticas, no en porcentajes, porque así se mueve el mundo hoy en día. Dime cuánto hay y te voy a decir quién eres, ok. Dime cuánto hay y te voy a decir qué te sigue, cuál es tu ruta. Pero tenemos que confiar en el Señor, en esa torre fuerte. Para nosotros y para nuestros hijos también. Porque no hay otra. No hay otra. No hay otra. [00:18:13] (34 seconds)


Y la iglesia en este tiempo tiene que aprender a depender del Señor. Señor, no en estadísticas, no en porcentajes, porque así se mueve el mundo hoy en día. Dime cuánto hay y te voy a decir quién eres, ok. Dime cuánto hay y te voy a decir qué te sigue, cuál es tu ruta. Pero tenemos que confiar en el Señor, en esa torre fuerte. Para nosotros y para nuestros hijos también. Porque no hay otra. No hay otra. No hay otra. [00:18:36] (34 seconds)


Y la iglesia en este tiempo tiene que aprender a depender del Señor. Señor, no en estadísticas, no en porcentajes, porque así se mueve el mundo hoy en día. Dime cuánto hay y te voy a decir quién eres, ok. Dime cuánto hay y te voy a decir qué te sigue, cuál es tu ruta. Pero tenemos que confiar en el Señor, en esa torre fuerte. Para nosotros y para nuestros hijos también. Porque no hay otra. No hay otra. No hay otra. [00:18:59] (34 seconds)


Y la iglesia en este tiempo tiene que aprender a depender del Señor. Señor, no en estadísticas, no en porcentajes, porque así se mueve el mundo hoy en día. Dime cuánto hay y te voy a decir quién eres, ok. Dime cuánto hay y te voy a decir qué te sigue, cuál es tu ruta. Pero tenemos que confiar en el Señor, en esa torre fuerte. Para nosotros y para nuestros hijos también. Porque no hay otra. No hay otra. No hay otra. [00:19:22] (34 seconds)


Y la iglesia en este tiempo tiene que aprender a depender del Señor. Señor, no en estadísticas, no en porcentajes, porque así se mueve el mundo hoy en día. Dime cuánto hay y te voy a decir quién eres, ok. Dime cuánto hay y te voy a decir qué te sigue, cuál es tu ruta. Pero tenemos que confiar en el Señor, en esa torre fuerte. Para nosotros y para nuestros hijos también. Porque no hay otra. No hay otra. No hay otra. [00:19:45] (34 seconds)


Y la iglesia en este tiempo tiene que aprender a depender del Señor. Señor, no en estadísticas, no en porcentajes, porque así se mueve el mundo hoy en día. Dime cuánto hay y te voy a decir quién eres, ok. Dime cuánto hay y te voy a decir qué te sigue, cuál es tu ruta. Pero tenemos que confiar en el Señor, en esa torre fuerte. Para nosotros y para nuestros hijos también. Porque no hay otra. No hay otra. No hay otra. [00:20:08] (34 seconds)


Y la iglesia en este tiempo tiene que aprender a depender del Señor. Señor, no en estadísticas, no en porcentajes, porque así se mueve el mundo hoy en día. Dime cuánto hay y te voy a decir quién eres, ok. Dime cuánto hay y te voy a decir qué te sigue, cuál es tu ruta. Pero tenemos que confiar en el Señor, en esa torre fuerte. Para nosotros y para nuestros hijos también. Porque no hay otra. No hay otra. No hay otra. [00:20:31] (34 seconds)


Y la iglesia en este tiempo tiene que aprender a depender del Señor. Señor, no en estadísticas, no en porcentajes, porque así se mueve el mundo hoy en día. Dime cuánto hay y te voy a decir quién eres, ok. Dime cuánto hay y te voy a decir qué te sigue, cuál es tu ruta. Pero tenemos que confiar en el Señor, en esa torre fuerte. Para nosotros y para nuestros hijos también. Porque no hay otra. No hay otra. No hay otra. [00:20:54] (34 seconds)


Y la iglesia en este tiempo tiene que aprender a depender del Señor. Señor, no en estadísticas, no en porcentajes, porque así se mueve el mundo hoy en día. Dime cuánto hay y te voy a decir quién eres, ok. Dime cuánto hay y te voy a decir qué te sigue, cuál es tu ruta. Pero tenemos que confiar en el Señor, en esa torre fuerte. Para nosotros y para nuestros hijos también. Porque no hay otra. No hay otra. No hay otra. [00:21:17] (34 seconds)


Y la iglesia en este tiempo tiene que aprender a depender del Señor. Señor, no en estadísticas, no en porcentajes, porque así se mueve el mundo hoy en día. Dime cuánto hay y te voy a decir quién eres, ok. Dime cuánto hay y te voy a decir qué te sigue, cuál es tu ruta. Pero tenemos que confiar en el Señor, en esa torre fuerte. Para nosotros y para nuestros hijos también. Porque no hay otra. No hay otra. No hay otra. [00:21:40] (34 seconds)


Ask a question about this sermon