Embracing Christ's Peace Amidst Life's Storms
Summary
Hoy reflexionamos sobre la paz, no como una simple ausencia de problemas, sino como la presencia viva de Cristo en nuestras vidas. Muchos de nosotros, especialmente como latinos, hemos crecido en ambientes de caos, conflicto y ansiedad, tanto externos como internos. Es fácil acostumbrarse a vivir en medio de la tormenta, a ser alborotadores o a evitar el conflicto, pero el llamado de Dios es mucho más profundo: ser embajadores de Su paz, agentes de restauración en nuestro entorno.
La paz que Dios ofrece no es una emoción pasajera ni una condición ideal, sino una persona: Jesucristo. Cuando recibimos a Cristo, recibimos acceso a una nueva naturaleza, una nueva identidad, y la capacidad de vivir bajo el gobierno de Su paz. Esta paz tiene autoridad para transformar nuestro mundo interior, y solo cuando permitimos que gobierne nuestro corazón, podemos impactar nuestro mundo exterior. No se trata de cambiar nuestro comportamiento superficialmente, sino de alinearnos con la cultura del Reino, donde la paz es un lenguaje y una realidad activa.
En un mundo marcado por guerras, divisiones, miedo y escasez, el Señor nos llama a brillar con Su luz y a traer paz en medio de la tormenta. No podemos controlar todo lo que sucede a nuestro alrededor, pero sí podemos decidir en quién anclamos nuestra vida. La invitación es a dejar de buscar soluciones humanas y a depender de la presencia de Cristo, quien tiene el poder de calmar cualquier tormenta, como lo hizo con sus discípulos en el lago.
La paz de Cristo no es pasiva; es activa y confronta el caos con compasión, verdad y restauración. A veces, ser pacificadores implica confrontar mentiras, restaurar relaciones y traer orden divino donde hay desorden. No se trata de evitar el dolor o pretender que todo está bien, sino de invitar a Cristo a nuestras situaciones difíciles y permitir que Su verdad y amor nos transformen desde adentro.
Hoy, la invitación es a examinar nuestro corazón: ¿estamos viviendo en paz o en tormenta? ¿Quién está en nuestro barco? Cristo nos ofrece Su paz, una paz que sobrepasa todo entendimiento y que nos capacita para ser luz y esperanza en medio de cualquier circunstancia. Al tomar la comunión, recordamos que por medio de la cruz tenemos acceso a esta paz y somos llamados a compartirla con los demás.
Key Takeaways
- La paz verdadera no es la ausencia de problemas, sino la presencia de Cristo. Cuando permitimos que Su paz gobierne nuestro interior, el enemigo pierde influencia sobre nuestro exterior. No podemos controlar las circunstancias, pero sí podemos decidir en quién anclamos nuestra vida y nuestra mente. [51:48]
- Ser pacificadores no significa evitar el conflicto, sino introducir el Reino de Cristo en cada situación. La paz de Dios es activa, confronta el caos con compasión y verdad, y nos llama a ser agentes de restauración en nuestras familias, comunidades y trabajos. [49:01]
- La autoridad de la paz de Cristo nos permite enfrentar las tormentas con confianza. Como Jesús en la barca, podemos descansar y confiar en medio de la adversidad, sabiendo que Su presencia es suficiente para calmar cualquier tempestad. [58:45]
- Confrontar la realidad y las mentiras internas es necesario para experimentar sanidad y verdadera paz. Evitar el conflicto puede generar más caos, pero invitar a Cristo a nuestras conversaciones y relaciones abre camino a la restauración y la reconciliación. [01:09:42]
- La comunión nos recuerda que la paz, la misericordia y la libertad son frutos accesibles por medio del sacrificio de Cristo. Somos llamados a examinar nuestro corazón, recibir Su paz y compartirla, fortaleciendo a quienes nos rodean y siendo luz en medio de la tormenta. [01:26:05]
Youtube Chapters
[00:00] - Welcome
[40:36] - Introducción: La paz en nuestra cultura
[42:36] - El caos y nuestra tendencia natural
[44:31] - La paz como fruto del Espíritu
[45:28] - La cultura del Reino y el lenguaje de la paz
[47:02] - La paz es una persona: Cristo
[49:01] - Autoridad y gobierno de la paz
[51:48] - La paz interior antes que la exterior
[58:45] - Jesús calma la tormenta
[01:03:48] - Proteger nuestra mente y corazón
[01:05:18] - Ser agentes de restauración
[01:09:42] - La paz activa y la confrontación sanadora
[01:19:56] - Testimonio personal: paz en la tormenta
[01:26:05] - Comunión: recordando la paz de la cruz
[01:32:21] - Oración final y bendición
Study Guide
Guía de Estudio Bíblico para Grupos Pequeños: Paz en Medio de la Tormenta
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### Lectura Bíblica
- Efesios 2:14
“Porque Cristo mismo es nuestra paz. Él ha hecho que ambos grupos, judíos y no judíos, que somos nosotros, estén unidos como un solo cuerpo.”
