En la vida, podemos perder muchas cosas: trabajo, estabilidad, relaciones, salud o posesiones materiales. Sin embargo, en medio de la pérdida y el dolor, Dios nos recuerda que lo más valioso que tenemos es Su presencia. Cuando todo lo demás se desvanece, Él permanece fiel y cercano, convirtiéndose en nuestro verdadero refugio y santuario. Es en esos momentos de dificultad cuando aprendemos a valorar Su compañía y a buscarlo con mayor fervor, entendiendo que nada ni nadie puede arrebatarnos Su presencia. [07:44]
Ezequiel 11:16-20 (Nueva Traducción Viviente)
16 Por lo tanto, dile a los desterrados: “Esto dice el Señor Soberano: A pesar de que los esparcí por los países del mundo, yo seré un santuario para ustedes durante su tiempo en el destierro. 17 Yo, el Señor Soberano, los reuniré entre las naciones a donde fueron esparcidos y les daré una vez más el territorio de Israel”.
18 Cuando los israelitas regresen a su patria, quitarán todo rastro de sus imágenes repugnantes y de ídolos detestables. 19 Les daré integridad en el corazón y pondré un espíritu nuevo dentro de ellos. Les quitaré su terco corazón de piedra y les daré un corazón tierno y receptivo, 20 para que obedezcan mis decretos y ordenanzas. Entonces verdaderamente serán mi pueblo y yo seré su Dios.
Reflexión: ¿En qué área de tu vida has estado buscando estabilidad fuera de la presencia de Dios? ¿Cómo puedes hoy priorizar la búsqueda de Su presencia por encima de cualquier otra cosa?
La verdadera integridad no se trata de aparentar ante los demás, sino de vivir correctamente aun cuando nadie nos observa. Dios desea transformar nuestro corazón, quitando la terquedad y la dureza, para darnos un corazón tierno y receptivo a Su voluntad. La integridad genuina nace de una relación sincera con Dios, donde nuestras acciones reflejan lo que hay en nuestro interior, y no simplemente lo que queremos mostrar a los demás. [21:48]
Ezequiel 11:18-19 (Nueva Traducción Viviente)
18 Cuando los israelitas regresen a su patria, quitarán todo rastro de sus imágenes repugnantes y de ídolos detestables. 19 Les daré integridad en el corazón y pondré un espíritu nuevo dentro de ellos. Les quitaré su terco corazón de piedra y les daré un corazón tierno y receptivo.
Reflexión: ¿Hay alguna área de tu vida donde actúas diferente cuando nadie te ve? ¿Qué decisión concreta puedes tomar hoy para vivir con integridad delante de Dios y de los demás?
Muchas veces no apreciamos los dones, relaciones y bendiciones que Dios ha puesto en nuestras manos hasta que los perdemos. El dolor de la pérdida puede ser una escuela dura, pero también una oportunidad para aprender a valorar y honrar lo que Dios nos ha confiado. Hoy es el momento de agradecer y cuidar lo que tienes: tu familia, tu iglesia, tu trabajo, tu salud y tu ministerio, sin esperar a que la ausencia te enseñe su verdadero valor. [05:53]
1 Tesalonicenses 5:18 (Nueva Traducción Viviente)
Den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.
Reflexión: Haz una lista de las bendiciones que Dios te ha dado y pregúntate: ¿Estoy valorando y cuidando cada una de ellas como Dios espera?
A veces, solo a través del dolor y la dificultad reconocemos la necesidad de cambiar y crecer. Dios permite que pasemos por momentos difíciles no para destruirnos, sino para confrontarnos con nuestra realidad y guiarnos hacia una transformación genuina. El dolor puede abrir nuestros ojos a áreas de nuestra vida que necesitan ser renovadas, llevándonos a buscar a Dios con humildad y a permitir que Él forme en nosotros un nuevo corazón. [26:53]
Salmo 119:71 (Nueva Traducción Viviente)
Me hizo bien haber sido afligido, porque así llegué a aprender tus decretos.
