Day 1: La integridad como reflejo del corazón limpio
La integridad es más que acciones externas; es una cuestión del corazón. Un corazón limpio es esencial para ver a Dios, como se menciona en Mateo 5:8. La integridad nos llama a ser personas sin duplicidad, reflejando la pureza de nuestro corazón ante Dios. En un mundo donde la integridad está en crisis, los creyentes están llamados a ser ejemplos de luz y verdad. La integridad no solo se trata de lo que hacemos, sino de quiénes somos en lo más profundo de nuestro ser. [14:26]
"El corazón del hombre piensa su camino, pero el Señor dirige sus pasos." (Proverbios 16:9, ESV)
Reflexión: ¿Hay áreas en tu vida donde tus acciones no reflejan la pureza de tu corazón? ¿Cómo puedes alinear mejor tu corazón con tus acciones hoy?
Day 2: Ser luz en un mundo en crisis
La crisis de integridad es evidente en todas las áreas de la vida, desde la política hasta la iglesia. Sin embargo, como cristianos, estamos llamados a ser ejemplos de integridad, reflejando la luz de Cristo en un mundo lleno de oscuridad. La integridad es un principio fundamental que nos distingue y nos llama a vivir de manera que honremos a Dios y a los demás. Ser íntegros significa ser transparentes y auténticos, sin hipocresía, y vivir de acuerdo con los valores del Reino de Dios. [25:42]
"Porque el Señor da la sabiduría; de su boca vienen el conocimiento y la inteligencia." (Proverbios 2:6, ESV)
Reflexión: ¿Cómo puedes ser un ejemplo de integridad en tu entorno inmediato, ya sea en el trabajo, en la familia o en la comunidad?
Day 3: Reconocer errores y buscar el perdón
Un corazón íntegro es aquel que reconoce sus errores y busca el perdón de Dios sin justificarse. La sinceridad y la transparencia son esenciales para vivir en comunión con Dios. La historia del rey David nos enseña que, aunque cometió errores, su disposición a reconocer sus fallas y buscar el perdón de Dios lo hizo un hombre conforme al corazón de Dios. La integridad nos llama a ser honestos con nosotros mismos y con Dios, reconociendo nuestras debilidades y buscando su restauración. [33:03]
"El que encubre sus pecados no prosperará, pero el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia." (Proverbios 28:13, ESV)
Reflexión: ¿Hay algún error o pecado que necesitas confesar a Dios hoy? ¿Cómo puedes buscar su perdón y restauración sinceramente?
Day 4: Dios mira el corazón
Dios no mira las apariencias, sino el corazón. Por eso, debemos cuidar nuestro corazón, ya que de él mana la vida. La integridad nos lleva a ser sinceros con Dios y con nosotros mismos. Un corazón íntegro busca agradar a Dios y vivir en comunión con Él. La Biblia nos enseña que lo que realmente importa es la condición de nuestro corazón, y debemos esforzarnos por mantenerlo puro y alineado con la voluntad de Dios. [39:24]
"Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él mana la vida." (Proverbios 4:23, ESV)
Reflexión: ¿Qué pasos puedes tomar hoy para cuidar y proteger tu corazón de influencias negativas?
Day 5: La promesa de ver a Dios
La promesa para aquellos que son íntegros de corazón es que verán a Dios. El pecado nos ciega y nos impide ver a Dios, pero un corazón limpio nos permite contemplar su hermosura y vivir en su presencia. Vivir una vida íntegra, sin hipocresía, es un llamado a buscar a Dios todos los días de nuestra vida. La integridad nos abre la puerta a una relación más profunda y significativa con Dios, permitiéndonos experimentar su amor y gracia de manera más plena. [39:24]
"Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios." (Mateo 5:8, ESV)
Reflexión: ¿Qué cambios puedes hacer en tu vida diaria para asegurarte de que tu corazón esté limpio y puedas ver a Dios más claramente?
Sermon Summary
En esta reunión, nos encontramos agradecidos por la oportunidad de estar en la presencia de Dios y reflexionar sobre la importancia de la integridad en la vida cristiana. La integridad es una cualidad esencial que debe caracterizar a todo creyente, y es un principio que nos llama a ser personas de corazón limpio, como se menciona en Mateo 5:8: "Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios". La integridad no solo se refiere a nuestras acciones externas, sino que es una cuestión del corazón, de nuestra esencia y de cómo nos presentamos ante Dios y los demás.
