En la vida, a menudo nos encontramos en situaciones donde, a pesar de haber hecho todo lo posible, las circunstancias nos superan. No es que hayamos fallado o que no nos hayamos esforzado lo suficiente; simplemente hay momentos en los que las barreras parecen insuperables. En estos momentos, es crucial recordar que Dios cuida de nosotros. En el libro de Éxodo, el pueblo de Israel se encuentra frente al Mar Rojo, atrapado entre el mar y el ejército del faraón que los persigue. Aunque obedecieron a Dios y siguieron Su dirección, se encontraron en una situación desesperada. Moisés les dice que no teman y que se mantengan firmes, porque Dios peleará por ellos.
A veces, como cristianos, nos sentimos sin respuestas y nuestra fe parece insuficiente. Sin embargo, incluso cuando nos sentimos débiles, Dios nos llama a seguir adelante. Moisés, aunque hablaba con fe al pueblo, también se sentía debilitado. Dios le recuerda que no es momento de claudicar, sino de avanzar. Cuando no sabemos qué más hacer, la única opción es seguir adelante. En ese seguir, estamos avanzando hacia la promesa de Dios.
Dios nos invita a entregarle nuestras preocupaciones y miedos. Él se encargará de lo que nos excede. Nuestro papel es seguir Su consejo, amar Su nombre y avanzar hacia Su promesa. Cuando hacemos esto, Dios abre caminos donde no los hay y se encarga de nuestro pasado y de nuestros enemigos. La clave está en confiar en que Dios resolverá lo que nosotros no podemos.
Key Takeaways
- 1. Enfrentar barreras insuperables no significa que hemos fallado; a veces, simplemente nos superan. En esos momentos, es importante recordar que Dios está con nosotros y que Su cuidado es constante, incluso cuando no vemos una salida. [01:48]
- 2. La fe no siempre significa tener todas las respuestas. A veces, incluso los más fieles se sienten sin fuerzas. Dios nos llama a seguir adelante, confiando en que Él peleará nuestras batallas y nos guiará hacia Su promesa. [02:16]
- 3. Cuando nos sentimos débiles, es crucial recordar que Dios nos invita a avanzar. No es momento de claudicar, sino de seguir adelante, confiando en que Él abrirá caminos donde no los hay. [02:16]
- 4. Dios nos pide que le entreguemos nuestras preocupaciones y miedos. Él se encargará de lo que nos excede, mientras nosotros nos enfocamos en seguir Su consejo y amar Su nombre. [04:29]
- 5. Avanzar hacia la promesa de Dios requiere confianza en que Él resolverá lo que nosotros no podemos. Al seguir Su camino, Dios se encargará de nuestro pasado y de nuestros enemigos. [04:29]
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