- Marcos 4:35-41
(Jesús calma la tormenta: “Silencio, cálmate... De repente el viento se detuvo y hubo una gran calma...”)
- Mateo 5:9
“Bienaventurados los pacificadores, porque serán llamados hijos de Dios.”
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### Preguntas de Observación
1. ¿Cómo describe Efesios 2:14 la paz que Cristo nos da? ¿Qué significa que Él mismo es nuestra paz?
2. En la historia de Marcos 4:35-41, ¿qué estaba haciendo Jesús durante la tormenta y cómo reaccionaron los discípulos? [58:45]
3. Según Mateo 5:9, ¿qué promesa reciben los pacificadores?
4. En el sermón, ¿qué ejemplos se dieron de cómo Jesús trajo paz en medio del caos o el conflicto? (Por ejemplo, la mujer sorprendida en adulterio, la mujer samaritana, el templo) [01:09:42]
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### Preguntas de Interpretación
1. ¿Por qué es importante entender que la paz no es solo la ausencia de problemas, sino la presencia de Cristo en nuestra vida? [45:28]
2. ¿Qué diferencia hay entre evitar el conflicto y ser un pacificador según lo que enseñó Jesús y lo que se compartió en el sermón? [49:01]
3. ¿Por qué Jesús pudo dormir en medio de la tormenta? ¿Qué nos enseña esto sobre la confianza y la paz interior? [58:45]
4. ¿Cómo puede la confrontación, cuando se hace con compasión y verdad, ser un camino hacia la sanidad y la paz verdadera? [01:09:42]
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### Preguntas de Aplicación
1. El sermón mencionó que muchos de nosotros crecimos en ambientes de caos o conflicto, y que a veces eso se refleja en nuestro interior. ¿Puedes identificar alguna área de tu vida donde el caos interno todavía gobierna? ¿Qué pasos podrías tomar para invitar a Cristo a esa área? [42:36]
2. ¿En qué situaciones tiendes a evitar el conflicto en vez de buscar la paz activa? ¿Cómo podrías ser un agente de restauración en tu familia, trabajo o comunidad esta semana? [49:01]
3. Piensa en una “tormenta” que estés viviendo actualmente. ¿Quién está en tu barco? ¿Has invitado a Cristo a esa situación o has intentado resolverlo solo/a? [51:48]
4. ¿Hay alguna relación rota o tensa en tu vida donde necesitas confrontar con compasión y verdad, en vez de evitar el tema? ¿Qué te detiene y cómo podrías dar el primer paso? [01:09:42]
5. El sermón habló de anclar nuestra vida en Cristo y no en las circunstancias. ¿En qué cosas sueles anclar tu paz y seguridad? ¿Qué podrías hacer esta semana para cambiar ese ancla? [51:48]
6. Cuando ves noticias o experimentas miedo por lo que pasa en el mundo, ¿cómo puedes recordar y practicar la paz de Cristo en esos momentos? [45:28]
7. Al tomar la comunión, recordamos que la paz es fruto del sacrificio de Cristo. ¿Cómo puedes compartir esa paz con alguien que la necesita esta semana? [01:26:05]
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Oración final sugerida:
Señor Jesús, gracias porque Tú eres nuestra paz. Ayúdanos a recibir tu paz en nuestro corazón y a ser agentes de restauración y esperanza en medio de cualquier tormenta. Amén.