La crisis de integridad es evidente en todas las áreas de la vida, desde la política hasta la iglesia. Sin embargo, Dios nos llama a ser íntegros, a no tener un corazón dividido ni ser personas de doble ánimo. La integridad implica ser transparentes y reconocer nuestras fallas sin justificarnos, como lo hizo el rey David. Aunque David pecó, su corazón era conforme al de Dios porque nunca fue hipócrita y siempre reconoció sus errores.
La integridad también se refleja en nuestra relación con Dios. Un corazón íntegro busca agradar a Dios y vivir en comunión con Él. La Biblia nos enseña que Dios no mira las apariencias, sino el corazón. Por eso, debemos cuidar nuestro corazón, ya que de él mana la vida. La integridad nos lleva a ser sinceros con Dios y con nosotros mismos, reconociendo nuestras debilidades y buscando su perdón y restauración.
Finalmente, la promesa para aquellos que son íntegros de corazón es que verán a Dios. El pecado nos ciega y nos impide ver a Dios, pero un corazón limpio nos permite contemplar su hermosura y vivir en su presencia. Es un llamado a vivir una vida íntegra, sin hipocresía, y a buscar a Dios todos los días de nuestra vida.
Key Takeaways
1. La integridad es un principio fundamental en la vida cristiana, que nos llama a ser personas de corazón limpio y sin duplicidad. No se trata solo de nuestras acciones externas, sino de la pureza de nuestro corazón ante Dios. [14:26]
2. La crisis de integridad afecta a todas las áreas de la vida, pero como cristianos, estamos llamados a ser ejemplos de integridad, reflejando la luz de Cristo en un mundo lleno de oscuridad.[25:42]
3. Un corazón íntegro es aquel que reconoce sus errores y busca el perdón de Dios sin justificarse. La sinceridad y la transparencia son esenciales para vivir en comunión con Dios. [33:03]
4. Dios no mira las apariencias, sino el corazón. Por eso, debemos cuidar nuestro corazón, ya que de él mana la vida. La integridad nos lleva a ser sinceros con Dios y con nosotros mismos. [39:24]
5. La promesa para los íntegros de corazón es que verán a Dios. El pecado nos ciega, pero un corazón limpio nos permite contemplar la hermosura de Dios y vivir en su presencia. [39:24] ** [39:24]
La verdad es que cuando hablamos de integridad tenemos que pensar en algo muy pero muy importante. Es que es una cualidad de un cristiano que ha madurado. Porque el cristiano tiene etapas. Yo hace mucho tiempo atrás prediqué alguna vez aquí un mensaje que se llamaban las etapas del cristiano. La cristiandad tiene etapas. Mañana es el bautismo. Mañana va a iniciar una primera etapa dentro de la vida cristiana. Ahora, más que regocijarse por ser hijo de Dios, uno tiene que regocijarse por ser un creyente limpio de corazón. [00:03:16]
Por heredad, bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos porque ellos alcanzarán misericordia. Y luego el texto en el cual hoy queremos enfocarnos: Bienaventurados los de limpio corazón porque ellos verán a Dios. Ahora cuando hablamos de integridad, porque de eso es que vamos a hablar hoy, nos referimos a una persona que tiene algo que se llama entereza moral. O sea que es intachable, que no hay nada por lo cual señalarlo. [00:07:10]
Así que vamos a mirar unos puntos sobre los cuales debemos nosotros ver por qué la integridad es maravillosamente vista desde el punto de vista bíblico. Desde el punto de vista de Dios. Porque Dios quiere que usted y yo seamos íntegros. Primero, porque la integridad debe ser un principio. Usted y yo como principio debemos ser íntegros. La palabra bienaventurado, los de limpio corazón, significa aquellas personas que se purifican, que se limpian. Aquellas personas que quieren agradar a Dios. [00:08:42]
