El Valor de los Niños en el Reino de Dios

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En los tiempos bíblicos había un tremendo menosprecio hacia los más pequeños, en la cultura romana y griega, cuando un niño nacía, si los padres consideraban que era un niño débil, que era un niño que no podría aportar a futuro algo a la familia, no tendría ningún problema de abandonarlo, echarlo a los ríos, de aventarlo a los despeñaderos, no había ese sentimiento hacia los más vulnerables. [00:03:22]

una enorme bendición en un ámbito religioso los judíos estaban menospreciando a los más pequeños ellos tenían más esa idea nacionalista tenían esa más esa idea más fariseica verdad de el comportamiento externo entonces los niños quedaban muchas veces relegados no había algo diseñado dentro de la sinagoga para que los niños conocieran al señor ellos confiaban única y exclusivamente en la buena conducta y en el aporte que pudieran hacer los padres sobre sus propios hijos y aunque había personas que entendían que era importante que ciertos maestros espirituales pudieran bendecir a los hijos de todos modos aún los líderes espirituales muchas veces menospreciaban a los más pequeños y aquí tenemos un tiempo muy importante y vemos al inicio en el capítulo número 10 versículo de 1 al versículo número 12 el señor habla acerca del divorcio y bueno que tiene que ver eso con lo que hemos leído del versículo 13 al versículo número 16 bueno déjame decirle que una de las cosas que más lastima el corazón de un niño o de una niña es el divorcio de sus padres es algo muy delicado luego vemos en el versículo del 13 al versículo 16 vemos esa parte importante que es jesús bendiciendo a los más pequeños y el señor se indigna con una un celo santo de no rechazar a los más pequeños los discípulos posiblemente verían a jesús como una persona extremadamente ocupada y ellos buscarían verdad que no hubiera distracciones para que el señor pudiera continuar con su jornada de ese día y había padres que tenían el deseo de que el maestro les bendiciese y el texto bíblico nos enseña en el versículo número 13 por favor dice y se les presentaba a niños [00:04:13]

Y esa expresión en particular posiblemente abarca desde niños recién nacidos, niños de brazo, hasta posiblemente 13 o 14 años. Los padres estaban deseosos de que el Señor les bendijera, pero los discípulos desafortunadamente no tenían el mismo corazón que el Señor. Y vieron eso como una manera de quitarle el tiempo al Señor y el Señor los reprende y dice no, déjalos venir hacia donde yo estoy. El Señor en un pequeño espacio de palabras del testimonio de Marcos y de los otros evangelios da testimonio de que para el Señor son importantes los pequeñitos. Y hasta al grado que utiliza la vida de ellos para hablarnos acerca del acceso al reino de los cielos. La escritura nos dice que el Señor dice que debemos de ser como uno de estos niños. [00:06:20]

Vemos una cosa con un contraste distinto, porque mientras Jesús dice que el reino de los cielos, el acceso al reino de los cielos tiene que ser con una fe sencilla en humildad. Del versículo número 17 hasta el versículo número 31. Vemos a un joven rico con prejuicios que dice que debo de hacer yo para heredar la vida eterna. Entonces, este versículo colocado, este pasaje colocado en media de estas dos historias es muy significante. [00:07:24]

Vemos del versículo 13 al versículo número 16 principios increíblemente importantes que nosotros como cristianos debemos de entender y aplicarlo a nuestro día. Dios valora profundamente a los niños. Jesús no solo los aceptó, sino que los abrazó y los bendijo. Vaya conmigo por favor al salmo 127 versículo número 3. Dice, he aquí herencia de Jehová son los hijos, cosa de estima el fruto del vientre. [00:07:55]

¿Cómo es la fe? ¿A qué se está refiriendo el Señor cuando dice que el reino de los cielos le pertenece a los pequeños? Bueno, se está refiriendo a una fe sencilla, una fe sin prejuicios, una fe confiada y en humildad. Vaya conmigo por favor ahora a Mateo capítulo 18 versículo 3 y dijo, de cierto os digo que si no os volvéis y os hacéis como un niño, no entraréis en el reino de los cielos. No solamente vemos eso, pero también vemos que pecamos gravemente si impedimos que los niños se acerquen a Cristo. [00:08:31]

