Cuando la vida presenta instrucciones que no alcanzas a entender, la respuesta adecuada es una rendición activa: reconocer la propia limitación y confiar en que el poder y la cobertura de Dios acompañarán aquello que Él pide; como María, no se trata de comprender todo antes de obedecer, sino de permitir que la paz de Dios calme el temor y guíe los pasos hacia lo que Él ha dispuesto. [11:16]
Lucas 1:26-38 (Reina-Valera 1960)
Al sexto mes fue el ángel Gabriel enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. Y entrando el ángel donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. Ella, maravillada de estas palabras, se preguntaba qué salutación sería esta. Y el ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios. Concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto, pues no conozco varón? Respondiendo el ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también lo santo que nacerá, será llamado Hijo de Dios. Y he aquí, también tu parienta Elisabet ha concebido hijo en su vejez; y éste es el sexto mes para la que llamaban estéril. Porque ninguna cosa será imposible para Dios. Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.
Reflection: Identifica hoy una decisión o situación que has estado tratando de controlar; escribe un paso concreto (una llamada, una confesión, un acto de obediencia) que puedas hacer antes de mañana para entregarla a Dios y pídele paz antes de dar ese paso.
El corazón humano tiende a guiarse por impulsos y razonamientos que aparentan sentido pero que pueden desviarte del camino de Dios; por eso la Biblia llama a no seguir ciegamente lo que uno siente, sino a buscar la guía que trae paz, sometiendo deseos e intuiciones al discernimiento de la Palabra y a la tranquilidad que Dios concede cuando Su voluntad se alinea con el alma. [21:14]
Jeremías 17:9 (Reina-Valera 1960)
Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?
Reflection: Haz una lista de tres decisiones recientes que tomaste "siguiendo tu corazón"; ora pidiendo discernimiento por cada una y comparte esa lista con un hermano(a) de confianza para que te ayude a evaluar si requieren corrección o entrega a Dios.
Dios provee una cobertura real y visible para su pueblo: la misma sombra y poder que protegió a Israel en el desierto se promete sobre los llamados por Él; cuando una misión parece imposible o peligrosa, la seguridad no está en comprender todos los detalles, sino en descansar bajo la sombra del Altísimo que cuida, guía y resguarda en medio de la incertidumbre. [28:45]
Éxodo 13:21 (Reina-Valera 1960)
Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube, para guiarles por el camino, y de noche en una columna de fuego, para alumbrarles; a fin de ir de día y de noche.
Reflection: Piensa en una preocupación concreta que te roba descanso; escríbela en un papel y, durante siete mañanas seguidas, entrégasela a Dios en oración de 1–2 minutos pidiendo sentir Su cobertura y anota cualquier paz o dirección que recibas.
Las vías divinas no siempre coinciden con la razón humana; la tarea no es forzar entendimiento inmediato, sino aprender a confiar en que los planes de Dios son más grandes y mejores que los propios, aceptando que Su perspectiva trasciende las limitaciones de la mente y que la obediencia puede preceder a la claridad total. [26:44]
Isaías 55:8-9 (Reina-Valera 1960)
Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dice Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
Reflection: Identifica un plan personal que estés forzando por lógica propia; hoy elige soltarlo durante una semana: no tomes decisiones adicionales sobre ese tema y, en su lugar, procura una actitud de "hágase" y registra cualquier cambio en tu paz interior.
Aunque la interrupción de Dios desordene los planes humanos, ese desorden obedece a un propósito mayor: Dios obra para dar futuro, esperanza y bienestar; la rendición no es derrota sino la entrega de la vida al arquitecto que conoce cada detalle y que promete dirigir todo hacia un fin lleno de bien. [42:30]
Jeremías 29:11 (Reina-Valera 1960)
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Reflection: Escoge una área que te preocupe (salud, trabajo, familia) y escribe una breve oración entregándola a Dios; luego designa una acción práctica que demuestre tu entrega (por ejemplo, dejar de buscar soluciones por internet durante 7 días, delegar una tarea, o pedir consejo pastoral) y cúmplela esta semana.
Hoy iniciamos Adviento con una pregunta muy personal: ¿qué significa la Navidad para mí? Miré a María, la madre de Jesús, porque su historia nos enseña que Dios a veces interrumpe nuestros planes con rutas que no entendemos. Usé el ejemplo del GPS: preferimos confiar en lo que creemos saber antes que seguir instrucciones que nos desconciertan. Pero con Dios, el orden es distinto: Él primero asegura el corazón, luego revela el camino. Así lo hizo con María: antes de mostrarle el plan, la tranquilizó con un “no temas”. Eso me recuerda que la voluntad de Dios no llega con caos, sino con paz; no pide precipitación, sino confianza.
María recibió un llamado humanamente imposible y socialmente peligroso. Aceptar el embarazo por obra del Espíritu Santo podía costarle la reputación, el compromiso con José y hasta la vida. Sin embargo, la clave no estaba en entender, sino en confiar: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá”. Ese mismo poder que protegió a Israel en el desierto ahora cubría a una muchacha anónima en Nazaret. Cuando Dios llama, ya consideró riesgos, consecuencias y detalles que nosotros no vemos. Lo que nos pide es rendición.