Yo le pregunto una cosa. Si la gente piensa que usted y yo somos cristianos, pero se dan cuenta que nosotros no actuamos como debemos ser, ¿usted cree que nos creen? Por eso hay tanto señalamiento hoy día. Porque usted y yo no somos íntegros. No nos comportamos de la manera correcta delante de la presencia del Señor. Así como no nos gusta que las cosas no las mezclen, a Dios tampoco le gustan las mezclas. Por ello cuando dice el Señor: Bienaventurado los de limpio corazón, habla de integridad. [00:09:36]
Parte sin novedad. Sabe que el Señor le puso a eso un nombre cuando estaba hablando acerca de que no se puede servir a dos señores. Uno no puede servirle a dos señores. Él estaba hablando acerca de las riquezas y del Señor. Pero eso aplica a todo. A todo aplica. Porque uno realmente cuando le sirve a dos señores, estima a uno y menosprecia al otro. No podemos servir así. Ahora usted no puede ser de doble pensar. Usted no puede tener un corazón impuro y querer ver a Dios. [00:11:07]
A mi. No, no, no dice al corazón. Dice a mi corazón. Está diciendo el Señor: David fue hallado conforme a mi corazón. Pero aquí viene la magia de un hombre íntegro: ¿Quién hará todo lo que yo quiero? Ahora sí. Si usted es un hombre o una mujer, íntegro o íntegra, usted obedece al Señor no importando qué es lo que él mande. Yo le decía alguna vez a la iglesia: Si el Señor en la Biblia dijese... [00:12:01]
Menos mal no hay aménes. Porque es un compromiso. Ahora déjeme decirle. Recuerde que estamos hablando del corazón y estamos hablando de integridad. Y la Biblia dice: Bienaventurados los de limpio corazón. Sabe, cuando Dios miró a David, al Rey David, Dios lo miró y empezó a medir a David. Pero no lo mide como nosotros a veces medimos la gente. Porque nosotros a veces la gente la medimos por los talentos, por soporte, por la estatura, por muchas cosas. [00:12:55]
Tenía una apariencia, se veía como un prototipo de hombre de rey, ese es el rey. Pero déjeme decirle algo hermano, ¿sabe qué dijo el Señor? Estás viejo Samuel, estás viendo lo que no es. Cuando uno lee el primer libro de Samuel en el capítulo 16 del versículo 7 al 11, uno se percata realmente lo que el Señor le responde. Número 1 en ese versículo 7 el Señor le dice: No mires a su parecer ni a lo grande de su estatura. [00:16:13]
Algunos teólogos han dicho que Isaí menospreciaba a su hijo, al pequeño. Otros dicen que no, que a quien dejaban cuidando las ovejas. Pero lo que uno puede ver aquí es que ni aún su padre miraba en David algo agradable para haberlo tenido en la reunión. Y entonces lo que dice el profeta, lo que le responde Isaí al profeta es: aún queda uno. Este es el versículo 11. Queda uno el menor que apacienta las ovejas. [00:18:08]
Y cuando aparece, déjeme decirle, y cuando aparece David, ¿sabe qué dice Dios? Este es el que yo quiero. Sabe, yo voy a hacer aquí una confesión. Yo sé que ustedes no le cuentan esto a nadie. Pero yo quisiera que Señor cada vez que me mirara a mí, y que te mirara a ti o a mí, déjeme ser egoísta por hoy. O por este segundo. Que me mirara a mí y dijera: Este es el que yo quiero. [00:20:52]
Porque el Señor dice: David tú eres un varón conforme a mi corazón. Y la palabra realmente es que uno a veces no entiende lo que Dios hace con los hombres. Cuando miramos el corazón de David vemos que es un corazón limpio. Un corazón que amaba al Señor. Realmente era un hombre de un solo pensar. Estaba realmente metido en las cosas de Dios. Uno ve que cuando llega allá y encuentra a ese gigante desafiando al pueblo, uno se da cuenta que David como que tiene celo de Dios. [00:24:56]
Y le voy a decir pecó horrible. Oye el pecado, o sea si le ponemos un grado al pecado, que el pecado no tiene grados. Pecado es pecado. Pero si usted y yo le pusiésemos un grado al pecado, número uno: desobedeció el no ir a la guerra. Porque dice la Biblia cuando los reyes salían a la guerra, David se quedó en la casa. Segundo, se levantó después de haber comido, almorzado, no sé qué eso. Y se asomó a la terraza. [00:26:59]