Reflexión: Piensa en una situación dolorosa que hayas vivido o estés viviendo. ¿Qué lección crees que Dios quiere enseñarte a través de esa experiencia?
No sirve de nada brillar en público si en casa hay oscuridad. Dios nos llama a priorizar y honrar a nuestra familia, entendiendo que nuestro primer ministerio está en el hogar. El éxito exterior pierde sentido si descuidamos a quienes más amamos. Hoy es tiempo de restaurar relaciones, pedir perdón si es necesario y dedicar tiempo de calidad a tu familia, reflejando el amor y la integridad de Cristo en tu propio hogar. [15:04]
1 Timoteo 3:4-5 (Nueva Traducción Viviente)
4 Debe dirigir bien su propia casa y tener hijos que lo respeten y lo obedezcan. 5 Pues si un hombre no puede dirigir a los de su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de Dios?
Reflexión: ¿Qué acción concreta puedes tomar hoy para fortalecer tu relación con tu familia y demostrarles el amor y la prioridad que merecen?
En la vida, todos enfrentamos momentos de pérdida y dolor, y muchas veces es en esos momentos donde Dios nos enseña las lecciones más profundas. A través de la historia del pueblo de Israel, que perdió su templo y fue llevado al exilio, aprendemos que los símbolos y las bendiciones materiales no son lo más importante; lo esencial es la presencia de Dios en nuestras vidas. Cuando el pueblo dejó de valorar lo que Dios les había dado, Él permitió que lo perdieran, no como castigo, sino como una oportunidad para que aprendieran a buscar lo verdaderamente valioso: Su presencia.
Dios nos recuerda que, aunque perdamos estabilidad, recursos, o incluso relaciones, Su presencia nunca nos será arrebatada. En medio del dolor y la pérdida, Él se convierte en nuestro santuario, nuestro refugio y nuestra esperanza. Muchas veces, cuando todo lo demás se desvanece, es cuando más buscamos a Dios, cuando más oramos y nos acercamos a Él. Es en esos momentos de vacío y necesidad donde descubrimos que lo único que realmente necesitamos es Su presencia.
Además, Dios quiere formar en nosotros un corazón íntegro. No basta con aparentar una vida cristiana o cumplir con símbolos externos; la verdadera transformación ocurre cuando permitimos que Dios cambie nuestro corazón terco por uno tierno y receptivo. La integridad no es para que otros la vean, sino para vivir de manera correcta delante de Dios, aun cuando nadie nos esté observando. A veces, el dolor y la pérdida son el instrumento que Dios usa para confrontarnos con nuestra propia realidad y llevarnos a un cambio genuino.
La familia, el ministerio, los recursos, todo lo que Dios nos ha dado es valioso, pero nada se compara con la importancia de Su presencia y de vivir con integridad. Si has perdido algo, si sientes que no tienes hacia dónde ir, recuerda que Dios puede restaurar lo que el pecado o los errores te han quitado, pero primero quiere que aprendas a deleitarte en Su presencia y a vivir una vida íntegra. No esperes a perderlo todo para valorar lo que Dios te ha dado; busca Su presencia y permite que Él transforme tu corazón.
