Celebrando la Esperanza: La Resurrección de Cristo

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Y hallaron removida la piedra del sepulcro y entrando no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí separaron junto a ellas dos varones con vestiduras blancas resplandecientes. Y como tuvieron temor y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? [00:01:07]

Mis hermanos amados, hoy estamos aquí reunidos y cada domingo para darle las gracias. Gracias a Dios por haber enviado a su unigénito Hijo Jesucristo de Nazaret para morir en la cruz del Calvario, para derramar su sangre para perdón de pecados, por haber ido a la tumba en nuestro lugar y por haber resucitado y vencido a la muerte. Venimos a darle la gloria, la honra, el honor, la alabanza de todo corazón. [00:01:37]

Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. Señor, te damos gracias por tu palabra bendita, no te pedimos que la bendiga porque tu palabra ya es bendecida, lo que sí te pedimos es que con la unción del Espíritu Santo nos ayudes a entender la profundidad de tu palabra y que crezcamos no solo en el conocimiento, pero sobre todo, Señor, en la gracia. [00:45:13]

Imagínese que viene alguien que usted no conoce, usted no le debe nada y esa persona dice: ¿Sabes qué? Yo voy a pagar por ti, yo pago por ti, pago todo lo que sea. Y no solo paga con dinero, pero aún paga con su vida. ¿Qué le parecería? Qué maravilla, mi hermano. Eso fue lo que ocurrió en la cruz del Calvario. Nuestro Señor Jesucristo, el Cordero Santo de Dios, pagó con su vida la deuda que nosotros teníamos con Dios. [00:47:49]

Muchos hablan del amor de Dios y se habla del amor de Dios. Todos sabemos y conocemos de que Dios es amor, pero hay muchas veces que las personas no se detienen a pensar que Dios es amor, pero también Dios es un Dios justo, un juez justo y que él tiene en él santidad. Y tampoco a veces nos detenemos a meditar en la gravedad, en la seriedad de nuestro pecado. Escuche lo que le digo. [00:50:01]

El problema del ser humano se llama pecado. La paga del pecado es muerte. El problema real del ser humano, mis hermanos, no es financiero. Alguien diría: si tuviéramos dinero, las cosas estarían arregladas. Pues no, mi hermano. El problema del ser humano no es la enfermedad que destruye el cuerpo. El problema del ser humano, mi hermano, realmente es algo que se llama pecado. [00:55:01]

Nada, lo sacaron a Dios del gobierno. Lo sacaron a Dios de las escuelas. Ya no se puede orar en las escuelas. Prohibieron la Biblia en las escuelas. Las acciones de las personas son cada día peor y peor. La gente ama el mundo y el pecado, mi hermano. El ser humano ama el pecado. Se deleita en el pecado. Las acciones están alejadas de lo que Dios demanda. [00:55:50]

Somos impresionantes, mi hermano. O sea, cuando uno ve una persona, mi hermano, y se le hacen las tripas chicharrón, el Señor dice: si tú aborreces a tu hermano, tú eres un asesino. Guau, guau, guau. Para ahí, espérame un ratito. Cualquier pecado, orgullo, asesinato, idolatría. Si sabe lo que es la idolatría, la idolatría es poner cualquier cosa en el lugar que le corresponde a Dios. [01:00:50]

Se llama egolatría. O sea, yo me adoro, yo soy Dios, yo ya no hago lo que Dios me dice, sino lo que a mí me parece, lo que a mí me da la gana. Yo soy Dios, la egolatría. Y mis hermanos, cualquier pecado, la mentira, la mentira que a veces se vuelve tan... hemos normalizado la mentira, mi hermano. A veces el ser humano miente como nada, casi ya no se da ni cuenta. [01:01:11]

Y es mi deber decirlo. Tengo que decírselo, mi hermano, porque si yo callo, Dios me va a demandar a mí. Y esta semana yo tenía en mi corazón en el tiempo de oración. A veces en la iglesia no hablamos de estas cosas. Yo tengo que hablarlo. La pornografía, la pornografía, la pornografía, la inmoralidad sexual, el adulterio, la lascivia, cualquier pecado que haya nos separa de Dios. [01:01:17]

