La declaración de Jesús en Juan 8:58, “Antes que Abraham fuese, yo soy”, es una afirmación absoluta de su divinidad y eternidad. Jesús no es un simple profeta ni un ser creado, sino el Dios eterno que existe fuera del tiempo, el mismo que habló a Moisés desde la zarza ardiente. Reconocer a Jesús como el “Yo Soy” es reconocer que en Él se encuentra la vida eterna, la esperanza y la victoria del creyente. No permitas que nadie te robe la fe en la divinidad de Cristo, pues en Él está la plenitud de la gracia y la salvación. [04:13]
Juan 8:58 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.
Reflexión: ¿De qué manera puedes afirmar hoy, con tus palabras y acciones, que Jesús es el Dios eterno y digno de tu confianza total?
Day 2: Solo en Jesús hay salvación y vida eterna
La Biblia enseña que no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos, sino solo en Jesús. Reconocer a Jesús como Dios y Salvador es esencial para recibir la vida eterna; no basta con conocer su nombre o sus enseñanzas, sino que es necesario creer en su divinidad y en su obra redentora. Negar la deidad de Cristo es rechazar el único fundamento legítimo para la salvación y el juicio. Solo quien confiesa con su boca que Jesús es el Señor y cree en su corazón que Dios le levantó de los muertos será salvo. [21:23]
Hechos 4:12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
Reflexión: ¿Has reconocido y confesado a Jesús como tu único Salvador y Dios, y cómo puedes compartir esta verdad con alguien que aún no lo ha hecho?
Day 3: La iglesia debe defender la verdad de la divinidad de Cristo
Como columna y baluarte de la verdad, la iglesia tiene el deber de contender ardientemente por la fe y no callar ante quienes niegan la divinidad de Jesús. No es suficiente evitar discusiones o guardar silencio cuando se blasfema el nombre de Cristo; cada creyente debe conocer las Escrituras y estar preparado para presentar defensa con mansedumbre y firmeza. Defender la verdad sobre quién es Jesús no es una opción secundaria, sino una responsabilidad fundamental para preservar la pureza de la doctrina y guiar a otros a la salvación. [14:35]
Judas 1:3 Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.
Reflexión: ¿En qué situación reciente has sentido la tentación de callar sobre tu fe en Cristo, y cómo puedes prepararte para defender la verdad con amor y valentía la próxima vez?
Day 4: Jesús es digno de adoración porque es Dios
Solo Dios es digno de adoración, y la Biblia enseña que toda rodilla se doblará ante Jesús y toda lengua confesará que Él es el Señor. La divinidad de Cristo no es una doctrina menor, sino el fundamento de la adoración cristiana. Negar su deidad es negar al único que puede dar vida eterna. Así como los ángeles rechazan la adoración que solo pertenece a Dios, nosotros debemos rendirnos ante Jesús, reconociendo que Él es el gran “Yo Soy”, el Rey de gloria, el único digno de recibir toda honra y alabanza. [34:15]
Filipenses 2:9-11 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Reflexión: ¿Cómo puedes expresar hoy tu adoración a Jesús, reconociendo su divinidad y supremacía en tu vida diaria?
Day 5: El rechazo de la divinidad de Cristo revela ceguera espiritual
La reacción de los líderes religiosos ante Jesús, insultándolo y negando su divinidad, muestra la ceguera espiritual que impide reconocer al Salvador. Esta dureza de corazón no es solo ignorancia, sino una rebelión voluntaria contra la verdad. Rechazar a Jesús como Dios es evidencia de condenación espiritual, y solo el arrepentimiento y la fe en su divinidad pueden traer luz y salvación. Como creyentes, debemos orar por aquellos que aún no ven y mantenernos firmes en la verdad, sabiendo que solo Cristo puede restaurar y salvar. [57:30]
2 Corintios 4:4 En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.
Reflexión: ¿Por quién puedes orar hoy para que Dios abra sus ojos espirituales y reconozca a Jesús como el Dios verdadero y Salvador?
Sermon Summary
En Juan 8:48-59, Jesús se enfrenta a los líderes religiosos de su tiempo y declara con absoluta claridad: “Antes que Abraham fuese, yo soy”. Esta afirmación no es solo una declaración de preexistencia, sino una proclamación directa de su divinidad, conectando su identidad con el “Yo Soy” que habló a Moisés desde la zarza ardiente en Éxodo 3:14. Jesús no es un ser creado, ni un profeta más; es el Dios eterno, autosuficiente, el único digno de adoración y el único que puede dar vida eterna. Negar esta verdad es rechazar el fundamento mismo de la fe cristiana y cerrar la puerta a la salvación.
A lo largo de la historia, el enemigo ha intentado desacreditar la divinidad de Cristo a través de religiones, sectas y doctrinas que lo reducen a un simple hombre, profeta o ser creado. Sin embargo, la Escritura es contundente: solo quien confiesa que Jesús es Dios hecho carne puede ser salvo. No basta con reconocer el pecado o buscar una vida moral; es imprescindible creer en la plena deidad de Cristo, pues solo Dios puede ofrecer redención infinita y vida eterna.
