A menudo, nuestras promesas a Jesús nacen de un deseo de impresionar y demostrar que somos dignos de Su llamado. Sin embargo, cuando intentamos cumplir estas promesas con el poder de nuestro ego, inevitablemente fracasamos y caemos en un ciclo de vergüenza. Este ciclo nos lleva a escondernos de Jesús, sintiéndonos indignos de Su amor. Pero es importante recordar que nuestras promesas no son la base de nuestra relación con Él. [19:52]
Jeremías 17:5-6 (ESV): "Así dice el Señor: Maldito el hombre que confía en el hombre y hace de la carne su brazo, y cuyo corazón se aparta del Señor. Será como un arbusto en el desierto, y no verá cuando venga el bien; habitará en los lugares secos del desierto, en una tierra salada y deshabitada."
Reflexión: ¿Qué promesa has hecho a Dios que sientes que has fallado en cumplir? ¿Cómo puedes dejar de confiar en tus propias fuerzas y empezar a confiar más en Su poder?
Day 2: Jesús nos busca en nuestra vergüenza
Después de nuestros fracasos, podemos sentirnos demasiado avergonzados para acercarnos a Jesús. Sin embargo, Él siempre nos busca en esos lugares donde nos escondemos, invitándonos a salir de nuestro escondite y a cumplir nuestro llamado. Como Pedro, podemos experimentar la restauración cuando permitimos que Jesús nos encuentre y nos guíe de nuevo a Su camino. [27:14]
Salmo 139:7-10 (ESV): "¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subo a los cielos, allí estás tú; si en el Seol preparo mi lecho, allí tú estás. Si tomo las alas del alba y habito en el extremo del mar, aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra."
Reflexión: ¿En qué áreas de tu vida te estás escondiendo de Jesús debido a la vergüenza? ¿Cómo puedes abrirte a Su invitación para salir de tu escondite hoy?
Day 3: La restauración basada en el amor incondicional
La restauración de Pedro por Jesús nos enseña que nuestra relación con Dios no se basa en nuestras promesas o en nuestro amor por Él, sino en Su amor incondicional por nosotros. Jesús nos llama a dejar que Su amor alcance nuestras debilidades y nos restaure completamente. [43:37]
1 Juan 4:10 (ESV): "En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados."
Reflexión: ¿Cómo puedes permitir que el amor incondicional de Jesús transforme tus debilidades en fortalezas hoy?
Day 4: Transformación de la vergüenza en gracia
Jesús transforma nuestras experiencias de vergüenza en testimonios de gracia. Al igual que convirtió la cruz, un símbolo de terror, en un símbolo de esperanza, Él puede convertir nuestras miserias en testimonios de Su amor y poder restaurador. [38:19]
Isaías 61:3 (ESV): "Para conceder que a los que lloran en Sion se les dé diadema en vez de ceniza, óleo de alegría en vez de luto, manto de alabanza en vez de espíritu abatido; para que sean llamados robles de justicia, plantío del Señor, para que él sea glorificado."
Reflexión: Piensa en una experiencia de vergüenza en tu vida. ¿Cómo puedes permitir que Jesús la transforme en un testimonio de Su gracia?
Day 5: Un lugar en la mesa de Jesús
En la mesa de Jesús, siempre hay un lugar para nosotros, incluso para nuestras versiones más frágiles. No necesitamos arreglar nuestros problemas antes de acercarnos a Él; es en la intimidad con Jesús donde nuestros problemas se resuelven. [51:46]
Lucas 14:13-14 (ESV): "Pero cuando des un banquete, invita a los pobres, los lisiados, los cojos, los ciegos, y serás bienaventurado, porque ellos no tienen con qué recompensarte; pues serás recompensado en la resurrección de los justos."
Reflexión: ¿Qué te impide acercarte a la mesa de Jesús hoy? ¿Cómo puedes aceptar Su invitación a pesar de tus debilidades?