Y no solamente estamos hablando de guiarlos a los pies del Salvador, pero también en ministrarlos. Recuerde que la palabra del Señor nos enseña que dentro de la predicación del Evangelio es enseñarle a todas las personas a guardar las cosas que nos ha enseñado el Señor. Y es una terrible tristeza que en muchas iglesias y en muchos ministerios, el ministerio del culto infantil es menospreciado. Los maestros no se preparan de una manera correcta, no oran por sus niños, no oran por las necesidades de esos pequeñitos, confían en su propia carnalidad, en su propia habilidad y ellos muchas veces no son empáticos con lo que está sucediendo en la vida de esos pequeñitos. [00:09:08]

A veces en algunas iglesias hasta se consideraría que participar en el ministerio de la cuna o de párvulos o del culto infantil es más un castigo para el adulto en vez de verlo como una oportunidad en la cual usted va a mostrar lo que el Señor mostró y quiso en este pasaje de Marcos capítulo número 10 versículo 13. Llevar a los niños a Jesús. No se trata simplemente de imprimir unas cuantas lecciones bíblicas y ponerlos a dibujar. No se trata simplemente de gastar 30 o 40 minutos guiando a los niños siempre cantando los mismos coritos de la barquita. A lo mejor hasta algunos niños ya están aburridos de siempre cantar. [00:09:59]

El mismo corito se trata de que el maestro o la maestra del culto infantil de párvulos de cuna vea allí la oportunidad de sembrar una semilla que guíe a su debido tiempo a ese pequeño a los pies de Cristo porque los grandes hombres del Señor hicieron decisiones cuando eran pequeños. [00:10:42]

Vemos que Jesucristo no tiene favoritos vemos hermanos que el amor del Señor incluye a los más pequeños mire podríamos gastar recursos haciendo mil y un cosas en nuestra iglesia algunos podrían mencionar pastor pero tenemos deudas tenemos compromisos que saldar porque se está invirtiendo tanto en los pequeños déjeme decirle porque son importantes porque son importantes porque el Señor los amó de la misma manera que amó a los adultos. Porque el Señor los amó de la misma manera que le amó a usted y me amó a mí se entregó de la misma manera por ellos por eso nosotros como cristianos debemos también de hacer un esfuerzo genuino por alcanzar a los pequeñitos. Los niños poseen una capacidad espiritual hermano genuina para recibir el evangelio ellos no tienen los prejuicios que nosotros tenemos me entiende el adulto tiene el prejuicio de sabes que este no es lo que me dejaron mis padres quien sabe si la Biblia es la palabra de Dios bueno eso es tu verdad yo tengo mi propia verdad y los adultos hermanos en muchos sentidos tenemos prejuicios. Pero los niños no la verdad es de que con el tiempo los más pequeños terminaban adoptando las malas costumbres y los prejuicios que nosotros sembramos en ellos pero cuando tomamos a un niño en su sencillez y les explicamos el evangelio hermano créame que es muy difícil el ver que un niño rechaza a Cristo. Todos desean genuinamente aceptar al Señor nosotros tenemos muchas veces el prejuicio habré hecho la oración correcta habré usado las palabras exactas la forma la fórmula de la oración del pecador para ser salvo hay dudas que a la mejor. [00:11:04]