Hablé de Moisés, Gedeón y Abraham, tres vidas interrumpidas en momentos inconvenientes, para recordarnos que la edad, el contexto o la comodidad no detienen a Dios cuando decide usarnos. También compartí testimonios actuales de cómo, frente a diagnósticos y pronósticos, la fe no es pasividad, sino la decisión concreta de entregar el control y caminar en la paz que Dios da. Sugerí algo práctico: para discernir su voluntad, busca la decisión donde su paz permanezca, no la que te obliga a pelear con todos ni a seguir el impulso de un corazón engañoso.
Para mí, Navidad —vista desde María— significa rendición total. Es reconocer que no controlo los tiempos ni los métodos, que Dios trae paz antes que instrucciones y que mi parte es responder como ella: “Hágase conmigo conforme a tu palabra”. Mi oración es que, antes de que termine el año, aprendamos a soltar, a confiar y a vivir bajo la sombra del Altísimo, donde lo imposible se vuelve posible.
Hoy en día se escucha mucho, se dice mucho, sigue a tu corazón. Sigue a tu corazón, hermano. Nosotros no podemos seguir a nuestro corazón. Dice la Biblia que nuestro corazón es engañoso y es perverso. Nuestro corazón nos va a llevar al mal. Nuestro corazón nos va a conducir por el egoísmo. Nosotros seguimos la voz de Dios. Nosotros seguimos la voluntad de Dios. [00:21:07] (24 seconds) #SigueLaVozDeDios
Dios, hermano, no comienza dando instrucciones. Dios comienza dando paz. Él afirma tu corazón antes de mostrarte qué es lo que sigue. Quizá uno siempre se desespera. Y es que Dios, ¿por qué no me hablas? Y Dios, ¿por qué no me dices? Porque Dios, antes de decirte qué es lo que vas a hacer, el primero quiere darte paz. El primero, a ver, siéntate. Siéntate, tómate un vaso de agua. Ahorita te platico qué va a pasar. [00:21:53] (32 seconds) #DiosDaPaz
Hermano, hay llamados de Dios que no solamente parecen ilógicos, también parecen arriesgados. Hay pasos de obediencia que amenazan nuestra reputación. Hay pasos de obediencia que amenazan nuestra estabilidad, que amenazan nuestra comodidad. A veces Dios nos pide algo que no cabe en nuestra lógica ni en nuestro control, que podría complicarnos la vida completamente. Pero ¿por qué Dios nos pediría algo así? [00:25:41] (32 seconds) #LlamadosArriesgados
``Cuando Dios te llama, Él ya tomó en cuenta cada riesgo, cada consecuencia y cada detalle que tú no puedes ver. Lo único que Él te pide es que confíes en Él. Es lo único que Dios está pidiendo, que confíes en Él. No lo vas a entender. ¿Por qué tengo que hacer esto? No trates de entenderlo. No se puede. Nuestra lógica no es la lógica de Dios. Mis pensamientos no son los pensamientos de Dios. [00:26:25] (34 seconds) #ConfiaCuandoDiosLlama
La decisión que no puedes tomar porque no le encuentras pies ni cabeza, para Dios es posible. De las personas a las que no te puedes acercar, para Dios es posible. Hay algo en ti que lo hace posible, ese es el Espíritu Santo. El Espíritu Santo que habita en ti es lo que hace posible que tú tomes una decisión correcta. Deja de preguntarle a Dios, es que cómo le voy a hacer, es que qué hago en esta situación, es que con quién voy, es que cómo le digo, y es que cómo pido perdón, y es que cómo perdono a esta persona. [00:29:59] (47 seconds) #EspirituHacePosible
Su rendición, hermano, la rendición de María nos muestra que la verdadera fe consiste en confiar en Dios más que entender o más que controlar el resultado. Confiar en Dios no es este, pues ahorita vemos cómo le hacemos, no. Confiar en Dios es arréglatelas tú, yo voy a confiar en ti, yo no sé cómo le vas a hacer, yo no sé de dónde va a salir el recurso, yo no sé de dónde van a salir las personas, confío en ti, y eso es rendirse, hermano. [00:31:44] (37 seconds) #RendicionDeMaria
Dejemos, hermano, de gastar nuestras fuerzas, nuestros recursos, nuestra mente tratando de controlar la situación. Dejemos que Dios haga el trabajo por nosotros, confiemos en Él, confiemos en Dios. Mire, la semana pasada escuchamos el testimonio de Mari y de Gil, los doctores les decían una y mil cosas, una y mil situaciones que podían suceder con la bebé, y puede pasar esto, y puede pasar esto, y puede pasar esto, y aguas porque puede pasar esto, y aparte de eso súmele el buscar en internet, el internet te da todavía muchas posibles situaciones que pueden suceder. [00:32:54] (44 seconds) #DejaQueDiosActue
Eso es rendirnos ante Dios, cuando tú no sabes qué hacer, cuando ya no hay remedio para tu situación, tristemente es cuando nosotros venimos a rendirnos a Dios. Levantamos nuestros brazos y decimos, Señor, ya no sé qué hacer, Señor, ya no tengo dinero, ya me gasté todo el dinero, Señor, ya no tengo personas quien me apoye, Señor, ya no tengo con quien más contar, únicamente cuento contigo, ya no quiero luchar, ya no quiero luchar contigo, me rindo totalmente, entonces es ahí donde Dios actúa, donde tú sueltas la situación. [00:35:11] (46 seconds) #RendicionTotal
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