Sermon Summary
Hoy quiero hablar sobre las promesas arriesgadas que hacemos a Jesús y cómo a menudo intentamos cumplirlas con el poder de nuestro ego, solo para fracasar. Este fracaso nos lleva a sentir vergüenza y a escondernos de la mirada de Jesús. Sin embargo, Jesús siempre nos busca en esos lugares donde nos escondemos, invitándonos nuevamente a sentarnos a su mesa. Esta historia, que se refleja en la vida de Pedro, es también nuestra historia. Es una historia de promesas peligrosas, pero sobre todo, de una restauración increíble.
Pedro, en su intento de impresionar a Jesús, hizo una promesa arriesgada: que nunca lo abandonaría. Sin embargo, cuando llegó el momento de la prueba, Pedro negó a Jesús tres veces. Este fracaso lo llevó a un ciclo de vergüenza, donde intentó compensar su error con promesas aún más grandes, solo para fracasar nuevamente. Este ciclo de vergüenza es algo que muchos de nosotros experimentamos cuando intentamos cumplir nuestras promesas con nuestras propias fuerzas.
Jesús, sin embargo, no se queda en la decepción. Después de su resurrección, busca a Pedro y lo restaura. En una escena que refleja su primer encuentro, Jesús le prepara un desayuno a Pedro y le pregunta tres veces si lo ama. A través de esta conversación, Jesús revela que la relación entre ellos no se basa en las promesas de Pedro, sino en el amor incondicional de Jesús. Es un recordatorio de que nuestra relación con Dios no se fundamenta en nuestro amor por Él, sino en Su amor por nosotros.
Jesús convierte nuestras brasas de vergüenza en brasas de gracia, transformando nuestros peores fracasos en testimonios de Su amor y poder restaurador. Nos invita a sentarnos a Su mesa, no porque lo merezcamos, sino porque somos Sus hijos. En la mesa de Jesús, siempre hay un lugar para nosotros, incluso para nuestras versiones más frágiles y volátiles.
Key Takeaways
1. Las promesas arriesgadas que hacemos a Jesús a menudo reflejan nuestro deseo de impresionarlo y demostrar que somos dignos de Su llamado. Sin embargo, cuando intentamos cumplir estas promesas con el poder de nuestro ego, inevitablemente fracasamos y caemos en un ciclo de vergüenza. [19:52]
2. Jesús nos busca en los lugares donde nos escondemos después de nuestros fracasos. Como Pedro, podemos sentirnos demasiado avergonzados para acercarnos a Jesús, pero Él siempre nos invita a salir de nuestro escondite y a cumplir nuestro llamado. [27:14]
3. La restauración de Pedro por Jesús nos enseña que nuestra relación con Dios no se basa en nuestras promesas o en nuestro amor por Él, sino en Su amor incondicional por nosotros. Jesús nos llama a dejar que Su amor alcance nuestras debilidades. [43:37]
4. Jesús transforma nuestras experiencias de vergüenza en testimonios de gracia. Al igual que convirtió la cruz, un símbolo de terror, en un símbolo de esperanza, Él puede convertir nuestras miserias en testimonios de Su amor y poder restaurador. [38:19]
5. En la mesa de Jesús, siempre hay un lugar para nosotros, incluso para nuestras versiones más frágiles. No necesitamos arreglar nuestros problemas antes de acercarnos a Él; es en la intimidad con Jesús donde nuestros problemas se resuelven. [51:46] ** [51:46]
Hoy voy a hablarte acerca de las promesas arriesgadas que hacemos a Jesús De cómo muchas veces intentamos cumplir esas promesas con el poder de nuestro ego y fracasamos Quiero hablarte de la vergüenza que sentimos cuando sentimos que no cumplimos nuestras promesas Y de cómo nos escondemos de la mirada de Jesús pero sobre todo esta mañana voy a hablarte De cómo Jesús va a buscarte a aquel lugar donde te has escondido para volverte a invitar a sentarte a su mesa. [00:00:00](42 seconds)
Edit Clip