La iglesia tiene la responsabilidad de defender esta verdad con mansedumbre y firmeza. No se trata de una doctrina secundaria, sino del corazón del evangelio. Callar ante la blasfemia o la negación de la divinidad de Cristo es un grave error. Así como Jesús no retrocedió ante la hostilidad de sus opositores, los creyentes están llamados a presentar defensa de su fe, mostrando con las Escrituras que Jesús es el gran “Yo Soy”.
La reacción de los líderes religiosos, que buscaron apedrear a Jesús en el mismo templo, revela la ceguera espiritual que produce el rechazo voluntario de la verdad. No es ignorancia, sino rebelión. Hoy, muchos siguen negando a Cristo en nombre de la religión, la tradición o la cultura, pero la Biblia es clara: negar la deidad de Jesús es permanecer en condenación. Sin embargo, la gracia de Dios sigue extendida; aún quienes han blasfemado pueden hallar perdón si se arrepienten y reconocen a Jesús como el Señor eterno.
Aceptar la divinidad de Cristo no solo transforma nuestro destino eterno, sino que nos da seguridad, esperanza y una razón firme para adorar. Solo Cristo salva, y solo en Él hay vida eterna.
---
Key Takeaways
1. La divinidad de Cristo es el fundamento de la fe y la salvación. No es suficiente reconocer a Jesús como un gran maestro o profeta; la Escritura exige que lo confesemos como Dios eterno, el “Yo Soy” del Antiguo Testamento. Negar esta verdad es rechazar la única fuente de vida eterna y redención, pues solo Dios puede salvar y dar vida sin fin. [04:13]
2. El rechazo de la deidad de Cristo es obra del espíritu del anticristo. Religiones y doctrinas que niegan que Jesús es Dios, aunque sean sinceras o estén bien organizadas, están bajo la influencia de un engaño espiritual profundo. La negación de la divinidad de Cristo no es un simple error doctrinal, sino una rebelión espiritual que conduce a la condenación. [26:57]
3. La iglesia tiene el deber de defender la verdad con valentía y mansedumbre. No es suficiente callar o evitar el conflicto cuando se blasfema o se niega la deidad de Cristo. Cada creyente debe conocer las Escrituras y estar preparado para presentar defensa, mostrando con claridad y amor la verdad sobre quién es Jesús. [14:35]
4. La aceidad de Cristo revela su autosuficiencia y eternidad. Jesús no depende de nada ni de nadie para existir; Él es autoexistente, igual que el Padre. Este atributo, la aceidad, lo distingue de toda criatura y lo coloca como el único digno de adoración y el único capaz de ofrecer salvación eterna. [41:20]
5. Aceptar la divinidad de Cristo transforma nuestro destino y nuestra adoración. Reconocer a Jesús como el gran “Yo Soy” nos lleva a rendirnos ante su autoridad, confiar en su poder para salvar y adorarle como el único Señor. Negar esta verdad es permanecer en ceguera espiritual, pero recibirla es entrar en la plenitud de la gracia y la vida eterna. [52:18]
Solo aquel que conoce y se rinde ante el gran yo soy, tiene la verdadera vida, la vida eterna. Este versículo nos habla y nos anima a confiar en Jesús. Que Él es el Dios eterno que es, que era y que será. En Él se encuentra la vida eterna, la esperanza y la victoria del creyente. [00:00:00]
Como cristianos y como pastor de esta iglesia, le animo a que no permita a nadie que le robe la fe en cuanto a la divinidad de Cristo. Porque en Él está la vida eterna y la plenitud de la gracia. [00:04:28]
Cuando una religión niega la divinidad de Cristo, la obra de Cristo, la persona de Cristo, ese sistema religioso está condenando a sus feligreses, a sus seguidores, a una eternidad separada de Dios. Porque el único que puede salvar es Jesús. [00:08:00]
El creer que Jesucristo es Dios es uno de los pilares absolutos dentro del evangelio. Vea por favor Juan capítulo 14 versículo número 6. Juan capítulo 14 versículo 6 dice Jesús le dijo yo soy el camino y la verdad y la vida nadie viene al padre sino por mí. [00:09:38]
Quienes formamos parte de la iglesia de Dios viviente, la escritura dice somos parte de la iglesia de Dios viviente, columna y baluarte de la verdad, tenemos el deber, escúchame bien, tenemos el deber de contender ardientemente por la fe que una vez nos ha sido entregada. [00:11:08]
No debemos de callar, no debemos de callar y cuando se blasfema el nombre del Señor, no debemos de ceder. Mire, es algo que a veces equivocadamente yo no alcanzo a comprender, ¿no? Si alguien hace un chiste, si alguien hace un comentario negativo, si alguien dibuja una caricatura y la publica en el periódico acerca de Mahoma, acerca de Allah, acerca del Islam, ese grupo de personas, hermanos, saca los dientes, se pone en posición de defensa, están dispuestos a luchar y a pelear. Pero ¿cuántos no hemos escuchado chistes donde se involucra el nombre que es sobre todo el nombre, el nombre de Jesús? [00:13:27]