mejor el enemigo siembra nuestro corazón, porque tenemos prejuicios, pero un niño no es así, un niño lo cree, un niño lo cree, y si no, y si usted no me cree, verdad, usted puede voltear a ver a la mayoría de los niños, y cuantos no creen en Santa Claus, cuantos no creen en los Reyes Magos, y ellos, ellos no cuestionan, y cómo será que ese gordito panzón, puede ir en una noche, por los, por todos los países, del mundo, y meterse a través de, de, de, de las chimeneas, y dejar ahí, este, los juguetes, ellos no, ellos no están cuestionando, cómo le hará, a qué velocidad irán los, los, cómo se llama, los renos, no, los renos, a qué velocidad irán los renos, no, a ellos, mire, acá, en esta parte de, de, de México, este, somos más dados a, a los Reyes Magos, no, no, a, a, a, a mí me cae gordo Santa Claus, nunca me trajo nada, pero los Reyes Magos, oye, fue una cosa tremenda, cuando yo era más pequeño, los que eran mis padrinos de bautizo, cuando éramos católicos, se apellidaban Reyes, y bueno, fue una amistad muy hermosa, que formaron mis padrinos, con mis padres, y recuerdo en una ocasión, que era tiempo de Reyes, yo era muy pequeño, y, y, y era, no recuerdo, faltaba, era un día, antes de Reyes, o era el día de Reyes, no recuerdo detalles, pero, lo que recuerdo, es que tocaron la puerta, y yo me acerqué, y le dije, ¿quién? y ellos dijeron, los Reyes, porque ellos se apellidaban Reyes, no, ellos se apellidaban Reyes, y tocaron la puerta, y dijeron, este, somos los Reyes, y yo me quedé, ay, son los Reyes, y yo pensé, dije, yo, yo en mi cabecita ahí, mi chicharito, dije, cuando abrigo, voy a ver el elefante, voy a ver el camello, voy, voy, voy a ver a, a, a, a los Reyes, y abrí, y vi a los padres, ah, son mi padrino, ¿no? Pero, así es la fe de un niño, ¿me entiende? Nosotros, como adultos, somos los que tenemos prejuicios, los niños, no, hermanos, los niños poseen una capacidad espiritual genuina. [00:12:52]

para recibir el evangelio, por eso la importancia de que nosotros hagamos nuestro mejor trabajo, no es menospreciar, no es malgastar, no es hacer las cosas al ahí se va, estamos hablando de vidas enteras, recuerdo que cuando estaba en Monterrey estudiando en el instituto bíblico, salíamos a ganar almas entre semana, regresábamos, contábamos cuánta gente había sido salva, y le preguntaron a un jovencito posiblemente de unos 18, 17 años, y cuántos ganaste tú, dijo dos y medio, y como que ganaste dos personas y media, dice si gané dos niños que le pueden dar su vida entera a Dios y un ancianito que ya va de salida, hermanos usted no sabe lo que estamos haciendo hoy, tal vez hoy no vamos a ver el resultado, pero si hacemos bien nuestro trabajo, y nos dejamos guiar por el Señor, esas vidas van a ser transformadas, esas vidas van a ser cambiadas, no es el gobierno hermano, no es la sociedad, es el poder del evangelio predicado con amor, es el poder del evangelio el que va a transformar las vidas, por eso antes de salir a repartir volantes, antes de esforzarnos hermanos, por los cantos y busquemos realmente impactar espiritualmente, porque es una lucha, el diablo hermano está tratando de agarrar a los más pequeños hermanos, y meterlos desde muy jóvenes en pecados como la pornografía, en pecados hermano como las drogas, el alcoholismo, muchos niños el día de ahora están contaminados por la amargura, el resentimiento en sus corazones, y el evangelio es la única oportunidad que tenemos para que ellos cambien sus vidas, los niños poseen una capacidad genuina de creer en el evangelio hermanos, ellos no tienen nuestros prejuicios, por eso la iglesia hermano, una iglesia viva, una iglesia bíblica, una iglesia que verdaderamente quiere, [00:14:59]

