En la vida, todos enfrentamos momentos de incertidumbre, temor y dificultad, especialmente en épocas como la Navidad, donde las preocupaciones pueden multiplicarse. José, al enterarse del embarazo de María, vivió una situación sumamente difícil y confusa, pero en medio de su angustia, Dios intervino y le dio dirección y paz. Así como José, somos llamados a confiar en el Señor aun cuando no entendemos todo lo que sucede a nuestro alrededor. Dios es oportuno y siempre llega en el momento preciso para darnos la guía y el consuelo que necesitamos. No importa cuán grande sea el problema, el Señor está presente y nos invita a depositar nuestra confianza en Él. [10:23]
Mateo 1:18-25 (RVR1960)
“El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS.”
Reflexión: ¿Cuál es el área de tu vida donde más te cuesta confiar en Dios durante los tiempos difíciles, y cómo podrías invitarlo a intervenir en esa situación hoy?
La fe no surge de la nada, sino que crece y se fortalece cuando nos exponemos a la Palabra de Dios. Así como el ángel trajo un mensaje claro y específico a José, la Palabra sigue siendo viva y eficaz, capaz de penetrar hasta lo más profundo de nuestro ser, trayendo dirección, consuelo y transformación. Cuando meditamos y oramos con la Escritura, Dios produce en nosotros la fe necesaria para enfrentar cualquier circunstancia. La Palabra nos purifica, nos fortalece y nos da la confianza para seguir adelante, aun cuando no entendemos todo lo que sucede. [22:34]
Hebreos 4:12 (RVR1960)
“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.”
Reflexión: ¿De qué manera puedes hacer espacio esta semana para que la Palabra de Dios fortalezca tu fe y te hable en medio de tus desafíos?
La confianza en Dios no es solo un sentimiento interno, sino que se demuestra con acciones concretas y obediencia a Su voluntad. José, después de recibir la palabra del ángel, no dudó en obedecer, tomando a María como su esposa y asumiendo su papel en el plan de Dios. La fe genuina transforma nuestra vida y nos impulsa a actuar, incluso cuando no comprendemos todo. Dios busca corazones dispuestos a obedecer, a tomar pasos de fe y a servir con amor y generosidad, sabiendo que todo lo que hacemos es para Su gloria. [25:56]
Santiago 2:17 (RVR1960)
“Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.”
Reflexión: ¿Qué paso de obediencia te está pidiendo Dios hoy, aunque no entiendas completamente el resultado?
En medio de todas las tradiciones, celebraciones y actividades de la temporada, es fundamental recordar que Jesús es el personaje central y la razón de la Navidad. María y José jugaron papeles importantes, pero todo apunta a Cristo, quien vino a salvarnos y a darnos vida. Todo lo demás es añadido; lo esencial es reconocer a Jesús como el Salvador y ponerlo en primer lugar en nuestro corazón y en nuestras celebraciones. Cuando centramos nuestra vida en Él, todo lo demás cobra sentido y propósito. [30:33]
Isaías 7:14 (RVR1960)
“Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.”
Reflexión: ¿Cómo puedes asegurarte de que Jesús sea verdaderamente el centro de tu Navidad y de tu vida diaria?
La oración es una herramienta poderosa que nos permite escuchar la voz de Dios, recibir dirección y bendecir a nuestra familia y comunidad. Así como José fue sensible a la voz del Señor a través del ángel, nosotros también somos llamados a buscar a Dios en oración constante. Cuando oramos, Dios nos da sabiduría, nos guarda y produce en nosotros el deseo de buscarle más, leer Su Palabra y tomar decisiones sabias. La oración nos hace dependientes de Dios y nos prepara para ser de bendición a otros. [33:07]
Filipenses 4:6-7 (RVR1960)
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”
Reflexión: ¿Por quién o por qué situación específica puedes orar esta semana, pidiendo a Dios dirección y paz, y cómo puedes ser de bendición a alguien a través de tu oración?
Hoy afirmé que la Navidad, a la luz de José, significa aprender a confiar. Empecé preguntando dónde solemos poner la confianza: dinero, fuerza, apariencia. Nada de eso sostiene cuando la vida nos descoloca. José estaba comprometido con María, soñando una vida sencilla, y de repente se encuentra con una noticia que lo rompe por dentro. Conoce la ley, calcula consecuencias, pasa la noche pensando. En ese valle, Dios habla: “No temas”. La intervención no elimina el dolor de la incertidumbre, pero le da una palabra firme donde pararse.
Insistí en que la voz de Dios hoy llega por su Palabra. La promesa de Isaías toma carne: Emanuel, Dios con nosotros. Jesús es el centro: “Él salvará a su pueblo de sus pecados”. En días de diciembre llenos de luces y comidas, también cargamos pérdidas, enfermedades, tensiones familiares y soledades. La fe no es un atajo para escapar; es la fuerza para atravesar con esperanza. Y esa fe nace y crece cuando la Palabra arraiga en nosotros y la vida de oración alinea el corazón. Orar no solo “pide cosas”; desacelera el alma, clarifica decisiones y nos guarda de actuar por impulsos.