No hay otro camino de salvación. No hay otra verdad. Solamente hay una única vida eterna y esa está proclamada en la persona de Jesús. Él es el verbo que estaba con Dios y era Dios. Por él fueron hechas todas las cosas y sin él nada de lo que ha sido hecho fue hecho. [00:15:28]
Jesús se enfrentó a los líderes religiosos de su tiempo. Él no retrocedió ante su hostilidad ni se escondió detrás para salvaguardar su vida. Él contundentemente dijo, antes que Abraham fuese, yo soy. Esta afirmación no solo desconcertó a sus oyentes, sino que los escandalizó al punto de buscar su muerte por considerarlo que él había blasfemado. [00:17:00]
Jesús no comenzó a existir en Belén. Él es desde la eternidad. Vaya conmigo por favor a Juan 17, 5. Juan 17, 5. La escritura dice, ahora pues, Padre, glorifica tú al lado tuyo como aquella gloria, nota esa frase, que tuve contigo antes, ¿qué dice ahí? Que el mundo fuese. [00:18:48]
Para invocar el nombre del Señor, para invocar el nombre de Jesús, necesitamos saber quién es Él. ¿Quién es Él? Y Hechos 4 .12. Dice, y en ningún otro hay salvación porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres en que podamos ser, ¿qué hermanos? Salvos. [00:20:40]
La Biblia nos enseña que el que es salvo debe de entender cuál es su pecado, cuáles son las consecuencias de su pecado y creer que Jesucristo es divino. Jesucristo es divino. [00:24:25]
La salvación involucra saber quién realmente es Jesús, y Jesús es el Dios del Antiguo Testamento. Jehová es Jesús, Jesús es Jehová. Claramente nos lo enseña el texto bíblico. [00:25:22]
Toda religión que niega la divinidad de Jesús, muy en el fondo es el espíritu del anticristo que está controlando esa religión. No importa qué tan grande, sofisticada y bien organizada sea esa religión. Si esa denominación niega la divinidad de Cristo, es una religión salida del mismísimo infierno porque está proclamando que es el espíritu del anticristo el que está dándole dirección a esa religión. [00:25:52]
Negar la divinidad de Cristo es negar al Padre, y negar al Hijo, y negar al Padre es negar al Espíritu Santo. Y por ende, negar la Trinidad, que son conceptos básicos, fundamentales de la fe cristiana. Aquel que no cree que Jesús es el gran yo soy del Antiguo Testamento, la Biblia es clara y contundente. Morirá en sus pecados. [00:28:44]
La declaración es contundente. Antes que Abraham fuese, yo soy. Esas palabras se revelan, revelan su preexistencia, su eternidad, su autosuficiencia y su plena divinidad. Por eso el Salvador debe de ser Dios. Dios, el cordero sin mancha, el rey de gloria. Por eso es digno de adoración. [00:31:33]
La afirmación de Jesús cuando Él declara, antes que Abraham fuese yo soy, es una declaración absoluta de la autoexistencia, una cualidad que ningún ser creado posee. Este pasaje, el Señor Jesucristo no está hablando en términos poéticos o simbólicos. Él está afirmando de forma directa y de manera clara que existe fuera del tiempo, es decir, que Jesús es eterno. [00:41:20]
Negar la eternidad de Cristo, hermanos, escúchenme bien. Negar la eternidad, la eternidad de Cristo es caer en herejía. Negar la divinidad de Cristo es ser hereje. Pues ningún salvador finito puede ofrecer redención infinita. [00:45:22]
Jesús está fuera del tiempo. El texto dice, sus salidas son desde los días de la eternidad. El verbo ya era antes de cualquier principio. Jesús no es producto del tiempo. Él lo gobierna. Jesús es el gran yo soy. Esa es una declaración poderosa que Jesús hace propia. [00:49:44]
Hermano, usted necesita ver al Salvador. Usted necesita conocer la divinidad de Cristo para ser salvo. Porque así es como usted puede confiar en que él puede. [00:53:06]
Rechazar a Jesús no es un simple desacuerdo teológico, es evidencia de condenación espiritual. Escúchame bien, cuando usted habla con una persona y diga, no pues eso es tu posición que Jesús es Dios. Déjeme decirle, es una evidencia de la condenación espiritual en la que esa persona se encuentra. Negar la divinidad de Cristo es algo verdaderamente serio. [00:59:49]
De la misma manera, solamente Jesucristo puede ocupar el lugar del juez eterno, porque solamente el padre señaló al hijo. Él no es un sustituto, Jesús no es una copia, Jesús no es una imitación barata del padre. Él es el gran yo soy, el eterno, el justo, el soberano. Rechazar su deidad es rechazar el único fundamento legítimo para la salvación y el juicio. [01:08:21]
Seamos cristianos que conocemos las Escrituras y presentemos defensa delante de aquel que demande razón alguna de nuestra fe. [01:11:26]