Devotional
Day 1: Cristo es nuestra paz y la paz es una persona, no una condición
La verdadera paz no es simplemente la ausencia de problemas o conflictos, sino la presencia viva de Jesucristo en nuestras vidas. Cuando recibimos a Cristo, no solo somos perdonados y hechos nuevas criaturas, sino que también recibimos la promesa de Su paz que puede gobernar y transformar nuestro interior. Esta paz tiene autoridad para cambiar nuestra perspectiva y darnos dominio sobre las circunstancias, permitiéndonos vivir como embajadores del reino de Dios en medio de cualquier situación. [47:02]
Efesios 2:14 (NVI): Porque Cristo es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación.
Reflexión: ¿En qué áreas de tu vida has estado buscando paz en circunstancias externas en vez de buscar la presencia de Cristo como tu fuente de paz?
Day 2: La paz de Cristo puede calmar cualquier tormenta
Jesús nos muestra que es posible experimentar una paz tan profunda que podemos descansar incluso en medio de las tormentas más intensas de la vida. Así como Él dormía en la barca mientras las olas azotaban, nosotros también podemos confiar en que Su presencia tiene poder para calmar el caos a nuestro alrededor y dentro de nosotros. Esta paz nos invita a tomar autoridad sobre nuestros pensamientos y temores, recordando que no estamos solos en la tormenta, sino acompañados por el Príncipe de Paz. [58:45]
Marcos 4:35-41 (NVI): Al atardecer de aquel mismo día, Jesús dijo a sus discípulos: “Crucemos al otro lado del lago.” Despidieron a la multitud y se fueron con él en la barca donde estaba. También lo acompañaban otras barcas. Se desató entonces una fuerte tormenta, y las olas azotaban la barca, tanto que ya comenzaba a inundarse. Jesús, mientras tanto, estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal. Lo despertaron y le dijeron: “¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?” Él se levantó, reprendió al viento y ordenó al mar: “¡Silencio! ¡Cálmate!” El viento se calmó y todo quedó completamente tranquilo. “¿Por qué tienen tanto miedo?” dijo a sus discípulos. “¿Todavía no tienen fe?” Ellos estaban espantados y se decían unos a otros: “¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?”
Reflexión: ¿Cuál es la tormenta que estás enfrentando hoy y cómo puedes invitar a Jesús a que traiga Su paz y calma en medio de esa situación?
Day 3: La paz es activa: somos llamados a ser pacificadores
La paz que proviene de Dios no es pasiva ni evasiva, sino activa y transformadora. Como hijos de Dios, estamos llamados a ser pacificadores, agentes de restauración y reconciliación en nuestras familias, comunidades y lugares de trabajo. Esto implica confrontar el caos y el conflicto con la verdad, la compasión y la sabiduría del reino, siguiendo el ejemplo de Jesús, quien trajo paz y restauración en medio de situaciones difíciles. [01:09:42]
Mateo 5:9 (NVI): Bienaventurados los pacificadores, porque serán llamados hijos de Dios.
Reflexión: ¿En qué relación o situación específica puedes hoy tomar la iniciativa para ser un pacificador y traer restauración en vez de evitar el conflicto?
