A lo largo de la historia de Jonás, vemos cómo Dios no solo le da una segunda oportunidad a Jonás después de su desobediencia, sino que también extiende esa misericordia a los habitantes de Nínive. Dios es paciente y compasivo, dispuesto a perdonar y restaurar a quienes se arrepienten sinceramente, sin importar cuántas veces hayan fallado. Así como Jonás fue restaurado y enviado nuevamente, nosotros también recibimos nuevas oportunidades para obedecer y caminar en el propósito de Dios para nuestras vidas. No debemos dar por sentada la gracia de Dios, sino responder con humildad y gratitud, buscando siempre hacer su voluntad. [06:03]
Jonás 3:1-3 (RVR1960)
Vino palabra de Jehová por segunda vez a Jonás, diciendo: Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y proclama en ella el mensaje que yo te diré. Y se levantó Jonás, y fue a Nínive, conforme a la palabra de Jehová. Y era Nínive ciudad grande en extremo, de tres días de camino.
Reflexión: ¿En qué área de tu vida sientes que Dios te está dando una nueva oportunidad para obedecerle? ¿Cómo puedes responder hoy a ese llamado?
Dios llama a su pueblo al arrepentimiento, prometiendo perdón y sanidad cuando se humillan y buscan su rostro. Este principio se ve tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, y se ejemplifica en la respuesta de los ninivitas, quienes, al escuchar el mensaje de juicio, se humillaron, ayunaron y se apartaron de sus malos caminos. El arrepentimiento verdadero no es solo remordimiento, sino un cambio de actitud y de acciones, que abre la puerta a la restauración y la bendición de Dios sobre nuestras vidas y comunidades. [08:19]
2 Crónicas 7:14 (RVR1960)
Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.
Reflexión: ¿Hay algo en tu vida de lo que necesitas arrepentirte sinceramente hoy para experimentar la restauración de Dios?
La obediencia de Jonás, aunque tardía, fue el canal que Dios usó para llevar su mensaje a Nínive. El mensaje, aunque era de juicio, provocó una reacción profunda en el pueblo, llevándolos al arrepentimiento. Esto nos enseña que cuando obedecemos a Dios y compartimos su palabra, aunque no entendamos completamente sus planes, Él puede usar nuestra obediencia para transformar vidas y corazones. No subestimes el impacto que puede tener tu obediencia, incluso si el mensaje parece duro o difícil de entregar. [21:53]
Jonás 3:4-5 (RVR1960)
Y comenzó Jonás a entrar por la ciudad, camino de un día, y predicaba diciendo: De aquí a cuarenta días Nínive será destruida. Y los hombres de Nínive creyeron a Dios, y proclamaron ayuno, y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el menor de ellos.
Reflexión: ¿Hay alguien a quien Dios te está llamando a compartirle su mensaje hoy, aunque te resulte incómodo o difícil?
La gracia de Dios es un regalo inmerecido, pero no debe ser una excusa para seguir pecando o desobedeciendo. Dios nos llama a vivir en arrepentimiento constante y a no abusar de su misericordia. Cada día es una oportunidad para examinar nuestro corazón, pedir perdón y buscar obedecer a Dios en todo. La verdadera gratitud por la gracia recibida se demuestra en una vida que busca agradar a Dios y alejarse del pecado, no en una actitud de conformismo o permisividad. [31:57]
Romanos 6:1-2 (RVR1960)
¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?
Reflexión: ¿Hay alguna área en la que has estado tomando la gracia de Dios a la ligera? ¿Qué cambio concreto puedes hacer hoy para honrar esa gracia?
No solo debemos arrepentirnos de lo malo que hacemos, sino también de lo bueno que dejamos de hacer. La Biblia enseña que saber hacer lo correcto y no hacerlo es pecado. Muchas veces, nuestra desobediencia no es activa, sino pasiva: ignoramos oportunidades de servir, de compartir el evangelio, de ayudar al necesitado o de obedecer un llamado específico de Dios. Hoy es un buen día para reflexionar y pedir perdón por las veces que hemos dejado de hacer el bien, y comprometernos a actuar conforme a la voluntad de Dios. [38:11]
Santiago 4:17 (RVR1960)
Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.
