Vivimos en una era donde la tecnología y el contenido digital son las fuerzas más influyentes en nuestra cultura. Plataformas como Spotify, YouTube, y Netflix se han convertido en las "iglesias" modernas, congregando a millones de personas y moldeando nuestra generación. En este contexto, surge la pregunta: ¿cómo podemos alcanzar a esta nueva generación? La respuesta radica en tres principios fundamentales.
Primero, somos llamados hacia una persona, y esa persona es Jesús. Antes de embarcarnos en cualquier misión o proyecto, debemos recordar que nuestro primer llamado es hacia una relación íntima con Él. Jesús nos busca incansablemente, como un enamorado eterno que desea estar cerca de nosotros. Esta relación es el fundamento de todo lo que hacemos y debe ser nuestra prioridad antes de intentar impactar al mundo.
Segundo, somos llamados a crear cultura. Dios es un artista creativo, y nosotros, hechos a su imagen, estamos diseñados para reflejar esa creatividad. No importa si nuestro ámbito es la iglesia, el arte, la educación, o cualquier otro campo; estamos llamados a ser luz y a elevar el estándar de excelencia en todo lo que hacemos. La cultura que creamos debe ser un reflejo de la creatividad y la innovación de Dios, inspirando a otros y mostrando la belleza del Reino de Dios.
Finalmente, somos llamados a ser discípulos. Jesús nos comisionó a ir y hacer discípulos de todas las naciones, enseñándoles a obedecer sus mandamientos. Esto implica influir en otros de manera que puedan ver en nosotros lo que significa seguir a Jesús. No se trata de ser perfectos, sino de ser auténticos y depender de Jesús cada día. Nuestra responsabilidad es traducir el mensaje del Evangelio de manera que sea comprensible y relevante para aquellos que nos rodean.
En resumen, nuestro llamado es a una relación profunda con Jesús, a ser creadores de cultura que reflejen su creatividad, y a hacer discípulos que sigan sus enseñanzas. En este tiempo de oportunidades sin precedentes, ofrecemos nuestros talentos y esfuerzos a Dios, confiando en que Él los multiplicará para su gloria y el avance de su Reino.
Key Takeaways
- 1. La relación con Jesús es el fundamento de nuestra vida y misión. Antes de cualquier proyecto o tarea, somos llamados a una relación íntima con Él, quien nos busca incansablemente como un enamorado eterno. Esta relación debe ser nuestra prioridad y el motor de todo lo que hacemos. [09:43]
- 2. Fuimos creados a imagen de un Dios creativo, y por lo tanto, estamos llamados a reflejar esa creatividad en nuestras vidas. No importa el ámbito en el que nos encontremos, debemos ser luz y elevar el estándar de excelencia, mostrando la belleza del Reino de Dios a través de nuestra creatividad e innovación. [18:08]
- 3. La cultura digital actual es una de las influencias más poderosas en nuestra generación. Como seguidores de Jesús, debemos ser conscientes de nuestro papel en la creación de cultura, asegurándonos de que lo que producimos refleje los valores del Reino de Dios y tenga un impacto positivo en la sociedad. [24:38]
- 4. Hacer discípulos es una parte esencial de nuestro llamado. Esto implica influir en otros de manera que puedan ver en nosotros lo que significa seguir a Jesús. No se trata de ser perfectos, sino de ser auténticos y depender de Jesús cada día, traduciendo el mensaje del Evangelio de manera comprensible y relevante. [29:21]
- 5. La excelencia y la creatividad en cualquier ámbito deben ser acompañadas por el poder sobrenatural del Espíritu Santo. No podemos depender solo de nuestras habilidades o estrategias; necesitamos el poder de Dios para que nuestras acciones tengan un impacto eterno y transformador. [34:07]
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