El pecado destruye la vida personal, destruye la familia, destruye la sociedad y destruye todo lo que toque el pecado. Y la muerte viene en tres esferas. La muerte física, la muerte espiritual y la muerte eterna. Tenga en mente estas tres muertes. Muerte física, muerte espiritual y muerte eterna. Eso es el pecado en nosotros. [01:05:46]

Mis hermanos, usted y yo, aunque no lo querramos decir y no lo entendamos, debemos entender que estamos camino a la muerte física. Todos los que estamos aquí, mi hermano, a menos que el Señor Jesucristo venga, todos los que estamos aquí, estamos camino a la muerte física. La primera muerte, ¿verdad? Hemos hablado de esto. [01:07:27]

Dentro de la ciencia hay algunas leyes y una de esas leyes es las leyes de la termodinámica. La segunda ley es la ley de la entropía, que lo que dice básicamente es que todo lo que vive está muriendo. Todo lo que vive está muriendo. Aún los científicos lo reconocen. Nos vamos a morir, mi hermano. La muerte es irreversible, la física es irreversible. [01:08:13]

Que envejezcamos, pero saludables, mi hermano. De esos viejitos que dicen, vamos adelante. Cuidémonos. Pero la muerte física es una realidad que viene como consecuencia del pecado. Ahora, la segunda muerte que le mencioné es la muerte espiritual. Y esa es seria, es terrible. ¿Cuál es la muerte espiritual? Es la muerte que tiene un ser humano que está vivo físicamente, pero está apartado y alejado de Dios. [01:09:58]

Y le dice el Señor a Nicodemo, lo que necesitas tú y lo que necesitamos todos es nacer de nuevo, espiritualmente. Entonces, la muerte espiritual es la de todos aquellos que caminan, trabajan, comen, se visten, consumen, pero al estar alejados de Dios, están espiritualmente muertos, no entienden nada, necesitan nacer de nuevo. [01:11:47]

Muerte eterna y esa es la más terrible, mi hermano, porque la muerte eterna es la separación eterna de la presencia de Dios. La separación eterna donde ya, mi hermano, no hay vuelta atrás. O sea, después de la muerte física, la muerte eterna sería estar separado de Dios eternamente. Y la palabra de Dios nos lo muestra claramente. [01:12:16]

Voy a esperar que lo tengamos todo porque quiero que lo leamos porque la fe viene por el oír la palabra de Dios. En el libro de Oseas, el Señor declara esto: mi pueblo es destruido, perece, se arruinan, son destruidos. Miren, muchas personas son destruidas, familias son destruidas por falta de conocimiento. Esto tenemos que conocerlo. [01:14:35]

Ni los afeminados ni los que se echan con varones, mi hermano, la iglesia ha claudicado, la iglesia ha negociado con Satanás y con el pecado. Hay iglesias que sacaron esta porción de la Biblia y no la predica. Prefieren ignorar a Dios que hablar la verdad. Y yo siempre he pensado, y escúcheme esto, lo digo con mucha firmeza, yo prefiero que nos divida una verdad a que nos una una mentira. [01:16:57]

La gran mayoría de problemas de la sociedad están siempre alrededor del licor, siempre. El que atropelló por ahí estaba borracho, estaba drogado. El violador siempre se tomó un poco de licor. El infiel, mi hermano, para seguir en su infidelidad se pega sus licores. Vamos a hablar de eso algún momento. Creo que es mi responsabilidad también. [01:18:07]

Mis hermanos queridos, la paga del pecado es muerte. Todos hemos pecado, todos merecíamos la cruz, todos merecíamos la muerte eterna. Y es por eso que Dios en su amor, mi hermano, él ha decretado que sin derramamiento de sangre no hay perdón de pecados. Es decir, desde el antiguo testamento, el Señor ha establecido que debe haber un sacrificio por el pecado. [01:20:41]

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