La vida cristiana requiere una decisión activa de alejarse del pecado y de las tentaciones que nos rodean, reconociendo que no somos lo suficientemente fuertes para resistirlas por nuestra cuenta. En vez de quedarnos cerca de aquello que nos puede hacer tropezar, somos llamados a huir y, en su lugar, perseguir la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia y la mansedumbre. Esta búsqueda no es pasiva, sino un esfuerzo intencional de buscar ser como Jesús en cada aspecto de nuestra vida, confiando en que el resultado será una verdadera gloria y una vida fundamentada en una fe sincera. [34:50]
1 Timoteo 6:11-12 (ESV)
Pero tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.
Reflexión: ¿Cuál es una tentación específica de la que necesitas huir hoy, y cómo puedes tomar una acción concreta para alejarte y en su lugar perseguir la justicia y la piedad?
Nuestra identidad no se basa en lo que el mundo dice de nosotros, sino en el hecho de que somos hijos de Dios, llamados y enlistados por el Rey de reyes para representarlo en este mundo. Como embajadores, nuestra vida debe reflejar a Cristo en cada área, recordando siempre a quién pertenecemos y cuál es nuestra misión. No debemos olvidar que hemos sido llamados a vivir una vida diferente, guardando y compartiendo la Palabra de Dios en su pureza, y representando a nuestro Señor en todo lo que hacemos. [01:03:52]
2 Corintios 5:20 (ESV)
Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
Reflexión: ¿De qué manera puedes vivir hoy como un embajador del Rey, mostrando con tus palabras y acciones que perteneces a Cristo?
Una vida verdaderamente balanceada no se trata de repartir el tiempo de manera equitativa entre las diferentes áreas, sino de asegurarnos que Jesús sea el Señor de cada una de ellas. Cuando Cristo ocupa el centro, cada aspecto—familia, trabajo, iglesia, relaciones—se alinea bajo su señorío, y aunque algunas áreas requieran más atención en ciertas temporadas, la presencia de Jesús en todas ellas trae equilibrio y propósito. La pregunta clave es si realmente hemos entregado cada parte de nuestra vida a su control, permitiendo que Él dirija nuestras prioridades y decisiones. [46:32]
Colosenses 3:17 (ESV)
Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
Reflexión: ¿Hay alguna área de tu vida que aún no has rendido completamente al señorío de Jesús? ¿Qué pasos concretos puedes dar hoy para entregársela?
En medio de las pruebas, la oposición y las dificultades, somos llamados a aferrarnos con ambas manos a la fe y a la confesión de que Jesús es nuestro Rey. Así como Timoteo fue animado a no soltar lo que había recibido, nosotros también debemos recordar el compromiso que hicimos al confesar a Cristo públicamente, identificándonos con su muerte y resurrección. Esta confesión nos sostiene y nos da identidad, especialmente cuando enfrentamos presiones para conformarnos al mundo o comprometer nuestra fe. [54:13]
Romanos 10:9-10 (ESV)
Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Reflexión: ¿Cuándo fue la última vez que confesaste públicamente tu fe en Jesús? ¿Cómo puedes hoy reafirmar tu compromiso con Él, especialmente en un área donde sientes presión?
Dios no nos ha dejado solos; en los momentos de debilidad, quebranto o sufrimiento, podemos levantar nuestra mirada y clamar a Él, sabiendo que es nuestro socorro y fortaleza. Así como los judíos miraban hacia Jerusalén buscando ayuda, nosotros podemos acudir a Dios en cualquier momento y circunstancia, confiando en que su gracia es suficiente y que Él nos dará todo lo que necesitamos para perseverar. Reconocer nuestra dependencia de Él nos permite experimentar su poder y fidelidad, aun en medio de las pruebas más difíciles. [01:11:45]
Salmo 121:1-2 (ESV)
Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra.
Reflexión: ¿En qué situación específica necesitas hoy levantar tu mirada y pedirle ayuda a Dios, confiando en que Él es suficiente para sostenerte?
Hoy nos reunimos para recordar la grandeza de nuestro Dios y la invitación que tenemos de traer todas nuestras preocupaciones ante el altar de su gracia. Reflexionamos sobre el privilegio de poder conocer a Dios personalmente a través de la cruz, y cómo esa relación transforma nuestra vida de maneras que a veces no podemos ni describir. Se nos anima a experimentar a Dios, no solo a saber de Él, y a buscar una fe genuina que se manifieste en cada aspecto de nuestro ser.
Hablamos de la importancia de la comunidad y el servicio, desde la coinonía familiar hasta el apoyo a ministerios que alcanzan a los más necesitados, como los prisioneros. Cada acto de amor, oración, o generosidad, por pequeño que parezca, puede ser profundamente significativo para quienes lo reciben. Involucrar a nuestros niños en estos actos también les enseña a vivir una fe práctica y compasiva.