Reflexión: ¿Qué buena obra o acción sabes que Dios te ha estado pidiendo hacer y has estado posponiendo? ¿Cómo puedes dar ese paso hoy?
Hoy hemos reflexionado sobre la historia de Jonás y el profundo mensaje que Dios nos da a través de su vida. Todos, en algún momento, llevamos un Jonás dentro: alguien que desobedece, que huye del llamado de Dios, y que a veces, por nuestras decisiones, no solo nos afecta a nosotros, sino también a quienes nos rodean. La desobediencia de Jonás no solo lo llevó a él a la adversidad, sino que también puso en peligro a los marineros y a toda la ciudad de Nínive. Sin embargo, el corazón de Dios es un corazón de segundas oportunidades, y así como Jonás recibió una nueva oportunidad para obedecer, también nosotros la recibimos una y otra vez.
Dios es un Dios que llama al arrepentimiento, no solo a su pueblo, sino incluso a quienes están lejos de Él, como los ninivitas. Aunque el mensaje de Jonás fue uno de juicio y no de arrepentimiento explícito, el pueblo de Nínive reconoció su maldad, se humilló, ayunó y buscó a Dios con sinceridad. El rey mismo decretó un ayuno total, mostrando que el arrepentimiento verdadero implica acción y humildad. La respuesta de Nínive fue tan profunda que Dios, en su misericordia, decidió no destruirlos. Esto nos muestra que el arrepentimiento genuino mueve el corazón de Dios y puede cambiar el curso de nuestra historia.
Sin embargo, debemos tener cuidado de no abusar de la gracia de Dios. La gracia es un regalo inmerecido, pero no es una licencia para seguir pecando deliberadamente. Es necesario vivir en un constante estado de humildad y arrepentimiento, reconociendo nuestras faltas, no solo por lo que hacemos mal, sino también por lo bueno que dejamos de hacer. Santiago nos recuerda que el que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado. No esperemos a estar en el “vientre del pez” para obedecer; Dios nos llama hoy a abrazar su llamado, a arrepentirnos y a actuar conforme a su voluntad.
Cada uno de nosotros sabe en qué área le hemos fallado a Dios y cuál es nuestro “Nínive” personal. No es necesario llegar al extremo para volvernos a Él. Hoy es el día para responder a su llamado, para arrepentirnos y para obedecer, sabiendo que su misericordia es nueva cada mañana y que su amor es más grande que cualquier error nuestro.
A todos los que estamos aquí, todos, todos, ya sea más importante en nuestra relación con Él o en nuestra relación con los demás o en nuestra vida, Dios nos ha dado más de una segunda oportunidad. Yo creo que todos hemos pasado por esa experiencia en que Dios nos ha dado más de una segunda oportunidad. Entonces, cuando Jonás, ¿verdad?, estuvo en tierra nuevamente, Dios le volvió a decir, ¿verdad?, que se levantara y que fuera Nínive y que fuera el mensaje. En esta ocasión, Jonás obedeció. [00:05:51] (31 seconds) #SegundasOportunidades
Aquí es muy clara y es mucho más grande la promesa de Jesucristo en un llamado al arrepentimiento, porque de ahí, de ese arrepentimiento, reconocer nuestros pecados y convertirnos en el Señor Jesús, la recompensa es mucho mayor que sanar nuestra tierra, sanar nuestro corazón y darnos vida eterna, que es el mejor regalo, que no lo merecemos, pero esa es la gran misericordia y el amor que Dios tuvo por nosotros. [00:10:04] (24 seconds) #MisericordiaYAmor
Dios, tenía bastantes, los asirios, tenían bastantes días, 40 días, era mucho, para que reaccionara, en su corazón, no menciona, la Biblia, cuantos días, pasaron, desde que Jonás, empezó, a predicar, el juicio, hasta que ellos, tuvieron, tomaron la decisión, de arrepentirse, delante de Dios, ahora, dice, el versículo 10, y vio Dios, lo que hicieron, que se convirtieron, de su mal camino, y se arrepintió, de hacer el mal, que había dicho, que se haría, y no lo hizo. [00:29:34] (34 seconds) #CuidadoConLaGracia