obedecer al señor no va a menospreciar el trabajo con los más pequeños los debe de amar los debe de proteger les debe de enseñar debemos de ser los guías espirituales de esos pequeños hermanos y hermanas que nos apoyan en nuestra iglesia y en otros ministerios en el culto infantil no menosprecia a esos chiquitos tal vez usted quisiera tener una clase de 30 40 50 pequeños pero hermano así sea uno solo usted debe prepararse lo mejor que se pueda impactar esa vida para que el señor la use de una manera poderosa no sacamos a los niños a al culto de al culto infantil o a párvulos porque nos estorba no porque queremos darles la atención que ellos necesitan en su nivel y para que el señor utilice esas palabras para que después de el tiempo que el señor lo determine el evangelio resplandezca en su mente en su corazón y ellos puedan recibir a cristo como salvador personal no menosprecie el trabajo con los niños no menosprecie el esfuerzo que la iglesia local está tratando de hacer en estos días a través de los clubes bíblicos a través de el día especial que queremos el día domingo no lo menosprecie no lo menosprecie dios nos llama a recibir a los niños con amor a instruirlos con diligencia y no impedirles el camino hacia cristo porque si usted puso atención a la lectura somos nosotros los adultos los que hacemos los que somos piedra de tropiezo para los más chiquitos no impidamos hermanos de la iglesia no impidamos que nuestros pequeños caminen hacia el señor jesús dice dejad a los niños venir a mí dejad a los niños venir a mí dios ama a tus hijos mucho más de lo que tú los amas me escuchó dios ama más a tus hijos amén amén ¡Gracias! [00:17:07]

Él los ama y los quiere bendecir desde el primer día que vinieron a este mundo. Hermanos, no subestimemos lo que el Espíritu Santo puede hacer en el corazón de un niño que escucha a Jesús con fe. No menospreciemos el que esos pequeñitos escuchen el Evangelio. Usted puede ser el instrumento que Dios utiliza y no el obstáculo que el diablo quiere hacer de usted para guiar a esos niños al Evangelio. En el relato que hemos leído no solamente se encuentra en Marcos, pero también lo tenemos en Mateo capítulo 19, versículo del 13 al 15. Encontramos este episodio que revela no solo la profunda enseñanza de Jesús acerca del reino de Dios, sino también una confrontación directa a las actitudes y a los prejuicios de los adultos hacia los niños. El rechazo de los discípulos de Jesús que muestra hacia los niños al intentar impedirles acercarse al Maestro no solo es un hecho aislado, sino un reflejo de una cultura que en su tiempo consideraba a los niños como seres de menor importancia, sin valor espiritual y cuya presencia no aportaban al sistema religioso. Esta actitud, lejos de ser una simple molesta social, expone una visión errónea acerca de la espiritualidad y de lo que significa pertenecer al reino de Dios. Los discípulos al ver a los niños como un estorbo, estaban manifestando una falta de comprensión acerca del corazón de Dios. Esta indiferencia hacia los pequeños revela una distorsión entendida de lo que es la fe y del reino. [00:19:34]

Pues para entrar en él no se requiere un mérito humano, ni un conocimiento profundo de la ley, sino una actitud de dependencia y humildad. Jesús con diligencia y firmeza corrige a sus discípulos y los instruye a una lección fundamental. El reino de Dios pertenece a quienes se acercan a él con una fe sencilla, pura y confiada como la de un niño. A través de este pasaje Jesús no solo defiende a los niños, sino que los utiliza como ejemplo para todos aquellos que desean ser parte del reino de Dios. El Salvador nos enseña que la fe que se requiere para acceder a la salvación no es una fe complicada, hermanos, ni basada en logros personales, sino en una fe que como la de un niño es humilde, confiada y completamente dependiente de la gracia de Dios. Así mientras los adultos con nuestras complejidades y nuestros orgullos tienden a complicar lo que Dios ha hecho simple, los niños nos muestran el camino hacia una relación auténtica con el Señor. Usted ha visto a esos niños genuinamente orando al Señor. [00:21:21]

