Dios ha dado a cada uno de sus hijos dones, talentos y habilidades para servir a otros y mostrar la multiforme gracia de Dios en la iglesia y en el mundo. No se trata solo de los pastores o líderes, sino de cada miembro del cuerpo de Cristo, quien ha recibido algo especial para bendecir a los demás. Servir no es un privilegio exclusivo, sino una responsabilidad y una oportunidad para que la gracia de Dios se manifieste de muchas maneras a través de nosotros. Cuando usamos lo que Dios nos ha dado, edificamos a la iglesia y glorificamos a Dios, recordando que nada proviene de nosotros mismos, sino de Él. [01:09:11]
1 Pedro 4:10 (RVR1960)
"Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios."
Reflexión: ¿Qué dones, talentos o habilidades te ha dado Dios y cómo podrías usarlos esta semana para bendecir a alguien en tu iglesia o comunidad?
Servir a Cristo y a su iglesia inevitablemente traerá momentos de sufrimiento, ya sea por dificultades externas, incomprensión o incluso por el dolor que a veces se experimenta dentro de la misma comunidad de fe. Sin embargo, este sufrimiento no es en vano; es parte del privilegio de participar en la obra de Cristo y de ser usados para el bien de otros. Pablo nos enseña que podemos gozarnos aun en medio de las aflicciones, porque el sufrimiento presente no se compara con la gloria venidera y porque servir a la iglesia es un honor que Dios nos concede. [01:23:21]
Romanos 8:18 (RVR1960)
"Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse."
Reflexión: ¿Hay alguna dificultad o sufrimiento que estés enfrentando por servir a otros? ¿Cómo podrías pedirle a Dios que te ayude a ver ese sufrimiento como un privilegio y a encontrar gozo en medio de él?
Dios nos llama a anunciar fielmente todo el mensaje de su Palabra, no solo las partes que nos agradan o que son fáciles de compartir. El evangelio es un mensaje de gracia, amor y esperanza, pero también de verdad, justicia y llamado al arrepentimiento. Así como Pablo fue llamado a proclamar el misterio de Cristo, nosotros también debemos compartir la esperanza de gloria que es Cristo en nosotros, sin omitir la necesidad de transformación y obediencia. Un mensaje incompleto no puede producir una vida transformada; solo el evangelio completo puede hacerlo. [01:29:14]
Colosenses 1:27-28 (RVR1960)
"A quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria, a quien anunciamos, amonestando a todo hombre y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre."
Reflexión: ¿Hay alguna parte del mensaje de Cristo que te cuesta compartir o vivir? ¿Cómo podrías ser más fiel en anunciar y vivir el evangelio completo esta semana?
Evangelizar es solo el comienzo; el verdadero reto es acompañar a otros en el proceso de crecer y madurar en Cristo. El discipulado implica amonestar, enseñar y caminar junto a otros, ayudándoles a obedecer todo lo que Jesús ha mandado. Esto requiere paciencia, amor y perseverancia, pues muchas veces implica sufrir con otros, perdonar y ser ejemplo aun en medio de nuestras propias debilidades. Dios nos pedirá cuentas de cómo hemos invertido en la vida de otros, y nos llama a hacerlo con sabiduría y dependencia de Él. [01:36:26]
Mateo 28:19-20 (RVR1960)
"Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén."
Reflexión: ¿A quién podrías acompañar o animar en su caminar con Cristo esta semana, ayudándole a crecer en obediencia y madurez?
No estamos llamados a servir a Dios en nuestras propias fuerzas, sino en la potencia de Cristo que actúa poderosamente en nosotros. Cuando nos sentimos cansados, insuficientes o desanimados, debemos recordar que Jesús es suficiente para sostenernos, capacitarnos y usarnos para su gloria. Depender de Él nos libra de la frustración y nos permite servir con gozo, sabiendo que si tenemos a Jesús, no nos falta nada. Su gracia es suficiente y su poder se perfecciona en nuestra debilidad. [01:41:54]
2 Corintios 12:9 (RVR1960)
"Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo."
Reflexión: ¿En qué área de tu servicio o vida necesitas dejar de depender de tus propias fuerzas y comenzar a confiar más en la suficiencia y el poder de Cristo?
Hoy celebramos el testimonio de Sergio, quien ha dado el paso de obediencia al bautismo, recordándonos que la vida cristiana comienza con la decisión de recibir el regalo de salvación en Cristo, pero continúa con el llamado a conocerle y obedecerle como Señor. Cada creyente es llamado no solo a recibir, sino a servir, porque el ministerio no es exclusivo de pastores o misioneros, sino de todos los que han recibido a Cristo. Pedro nos enseña que cada uno, según el don que ha recibido, debe ministrar a otros como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. Así, nuestros dones, talentos y habilidades son dados para bendecir y edificar a otros, mostrando la gracia de Dios de muchas maneras.
Servir a Cristo y a su iglesia implica enfrentar desafíos, y uno de ellos es el sufrimiento. Pablo nos recuerda que el ministerio del sufrimiento es parte de la vida cristiana; no es algo que buscamos, pero es inevitable cuando servimos a otros. Sin embargo, en medio de la aflicción, podemos gozarnos porque el sufrimiento, cuando es por causa de Cristo y su iglesia, tiene propósito y produce fruto eterno. Jesús ya completó la obra de salvación, pero nos ha encomendado la obra de evangelización y discipulado, y en ese proceso enfrentaremos dificultades, pero también la promesa de su presencia y poder.
El ministerio también incluye la proclamación fiel y completa del evangelio. No anunciamos un mensaje a medias, sino la plenitud de la verdad: Dios es amor, pero también es justo; somos pecadores, pero en Cristo hay esperanza y salvación. El misterio que estuvo oculto por siglos, ahora revelado, es que Cristo vive en nosotros y es la esperanza de gloria para todos, judíos y gentiles. Nuestra tarea es anunciar este mensaje y discipular a otros, enseñándoles a obedecer todo lo que Jesús ha mandado.
El discipulado no termina con la conversión; es un proceso de acompañar, enseñar, amonestar y modelar la vida de Cristo, aun en medio de nuestras propias debilidades y errores. Todo esto solo es posible si dependemos de la potencia de Cristo que actúa poderosamente en nosotros. No servimos en nuestras fuerzas, sino en la gracia y el poder de Jesús. Si tienes a Jesús, no te falta nada; si te falta Jesús, no tienes nada. Por eso, avancemos con confianza y sirvamos con gozo, sabiendo que Él es suficiente para sostenernos y usarnos para su gloria.
I'm an AI bot trained specifically on the sermon from Sep 21, 2025. Do you have any questions about it?
Add this chatbot onto your site with the embed code below
<iframe frameborder="0" src="https://pastors.ai/sermonWidget/sermon/embracing-service-and-suffering-in-christ" width="100%" height="100%" style="height:100vh;"></iframe>Copy