La misericordia, y el amor, de Dios, es tan grande, que no lo podemos entender, no podemos, no podemos entender, el gran amor, y la misericordia, y lo conocemos, sabemos, que su amor, es tan grande, que decidió, perdonarme a mí, la de mis pecados, y darme otra, segunda, y otra tercera, y otra, no sé cuántas oportunidades, y usted también, estamos en la misma situación, todos, estamos bajo, el amor, la gracia, y la misericordia, de Dios, y Él nos ha dado, muchas oportunidades. [00:31:12] (38 seconds) #GraciaNoEsLicencia
Pero es donde nosotros, debemos que tener cuidado, con la gracia, porque la gracia de Dios, es lo que nos, nos cubre, cuando nos arrepentimos, de fallarle a Dios, pero es donde tenemos que tener cuidado, de no abusar, de la gracia, porque a veces, bueno, pues si Dios me perdona, voy a hacer esto, voy a hacer aquello, decimos los mexicanos, voy a darle vuelo a la ilacha, y si Dios es bueno, y si nos arrepentimos, realmente de corazón, pero no es andar por ahí, haciendo apología de pecado. [00:31:49] (34 seconds) #ObedienciaSinEsperar
La gracia, no es dar apología, ni hablar, ni dar libertad al pecado, de que lo hemos hecho, probablemente, ya está en cada uno de nosotros, meditar en nuestros corazones, y saber, cuando, nosotros, hemos, abusado de la gracia de Dios, porque si Dios es un Dios, de segundas oportunidades, y no tenemos que hacer nada, para merecer la gracia de Dios, porque la gracia es precisamente, un regalo que no merecemos, no tenemos que hacer nada, Dios, nos derrama de su gracia, solamente porque Él es amor. [00:32:23] (37 seconds) #MandatoDeEvangelio
No tenemos que esperar, a ir y escondernos en un barco, para que la tormenta, acarrea a nuestros seres amados, a la gente que está alrededor de nosotros, no tenemos que esperar, para que calmar, la ira de Dios, seamos arrojados al mar, no tenemos que esperar, a ser tragados por un pez de problemas, estar en las profundidades del pecado, para que Dios nos rescate de ahí, no es necesario que hagamos eso, no tenemos que pasar, ser vomitadas por un pez, para que podamos obedecer a Dios. [00:35:33] (42 seconds) #PecadoPorOmisión
¿Cuántos de nosotros nos hemos arrepentido, de no hacer lo que debemos hacer? Dice en Santiago, el que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, es que, pecado, y pocos tomamos en cuenta ese versículo, y no lo sabemos de memoria, yo me lo sé de memoria, tal vez la mayoría de ustedes se lo sepa de memoria, tal vez lo ha escuchado, tal vez lo tenga por ahí en su refrigerador, en una, si le gusta tener versículos, o, ¿cómo dicen? en alguna parte, pegatina, dicen los españoles. [00:37:15] (38 seconds) #ClamorDesdeElCorazon
Probablemente pensemos, bueno, yo nunca he estado en la situación de Jonás, yo nunca he desobedecido a Dios, pero lo hemos obedecido en, en llevar su palabra, lo hemos obedecido en esa área, entonces, como a mí, cuando yo, estaba llorando, estaba pensando, pero cómo, cómo me puedo ir a arrepentir, de no hacer lo bueno, y sin embargo sí, porque ahí está en Santiago bien claro, el que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado. [00:38:19] (35 seconds) #ObedienciaDiaria
Cada quien, cada uno de nosotros, analicemos, nuestra vida, nuestra relación con Dios, en qué le hemos fallado, qué es lo que nos está llamando a hacer, cuál es nuestro nínive, cuál es nuestro Jonás, también que debemos dejar, como decía, vamos a esperar a que Dios, nos mande al fondo de un pez, claro, no literalmente, quién sabe, no creo, pero cuando Jonás estuvo en el vientre del pez, ahí clamó, y reconoció, que el único que podía, no solamente sacarlo del vientre del pez, que el único que podía sacarlo, de la actitud de su corazón, era el Señor. [00:38:54] (47 seconds)
I'm an AI bot trained specifically on the sermon from Nov 18, 2025. Do you have any questions about it?
Add this chatbot onto your site with the embed code below
<iframe frameborder="0" src="https://pastors.ai/sermonWidget/sermon/embracing-the-call-jonas-3-4-10" width="100%" height="100%" style="height:100vh;"></iframe>Copy