Day 4: Estar quietos y conocer que Él es Dios
En medio del caos y la ansiedad, Dios nos invita a desacelerar, a estar quietos y a enfocar nuestra mirada en Él. Esta quietud no es pasividad, sino una postura activa de escuchar, aprender y meditar en Su presencia y promesas. Al hacerlo, podemos experimentar sanidad, recibir una nueva perspectiva del reino y descansar en la fidelidad de Dios, sabiendo que Él cumple todo lo que ha prometido. [01:13:55]
Salmo 46:10 (NVI): “Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios. Yo seré exaltado entre las naciones, enaltecido seré en la tierra.”
Reflexión: ¿Puedes tomar hoy un momento para estar en silencio ante Dios, dejando de lado tus preocupaciones, y pedirle que te muestre Su perspectiva sobre tu situación actual?
Day 5: Nuestra asignación es reconciliar y restaurar, no evitar el caos
Dios nos ha dado la tarea de ser embajadores de reconciliación, trayendo orden divino y sanidad a situaciones caóticas, tanto en nuestro interior como en nuestras relaciones. No se trata de ignorar el dolor o pretender que todo está bien, sino de invitar a Cristo a nuestras circunstancias, hablar con propósito de restauración y depender de Su fuerza para caminar en libertad y paz. [01:16:55]
2 Corintios 5:18 (NVI): Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación.
Reflexión: ¿A quién puedes acercarte hoy para ofrecer palabras de ánimo, reconciliación o restauración, permitiendo que la paz de Cristo fluya a través de ti?
Quotes
La paz no es la ausencia de algo, es la presencia de alguien. La paz no es una emoción, es una persona y esa es la persona de Cristo Jesús. Cuando nosotros tenemos a Cristo y recibimos al Señor y entregamos nuestra vida a Dios, por medio de la cruz, nosotros tenemos ahora acceso a la persona de Jesús, al Espíritu Santo, a Dios el Padre que ahora moran dentro de nosotros y nos han dado no solo la promesa de que perdona tus pecados, sino que nos da la promesa que nos hace nueva criatura. [00:46:53]
Lo que significa que todo aquello que nosotros queramos hacer ahora es posible por medio del Espíritu Santo. Si antes me costaba decir la verdad, ahora no me cuesta porque el Espíritu Santo mora en mí y me ha dado una nueva, una nueva versión de mí y ahora yo puedo caminar en verdad por medio del Espíritu Santo. Esa es la bendición que todos podemos disfrutar y dice que Él es nuestra porción, Él es la paz. [00:48:07]
La paz tiene la habilidad de gobernar nuestra vida. La paz tiene la habilidad de tomar dominio, que significa cuando la paz de Cristo se establece en nuestra vida, todo aquello que no nos trae paz es removido en el nombre de Jesús, incluyendo nuestra perspectiva de las cosas que estamos pasando, cambian por medio de Cristo. [00:48:58]
La paz es una persona, no es una condición, es una persona. Y cuando vivimos en relación con Cristo podemos disfrutar de ella. Amén, la paz es esa presencia que nos gobierna y nos cubre, tiene autoridad. [00:49:30]
Cuando nosotros disfrutamos de la paz del Señor podemos tener autoridad en el nombre de Jesús de llamar a aquellas cosas que no son como si fueran. En fe, podemos no solo porque Jesucristo no nos ha llamado a navegar conflicto, somos muy buenos en navegar conflicto, buenísimos somos o evitar. Conflicto, pero el Señor nos ha llamado a navegar conflicto, Él nos ha llamado a introducir el reino De Cristo en nuestra vida, en nuestra familia, en nuestra comunidad, en nuestro trabajo, esa es una Una asignación totalmente diferente. [00:49:56]