Vimos que confiar de verdad desemboca en obediencia. José se levanta y hace lo que escuchó: recibe a María, espera en pureza, pone por nombre Jesús. No entendió todo; obedeció lo suficiente para el paso siguiente. Esa es la marca de la confianza: acción concreta, aunque todavía haya preguntas. En este mismo espíritu, llamé a servir con alegría, a dar con libertad, a animar al que sufre, a ser de bendición en el hogar, en la iglesia y en la comunidad. Quiero ver a nuestros niños y jóvenes crecer no solo en años, sino en fe obediente. Que esta Navidad, con el nombre de Jesús en los labios, abramos el corazón a la Palabra y al tiempo de oración, para que Dios produzca en nosotros “el querer como el hacer”. Él es la razón de todo; lo demás es añadidura.
Y algunas personas de pronto piensan, ¿no? Bueno, sitrabajo más y hago esto, me compro una camioneta más grande o una casa más grande o busco un trabajo que me pueda dar mucho más para salir a vacacionar y todo eso. Y el dinero no está mal, hermanos. El problema es cuando el dinero comienza a controlar nuestras emociones, sentimientos, actitudes y todo lo demás. Y es algo que tenemos que preguntarnos, ¿en qué estamos confiando? [00:05:20] (27 seconds) #DineroNoGobierne
Pero de pronto José, un hombre muy noble por cierto, detecta deque María está esperando y seguramente le entra el temor y seguramente se le vienen todas estas ideas en la mente. ¿Por qué? Porque él sabe la ley judía y él sabe lo que puede pasarle a María. Cuando una mujer no cumplía con el pacto, era automáticamente apedreada y él podía denunciarla. Entonces él estaba pensando, y no es para menos hermanos, o sea, él estaba pensando hacer su vida con esta mujer y de pronto se ve que esta mujer estácon su pancita ya y el hombre está pensando, ¿y qué pasó aquí? [00:09:40] (46 seconds) #FeEnLaIncertidumbre
Porque si no, yo voy a fallar pensando, el hámster va a estar ahí dando vueltas, pensando en qué hacer y qué no hacer y qué pasó y qué pensó yqué dijo y cómo fue y qué está tratando de hacer y qué me mueve aquí. Voy a fallar porque me voy a adelantar a los hechos. Pero cuando confiamos en Dios y venimos delante de Él, Dios tiene la solución y siempre lo hace. Y en este caso, hablando de José, precisamente le da la paz y la tranquilidad que este varón en este momento difícil de su vida necesita. [00:13:59] (36 seconds) #DejaDeRumiaryConfia
Y vamos a ver que este varón después de recibir la noticia de parte del ángeles, yo me imagino que era como un bálsamo, ¿no? Pero a la vez, imagino yo que habíamuchas cosas que no entendía, porque como el Espíritu Santo, la misma María, y a veces amados hermanos, no tenemos que entenderlo todo, quisiéramos saber la fórmula secreta, quisiéramos saber cómo se arma el rompecabezas, pero a veces lo que Dios únicamente nos pide es que tengamos confianza en Él, o sea que tengamos fe. Y en este tiempo de diciembre, de Navidad, de vísperas de Navidad, Dios está buscando personas con fe. [00:18:31] (52 seconds) #ConfianzaSinEntender
Y nosotros, no vamos a sorprender, nosotros mismos nos vamos a sorprender, ¿cómo puedo resistir a tantas cosas? Y es que hermanos, amados hermanos, no es a veces, Señor quítame el problema, sino es dame la fuerza para poder atravesar ese problema con fe. Y ese momento Dios lo quita, desde luego. Entonces, la palabra de Dios nos va a fortalecer todo nuestro ser y va a darnos esa confianza y esa fe que necesitamos en los momentos más difíciles, como lo fue con el José, con José aquí en el Nuevo Testamento, como lo fue con José de Egipto también, mucho me viene esto a la memoria, en el Antiguo Testamento. [00:22:52] (42 seconds) #FuerzaParaAtravesar
Y luego nos da una lista de todos los héroes de la fe, y ninguno de ellos la tuvo fácil. Si uno lee las historias, hermanos, ninguno de ellos la tuvo fácil. Pruebas, no hay que correr, no hay que escapar, hay que afrontarlas con fe, con confianza en el Señor. Si nosotros tenemos fe, hermanos, pero olvídense cuántas cosas se pueden solucionar. Porque para Dios no hay imposibles. [00:24:00] (35 seconds) #FeEnPruebas
¿Qué vemos aquí? Punto 3. La confianza en el Señor se demuestra con una transformación de vida. Que lleva a la acción y a la obediencia. Porque Él pudo haber dicho, no, no, no, aquí ya fui yo, me voy, no. Él se levanta y sigue adelante. Y toma a María, su mujer. Le pone el nombre Jesús. No José Junior, Jesús, ¿no es cierto? Obedece y se espera conocerla en el tema de intimidad, como acabamos de leer. Obedece. [00:25:54] (41 seconds) #FeQueTransforma
Cuando tú oras. Tú puedes tomar decisiones sabias. Comienzas a pensar las cosas con claridad. Y no con ímpetu humano. Cuando tú oras. Muchas veces el Señor te guarda el camino. Ya tú te das cuenta para dónde van las cosas. Y Dios te va guardando. Cuando tú oras. Bendice a tu familia. Hay que escuchar la voz de Dios. Cuando tú oras. Escucha la voz de Dios. Y José fue obediente. A la voz del ángel. Pero que venía de parte del Señor. Seamos obedientes a su palabra. [00:32:53] (34 seconds) #OraYDecide
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