culto infantil y diciendo bueno pues ya a ver que se me ocurre en el momento no te preparas no oras no buscas al señor confías en tu propia carne en tus propias habilidades no estás interesado en lo que a tus pequeños les está sucediendo en casa tú sabes que muchos de los niños el día de hoy están lastimados por sus propios padres tú sabes que muchos niños desafortunadamente el día de hoy están siendo abusados en la escuela muchos de ellos están pasando por bullying muchos de ellos inclusive han sido víctimas de otros adultos y los han lastimado físicamente emocionalmente y luego ellos sus mismos niños vienen a la iglesia y tú no conoces sus necesidades tú también eres un pastor en el culto infantil tú también eres un pastor en el ministerio de párvulos no piense que es algo insignificante no piense que es algo degradante por el contrario Dios ha puesto una de las cosas más valiosas en tus manos a los más pequeños a los más pequeños a los que no se pueden defender a los que no puedes comprar a los que no te pueden dar algo mire a veces como adultos tenemos hacemos ciertas cosas porque sabemos que vamos a sacar un beneficio entiende pero los niños no ahí es donde muchas veces se va a cumplir lo que el señor dice si somos piedra de tropiezo para los más pequeños y el señor dice y si lo fuésemos mejor sería que se nos colocara una piedra de molino de asna y se nos arrojara lo más profundo de un río vea la seriedad que hay detrás del ministerio de niños vea la trascendencia y lo que el señor pone en nuestras manos la indiferencia hermano no puede ser algo dentro de la iglesia hacia los niños la indiferencia de los adultos es algo [00:23:29]

que no se debe de tolerar la indiferencia de los jóvenes hacia los más pequeños no se puede permitir en el corazón de este relato se expone una realidad profunda y alarmante los discípulos representan a los adultos en general y como vemos a los discípulos rechazando y despreciando a cada uno de esos pequeños impidiendo que se acerquen al señor por eso hermanos hay desafortunadamente a veces hay en las iglesias o nuestra propia iglesia personas hermanos hermanas que cuando decimos hermano vamos a hacer esta actividad para los niños vamos a comprar una piñata hay una piñata que aburrido oiga puede comprar unos dulces hay unos dulces y hay menosprecio bueno déjeme decirle usted está teniendo la misma actitud que tuvieron los discípulos del señor al no permitir que los niños se acercaran a cristo este rechazo no nace de una malicia abierta sino de una actitud profunda enraizada en la cultura religiosa y social de ese tiempo pero los niños eran para los niños de esa época ellos eran insignificantes eran molestos y espiritualmente irrelevantes no aportaban al sistema religioso fariseico no podían estudiar la ley ni cumplir los rituales su presencia un estorbo para los asuntos entre comillas serios del reino no sin embargo esa actitud revela una distorsión teológica profunda había olvidado que el dios de israel siempre ha mostrado amor hacia en especial hacia los más débiles y a los más humildes desde la ley de moisés hasta los profetas los más pequeños han sido objetos de atención divina la indiferencia de la indiferencia de los adultos hacia los niños contradice el corazón de dios y refleja una espiritual centrada en el mérito humano y no en la gracia divina cuando los adultos se convierten en obstáculo para que los niños no se acerquen a cristo estamos demostrando que tenemos una falta de discernimiento espiritual para que those niños no se acerquen al delta Y ya está. [00:25:36]

No comprender que el reino de Dios se trata no de ofrecerle algo, sino ser a aquellos que recibimos por fe la gracia del Señor. [00:27:44]