Primero tenemos que permitir que la paz gobierne en nuestro mundo interior para que el enemigo pueda perder influencia en nuestro mundo exterior, lo que a veces nos sucede como cristianos es que queremos que arreglar todo lo que nos pasa fuera. Que nadie pelee en la casa, que nadie se grite, que todo esté bien, nadie perdió trabajo, nadie murió. Todo está bien, queremos arreglar las cosas externas pero hay cosas hermanos que tú y yo sabemos que están fuera de nuestro control. [00:51:48]
Esa es mi invitación, este día no es condenación, es una invitación a poder evaluarnos ¿Dónde está nuestra, nuestra ancla? ¿Estamos anclados en Cristo, la paz y la paz que nos promete? ¿O estamos anclados en lo que viene y va? Por ende somos así, lo que viene y va. Un día bien, otro día nos ahogamos. Un día bien, otro día nos ahogamos. Porque no estamos anclados en Cristo ¿En qué estás anclado tú? [00:52:53]
El llamado que el Señor nos hace es que podamos brillar en la luz en medio de la oscuridad. Y sí es difícil hablar acerca de la paz en el 2025. Como latinos es muy más, aún más difícil. Porque somos una de las minorías en Estados Unidos. Por todos lados hay miedo. Encendemos la televisión y lo que vemos es miedo, miedo, miedo. Cosas que están pasando. Familias que están siendo separadas. Personas que se están regresando a sus países cuando no pensaron que el 2025 iba a ir de esta forma. No hay paz. Ni exteriormente. Y si seamos honestos, a veces ni interiormente tenemos paz. [00:55:08]
Lo que no es bueno para nosotros como hijos de Cristo es abrazar el miedo y quedarnos ahí estancados. El Señor quiere levantarnos y como les decía la perspectiva de ahora en medio de la oscuridad que estamos experimentando es que el Señor quiere que podamos traer la paz en medio de la tormenta. Que podamos ser agentes de restauración en medio de un tiempo de división. [00:56:29]
Quizás no pueda arreglar la situación que tú estás pasando. Quizás ninguno de nosotros podamos arreglar la situación que estemos pasando. Pero podemos invitar a la persona que tiene control del mundo, del universo y de nosotros, en el presente, en el futuro. Invitarle a que nos dé fuerzas para pasar esa tormenta. Eso lo podemos hacer y es una promesa que el Señor nos da. [00:57:06]
No hay mejor ofrenda que podamos traerle al Señor que una ofrenda en el medio de que hemos perdido a un hijo, que hemos perdido un trabajo, que hemos perdido oportunidades, que hemos visto a alguien fallecer, que no tenemos la oportunidad, que nuestros hijos se han ido a la casa, tu esposa se ha ido, estás en divorcio. En medio de esa tormenta no hay mejor ofrenda que traer delante del Señor que decir Señor confío en Ti. Mi oración siempre estará delante. [00:57:45]
Yo no puedo, pero Cristo sí puede. Yo no tengo la solución, pero yo tengo relación con el que tiene la solución. Y si no arregla la situación en la que está aún le amo y a él aún me ama y me ha prometido llevarme de bendición a bendición. En otras palabras de darme todo lo que necesito para pasar esta situación victorioso. [00:58:35]
Hermanos este llamado es que nosotros podamos experimentar este tipo de paz en el que podamos dormir y tomar una siesta en medio de la tormenta. Cuando nos pasa algo difícil, cuántos somos, lo primero que hacemos es tratar de buscarnos solución, quejarnos. Pero en esta ocasión vemos que Jesús, después de haber pasado un día entero predicando parábola, después de parábola, después de parábola, decide irse en el barco con los discípulos. Y la Biblia dice que se levantó una gran tormenta y en medio de la tormenta él estaba dormido. [01:01:30]
A veces necesitamos hacer eso en nuestra mente. Ya, Nacho. Deja de pensar en eso. Ya, Karen. Stop. Detente. Cuando el enemigo comienza a poner, pero que si no te da trabajo, pero que si esto te pasa. Y en ese momento podemos tomarnos de las promesas que el Señor ya estableció, ya estableció para nosotros. Tenemos que tomar la autoridad de decir, no vaya ahí hermano porque, hermano no venga a la iglesia. Y si sigue hablando, nos vemos. Porque tu mente y tu paz es, tiene que ser protegida por nosotros. Nuestra mente, nuestro corazón. [01:03:21]