Podría decir, pero es que David fue adúltero, asesino, horrible, pero sabe por qué al Señor le encantó David. Porque pudo haber tenido una intención pecadora y pecó, pero nunca tuvo un corazón dividido, nunca, nunca en ningún momento fue un hipócrita, en ningún momento, porque él mientras pecó estaba ahí y el Salmo lo dice, mientras hoy callé, se envejecieron mis huesos y en mi gemir todo el día, y vi tu mano en contra mía, dice el salmista. [00:28:41]
Nosotros nos justificamos cuando cometemos los errores o pecamos. Queremos hacer que los demás sean malos pero yo soy bueno. Pero déjeme decirle, David nunca se justificó. David lo que hizo fue reconocer su pecado. Él nunca puso excusas y entonces Salmo 51:4 mire que bueno que usted y yo tengamos un corazón íntegro. Limpio, un corazón transparente, un corazón que no nos dé miedo a aceptar nuestros errores. Nuestros pecados y confesarlos al Señor. [00:31:56]
La tendré yo de poder reconocer y realmente darnos cuenta cuál es nuestro actuar y cómo debemos hacerlo. Recuerde que un corazón limpio es un corazón que no tiene duplicidad, o sea que no está en dos pensamientos. Y que ama a Dios con todo porque lo primero es la integridad como principio. Lo segundo es la posición de la integridad. Miren lo que dijo el Señor: bienaventurados los de íntegro corazón. Los de limpio corazón. Aquí habla de que usted y yo debemos entregar el corazón al Señor. [00:34:48]
Carlos ahorita lo estaba cantando. Si usted va a ser puro, limpio hermano mío, lo que le tiene que interesar es como está su corazón. Pero Jeremías descubrió que había un problema. Jeremías 17:9 Oiga escuche pues: Engañoso es el corazón más que todas las cosas. Y perverso, ¿quién lo conocerá? Usted sabe Jeremías de una vez está diciendo: El problema del hombre está en el corazón. Y el corazón es perverso. Y nadie conoce las intenciones del corazón. [00:38:15]
Porque fue perpetuo mi dolor y mi herida desahuciada no admitió curación. Cuando está hablando de esa herida desahuciada que no admitió corazón, estamos hablando de algo hermano. De que el corazón a veces del hombre no quiere ser sanado. Hay gente que no quiere ser sanado del corazón. Por eso no perdona. Por eso sigue rencoroso. Por eso sigue metido en una cantidad de situaciones. Y no perdona. El dicho yo perdono pero no olvido. [00:41:44]
Y déjeme decirle algo. El único que puede arreglar el corazón del hombre se llama Jesús. Sabe Jeremías 17:10 dice: Yo Jehová que escudriño la mente, que pruebo el corazón. Porque él es el único que puede determinar qué tan sanos estamos usted y yo. Porque yo le... Permítame decirle igual yo ya me voy ahorita. Estimado amigo te dejo esta bendición. Pero hermano el único que puede saber si tú no estás actuando de una manera de en hipocresía es el Señor. [00:43:47]
Mire. Porque dice que escudriño la mente y que prueba el corazón. Para dar a cada uno según su camino y según el fruto de sus obras. La verdad es que usted y yo no podemos probar nuestro corazón. O sea, usted y yo no podemos hacer tomar como juez y parte. Usted y yo no podemos cometer... Vamos a ser bien agresivos, no podemos cometer un asesinato y presentarme yo como acusado, como abogado defensor y como juez. [00:47:14]
Sáname Oh Jehová. Y sabe que es lo mejor. Y seré sano. Sálvame y seré salvo. Porque tú eres mi alabanza. Usted necesita un nuevo corazón. No. Usted lo que necesita es nacer de nuevo. Y como transformará a Dios y le dará un nuevo corazón. Y sabe Jeremías también tiene la solución. Cuando uno lee Jeremías 24:7 dice: Y les daré corazón para que conozcan que yo soy Jehová. Y serán por mi pueblo y yo les seré a ellos por Dios. [00:48:07]