porque yo creo que el Evangelio sí cambia vidas, hermanos, porque yo a veces cuando he salido a ganar almas entre semana con ustedes, volteo a ver a esos pequeñitos que a veces están en la explanada con un bote de tiner, pegamento, resistol, andando por algunas colonias y adultos, mandando a sus propios hijos a traer cerveza, cigarros, algunos padres irresponsables sumando marihuana delante de sus propios hijos, y los niños recibiendo y absorbiendo todas esas cosas, escuchar las noticias que desde pequeños hay niños sicarios, me impactó ese testimonio de un hombre que decía, ¿y tú qué quieres ser de grande? le preguntaba el maestro a uno de sus alumnos ¿tú qué quieres ser de grande? y el niño decía, quiero ser pastor el maestro quedó contento, él era cristiano, él sabía de qué se estaba hablando pasaron otras semanas y de repente vio a ese mismo niño hablando con otro joven y fingiendo que estaban jugando a ser sicarios, y hasta ese mismo niño decía yo soy el sicario fulano de tal, el maestro se preocupó y se acercó, apartó al niño y le dijo, hijo hace unas semanas decías que tú querías ser pastor y hoy estás jugando a ser sicario y el niño con mucha seriedad dice, bueno pues seré aquello que, el primero que llegue conmigo ¿no? y es una tristeza hermanos que a veces llegan primero las cosas malas que el evangelio es una tristeza que a veces llegan primero las malas amistades, los golpes, los insultos, la falta de amor muchos niños viven rechazados en sus propias casas, piense en su propia niñez y aquí vemos si quieres ver [00:29:56]

¿Usted recuerda cuán ilusionado estaba usted con sus padres? Cuando tu papá o tu mamá te decía, si haces esto te prometo que voy a hacer esto por ti y tú le echabas todas las ganas del mundo, sacabas las mejores calificaciones, te portabas lo mejor que pudieses, eras obediente, hacías las diligencias de la casa y cuando era el momento que tú esperabas que se cumpliera la palabra, tu papá o tu mamá te fallaban y comenzaste a amargarte. [00:32:10]

Y muchas veces esas actitudes las seguimos trayendo ahora como adultos y nos cuesta trabajo ahora creer porque aquellas personas en las que confiábamos nos quedaron mal, nos lastimaron, nos mintieron, nos rechazaron, nos humillaron. [00:32:41]

Pero no es así Cristo, así no es Él, al contrario, Él quiere sanar las heridas de nuestras infancias, Él quiere sanar nuestros corazones que han sido lastimados, que han sido agredidos, que han sido menospreciados. [00:33:03]

Y nosotros ahora somos embajadores y nosotros ahora somos embajadores y tenemos la oportunidad de ir con ellos y evitar que la historia se repita. Tal vez estamos evitando que haya el próximo sicario en nuestra ciudad, en nuestra colonia, en nuestra calle, estaremos evitando que haya un secuestrador menos en este mundo. Estaremos evitando que haya un plagiador, una persona que es una escoria de la sociedad. Podríamos hacer de ese hombre, de esa mujer a través del evangelio un siervo, una sierva de Dios, una vida transformada. Pero hermanos, debemos de ver la importancia de lo que involucra ganar a un niño para Cristo. [00:33:21]

Es una misión titánica, no la podemos hacer solos, no la podemos hacer solos, necesitamos que todos nos involucremos, necesitamos ser todos del mismo corazón, necesitamos ver a esos pequeños con los mismos ojos que el Señor los ve, almas que necesitan escuchar el mensaje de la vida eterna. [00:34:06]

hacer nuestro mejor esfuerzo, tener el mejor ambiente y que los niños digan, yo quiero regresar, yo quiero regresar, porque ahí no hay groserías, ahí no hay insultos, ahí puedo ver que sí me quieren, que sí soy importante para esa gente que se dice ser cristianas y usted no sabe, esa sonrisa, ese abrazo, ese acercarse a ese niño que está llorando por allá, verdad, que a veces estamos en los clubes, estamos en los clubes bíblicos y a veces hay un niño relegado hasta por allá, nadie le hace caso, está tímido, no quiere acercarse, pero usted toma de su tiempo y se acerca y comienza a hablar con él y le dice mira hijo ven acércate, eso puede ser la diferencia, eso puede ser la diferencia, usted podría ganar al siguiente predicador de esta iglesia, usted podría ganar, estaría usted ganando al siguiente misionero, usted podría estar salvando toda una generación, si simplemente vemos a los niños con pasión, como el señor nos vio a nosotros, no menosprecie, dejad a los niños, venid a mí, cerremos nuestros ojos, mano Jonathan, apóyame por favor, gracias. [00:40:27]

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