La paz, hermanos, causa transformación a nuestras vidas. Causa transformación a nuestros corazones. Causa transformación a nuestra perspectiva. Causa transformación interna que produce una respuesta externa diferente que no podíamos hacerla sin la ayuda del Espíritu Santo. Ese es el reino de Cristo. [01:07:56]
La paz no es pasiva. La paz es activa. Dilo conmigo. La paz no es pasiva. La paz es activa. Es activa porque el Espíritu Santo es activo en nuestra vida. [01:08:36]
El Espíritu Santo viene porque Jesucristo no evitó conflictos hermanos. Jesucristo entró en los conflictos con gracia y compasión y con compasión y con verdad del reino para restablecer a alguien o restablecerlos con Jesús, con Dios. [01:09:01]
La confrontación no es una violación de la paz. Es un camino que nos da la oportunidad de experimentar sanidad. A veces el Señor tiene que confrontar ciertas mentiras en nuestra mente y corazón para hacer un camino para que podamos conocer la verdad de Cristo y ser sanos. [01:12:18]
Lo primero que el Señor quiere hacer en nosotros es desacelerarnos. Llegarnos, la palabra quietos en el hebreo en este versículo habla de una posición en la que estamos listos de escuchar al Señor. Una posición en la que estamos listos de aprender, de estar con Él y de meditar en Él. No es una posición de dormir o tomar una siesta o no hacer nada. Es una posición activa. Decir Señor, ¿qué tienes que decirme? [01:15:23]
En otras palabras hermanos, tenemos la oportunidad de ser sanados, de ser introducidos a la paz, a quien Él es, a callar nuestros pensamientos que no son de Cristo, a darnos fuerzas y ánimos. También para aquellos que son cristianos y han estado aquí por mucho tiempo y tú has seguido fielmente, también es para poder darnos una nueva perspectiva del reino, de cómo guiar a las personas que vienen a esta iglesia, no conforme nosotros queramos, sino como conforme a Cristo. [01:16:39]
En otras palabras hermanos, no evitar el caos, sino que nuestra asignación es traer orden divino a estas situaciones. No ignorar el dolor que estamos pasando, sino que traer libertad y sanidad a la situación que estamos pasando. No pretender que todo está bien, sino que invitar a la verdad, al amor de Cristo y poder hablar con propósito de restauración dentro de nosotros con Dios y dentro de las relaciones que nosotros tenemos. [01:18:02]
El Señor ha venido para que podamos caminar en libertad y eso, una libertad que es accesible para cada uno de nosotros y este día mi pregunta es ¿Cómo estás? ¿Cómo estás? ¿Sientes paz interna dentro de ti? ¿O sentimos una tormenta dentro de nosotros? ¿Quién está en el barco con nosotros en esta tormenta? Mi invitación es que el Señor sea el que esté con nosotros en medio de la tormenta. [01:19:41]
El orar y el tener personas alrededor de mí no la situación no cambió pero el Señor usó lo que el enemigo quería hacer en mal y lo transformó en algo bueno y en este día estoy aquí parada simplemente por la misericordia y la fidelidad de Cristo porque Dios dice yo, Cristo dice yo voy a cumplir la palabra que yo tengo para tu vida y esa es la promesa que el Señor y el favor del Señor está con nosotros. [01:22:12]
Si tú eres fuerte que bien me alegra que seas fuerte. Ahora nuestro llamado es fortalecer al que no está fuerte ok todos tenemos un rol y si tú eres el que no está fuerte amen porque el Señor hace una invitación a la mesa para poder ser fortalecidos. [01:23:25]