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Es importante entender que en la vida hay diversas formas de cambiar, en la vida hay diversas formas de crecer, en la vida hay diversas formas de lograr que Cristo se desarrolle en nuestras vidas. Una de ellas es a través del consejo y la sabiduría de la palabra cuando usted se edifica busca del Señor va a la palabra, viene a la iglesia, escucha la palabra y la pone por obra. Pero otra forma de aprender es a través del dolor, hay gente que tristemente para poder valorar lo que Dios le ha entregado necesita perderlo. [00:01:39] (39 seconds) #CrecimientoEnElDolor
Hoy vengo a decirte algo, lo más grande que tú tienes en la vida no es eso material que Dios te ha entregado. Lo más grande que tú tienes en la vida es la responsabilidad de darle el primer lugar a Dios y honrar lo que el Señor ha puesto en tus manos. Pero hay gente aquí que le dio el primer lugar a su trabajo, le dio el primer lugar a su dinero, le dio el primer lugar al pecado, le dio el primer lugar a la tentación. [00:06:52] (22 seconds) #DiosPrimeroSiempre
Dios permite eso para que tú entiendas que nunca se trató de ti, siempre se trató de él, que la persona más importante no somos nosotros, es el Señor. Y por eso les quita el templo y le dice les voy a mostrar que no es el templo sino mi presencia la que tienen que respetar. [00:08:57] (22 seconds) #PresenciaSobreTemplo
Dile a todos los que perdieron lo que tenían, dile a todos los que ya no tienen la estabilidad y la verdad que antes tenían, dile a todos los que miran hacia atrás y dicen ese hogar que yo un día tuve, esa salud que un día tuve, esa vida que un día tuve, esa economía que un día tuve, ese ministerio que un día tuve, diles las siguientes palabras: A pesar de que los esparcí por los países del mundo, Yo seré un santuario para ustedes durante el tiempo del destierro. [00:10:04] (39 seconds) #EsperanzaEnElDestierro
Es Dios dándole esperanza al que luego de perder lo que jamás pensó que iba a perder, entró en desesperanza. Y es que hay gente aquí sentada que sabe que se siente eso. Hay gente que dice pastor yo sé que se siente perder lo que nunca imaginé que iba a perder. Es terrible. Es mirar la vida y decir donde está lo que un día tuve porque no valore lo que un día Dios me entregó. [00:10:46] (28 seconds) #ValoracionYPerdida
Pero Dios tan hermoso, en medio de los momentos difíciles siempre va a proporcionar esperanza al que no la tiene. Y le dice tranquilos, aunque no tienen santuario, aunque no tienes ese templo, aunque no tienes esa estabilidad, en medio de ese caos, en medio de esa dificultad, mi presencia se va a transformar en el nuevo lugar de adoración. [00:11:20] (23 seconds) #PresenciaEnLaAdoracion
Lo segundo que aprendemos cuando perdemos es que la integridad vive en el corazón. Donde vive la integridad. El versículo 18 y 19 dice lo siguiente: Cuando los israelitas regresan a su patria quitarán todo rastro de sus imágenes repugnantes y sus ídolos detestables. Les daré integridad en el corazón y pondré un espíritu nuevo dentro de ellos, les quitaré su terco corazón de piedra y les daré un corazón tierno y receptivo. [00:21:38] (43 seconds) #IntegridadDelCorazon
Integridad en el corazón significa que yo no hago las cosas bien para que me vean. Yo hago las cosas bien porque me gusta hacer las cosas bien así nadie me vea. Otra vez, hay gente que se porta muy bien cuando los están viendo. Están en la iglesia y estamos cantando el alabanza y de repente el pastor pasa por el lado y... pero el pastor David se va y baja las manos y se quedan viendo así. Usted no está viviendo una vida genuina, usted está viviendo una vida de apariencia. [00:22:20] (41 seconds) #VidaGenuina
Cuando usted hace las cosas para que lo vean entonces en su vida no hay una genuina transformación. Hay hombres que les da miedo dejar el celular por ahí mal parqueado en la casa. ¿Sabe por qué? porque cuando usted tiene una vida doble usted esconde cosas que no deberían estar ahí. Cuando usted tiene una vida tranquila no tiene problema. Ay se me quedó el celular que se quede no pasa nada ahí no hay nada malo. El que nada debe nada teme pero hay gente que no tiene integridad en el corazón. [00:23:01] (38 seconds) #VidaSinDobleCara
Recuerda que te pueden quitar todo, pero lo más importante es Mi presencia. Nadie te puede arrebatar la presencia del Señor, vuélvete a meter con Dios y vas a ver como Dios te va a levantar. Vuélvete a meter con Dios y vas a ver como Dios puede regresarte lo que el pecado te quitó. Vuélvete a meter con Dios y te vas a dar cuenta como Dios puede restituir lo que tus errores un día te arrebataron. [00:30:14] (27 seconds) #PresenciaInquebrantable
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