Al estudiar la carta de 1 Timoteo, recordamos las advertencias sobre el amor al dinero, la controversia y la tentación de comprometer la verdad de Dios por agradar a otros. Se nos llama a huir de estas trampas y a perseguir la justicia, la piedad, la fe, el amor, la perseverancia y la mansedumbre. La vida cristiana no se trata de un balance perfecto de actividades, sino de tener a Jesús como el centro y Señor de cada área de nuestra vida, permitiendo que Él gobierne nuestras prioridades, relaciones y decisiones.
Reconocemos que seguir a Cristo puede traer oposición, pérdida o sufrimiento, pero también nos da una identidad firme: somos hijos de Dios, embajadores de un Rey eterno. Nuestra confesión de fe, especialmente en el bautismo, es un recordatorio público de a quién pertenecemos y a quién servimos. Pablo exhorta a Timoteo —y a nosotros— a guardar el evangelio puro, a no comprometer la verdad, y a vivir conscientes de nuestra misión y llamado.
Finalmente, se nos invita a mantener nuestros ojos en Dios, fuente de toda luz y socorro, especialmente en tiempos de dificultad. No estamos solos; el Espíritu Santo habita en nosotros y podemos acudir a Él en cualquier momento. Nuestra vida debe ser una respuesta de adoración, entrega y confianza, representando bien a nuestro Rey en todo lo que hacemos.
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A través de la cruz, por medio de la cruz, nosotros tenemos algo increíble. Nosotros podemos hablar con Dios, la oportunidad de conocerle personalmente, experimentar algo que nosotros no tenemos la capacidad de escribir con nuestras propias palabras. Todo eso, nosotros podemos traer la verdad de Dios a nuestras vidas. Hay un momento en el que tú le tienes que decir a las personas simplemente, tienes que experimentarlo. [00:07:50] (44 seconds) #ExperienciaDivinaIncomparable
Advertencias sobre el amor al dinero, de las ganancias del mundo y estas riquezas. Y cómo el Tomás, cuando los creyentes siguen este camino, afecta su eficiencia. Y viven con una fe quebrantada, heridas que ellos mismos se provocaron por estar siguiendo lo que el mundo les ofrecía. [00:30:32] (40 seconds) #PeligroDelAmorAlDinero
Comprometiendo tu fundamento en la palabra por complacer a otros, de que otras personas piensen de ti como otra buena persona, y el amor al dinero que otras personas siguen, aléjate de ellas, huye. ¿Saben que esa es una muy buena estrategia contra el pecado, verdad? Nosotros tenemos una tendencia de mantenerlo cerquita, estoy tocando pero ahí está, bien cerquita. Aléjate, vete, huye. [00:34:06] (56 seconds) #HuyeDelPecado
Cuando nos habla de la piedad es el ser como Jesús en todos los aspectos, lo que son mis deseos, mis acciones y mis actitudes. Perseguir eso, buscarlo. Detrás de todo ello el resultado es una verdadera gloria. Es perseguir una vida que cree en Dios. Y nosotros lo vemos en este libro. Fe sincera es el fundamento de la vida que Dios nos está dando. [00:41:46] (42 seconds) #PiedadComoReflejoDeJesus
El rey de reyes fue el que te llamó a vivir esta vida. Tú lo confesaste a él como rey delante de otras personas. Tú estás confesando frente a un grupo de personas que el Señor, que Jesús es tu rey, diciendo que el viejo hombre ha sido puesto a muerte, te identificas con su resurrección, con la nueva vida que tú vives. Quien tú eres, aférrate a eso con ambas manos. [00:54:05] (53 seconds) #ConfesionDeReyYResurreccion
Podemos experimentar sufrimiento, tribulaciones, ser quebrantados de tal manera al punto que no quede nada de nosotros mismos, pero lo único que se nos ha dicho es que miremos al cielo y llamar a aquel cual prometió estar con nosotros en todo momento. [01:10:19] (36 seconds) #PromesaDePresenciaDivina
``En cualquier momento, en cualquier circunstancia lo único que nosotros tenemos es que levantar nuestra vista, decirle Señor estoy quebrantado, estoy roto, he llegado al punto máximo de mí, es perdonar nuestro pecado, limpiarnos, levantarnos de su gracia, darnos y entregarnos todo lo que necesitamos, suficiente para ti, y él dijo está bien pues entonces te entrego mis debilidades porque el rey de reyes es más fuerte, solo tenemos que clamar a él. [01:11:52] (65 seconds) #MirarAlCieloEnLaAdversidad
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