Esta es una historia a la que vuelvo al menos una vez al año porque esta no es la historia de Pedro esta es mi historia y es tu historia es la historia de una peligrosa promesa pero es la historia de una increíble restauración esta historia comienza en una cena la última cena de Jesús con sus discípulos Jesús había estado tres años con ellos y había compartido su corazón sus enseñanzas sus milagros con ellos eran su familia y sabía que esa cena iba a ser la última cena con ellos. [00:04:05](47 seconds)
Edit Clip
Tú ibas con él, eres uno de sus discípulos y dice la Biblia que Pedro utilizando toda la verborrea de pescador, maleducado y grosero, utilizando todas las palabras sucias que puedas imaginar. Dijo, yo no conozco a ese, y de repente, cantó el gallo y cuando cantó el gallo el corazón de Pedro, sintió el dolor del recuerdo de aquella promesa que le había hecho a Jesús. Jesús, y dice la Biblia que Jesús miró donde estaba Pedro y la mirada de Pedro y Jesús se cruzaron. [00:12:08](57 seconds)
Edit Clip
Supuestamente uno esperaría que corriese rápidamente A la presencia de Dios en busca de su gracia Pero si tú has sido como Pedro Si tú has sido como yo Probablemente hayas entrado en esto que yo llamo El ciclo de la vergüenza por una promesa no cumplida Póngelo en la pantalla por favor El ciclo de la vergüenza por una promesa no cumplida Haces una promesa grande, grande, grande del tamaño de tu ego Intentas cumplirla con la fuerza de tu ego y fracasas. [00:19:52](37 seconds)
Edit Clip
Haces una promesa grande, grande, grande del tamaño de tu ego, intentas cumplirla con el poder de tu ego y que va a pasar, fracasas y cuando fracasas sientes vergüenza. Y en este momento uno esperaría que fuésemos a correr al trono de la gracia del Señor, pero si tú eres como yo, ¿qué intentarás hacer? Compensarlo de nuevo y ahora no sólo haces una promesa más grande, hay que añadirle un autocastigo o un sacrificio. [00:20:22](37 seconds)
Edit Clip
Porque os sentís un fracasado y una fracasada, quizá estás sentada en esa silla y vienes cada domingo aquí, cantas las canciones, das tus ofrendas, dices amén al sermón del pastor. Pero te estás escondiendo. Porque piensas que eres una decepción para Dios. [00:27:55](20 seconds)
Edit Clip
Él encontró la oveja, encontró la moneda y encontró al hijo y te va a encontrar. Tú dices me voy a esconder y él dice ¿Quieres jugar al escondite hijo? ¿Quieres jugar al escondite hija? Juguemos, yo soy bueno encontrando lo que se ha escondido. [00:32:23](19 seconds)
Edit Clip
Jesús resucita y le dice a los discípulos decidle al mundo que he vencido a la muerte y que la revolución comienza. Vamos Pedro, únete. Pedro no estaba, se había ido a pescar. ¿Y qué hizo el resucitado? Fue a resucitar a Pedro. ¿Qué hizo el resucitado? Fue a resucitar el llamado de Pedro. Y es curioso porque si te fijas bien la restauración del llamado de Pedro se parece muchísimo exactamente al momento. [00:32:43](37 seconds)
Edit Clip
Lo que Jesús estaba intentando hacer con Pedro es lo que está intentando hacer con nosotros hoy Y es revelarnos el Evangelio Que el Evangelio es esto, Pedro, tú, tu amor por mí puede llegar hasta aquí Aquí esto es lo mejor que tú me puedes Dar pues deja que sea mi amor quien Alcance a tu debilidad y que la anchura La largura y la profundidad de mi amor Te abrace porque Pedro la relación entre Tú y yo no se basa en las promesas que Tú me haces a mí se basa en las promesas Que yo te hago a ti. [00:47:46](41 seconds)
Edit Clip
La gracia es lo que ha hecho que yo no consuma pornografía. La gracia es lo que ha hecho que yo ame las Escrituras y la oración. La gracia es lo que ha hecho que cuando fracaso en mi relación con mi mujer, la diga, perdóname. Voy a pedirle al Señor que me dé gracia para amarte como tú te mereces, que te amen. Es gracia, la gracia es lo que nos restaura y nos empodera. Y nada más, no el ego. [00:51:25](30 seconds)
Edit Clip