A veces, los planes de Dios no coinciden con nuestras expectativas y eso puede provocar enojo en nuestro corazón, tal como le sucedió a Jonás cuando vio que Dios perdonó a Nínive. Este enojo revela que, aunque conocemos el carácter misericordioso de Dios, nos cuesta aceptarlo cuando beneficia a quienes consideramos indignos. Es importante examinar si nuestro enojo proviene de un sentido de justicia personal que choca con la gracia de Dios, y preguntarnos si realmente confiamos en que los caminos del Señor son mejores que los nuestros. [07:40]
Jonás 4:1-4 (RVR1960)
Pero Jonás se apesadumbró en extremo, y se enojó. Y oró a Jehová y dijo: Ahora, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me apresuré a huir a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal. Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida. Y Jehová le dijo: ¿Haces tú bien en enojarte?
Reflexión: ¿En qué área de tu vida te has sentido enojado porque Dios no actuó como esperabas? ¿Puedes hoy entregarle ese enojo y confiar en Su plan?
Dios usó una simple planta para mostrarle a Jonás lo que realmente amaba y valoraba: su propia comodidad. Así también, Dios permite momentos incómodos en nuestra vida para sacar a la luz si estamos más enfocados en nuestro bienestar personal que en Su voluntad. Cuando buscamos la comodidad por encima del llamado de Dios, corremos el riesgo de perder el gozo verdadero y de dejar de participar en lo que Dios está haciendo a nuestro alrededor. [18:26]
Jonás 4:5-8 (RVR1960)
Y salió Jonás de la ciudad, y acampó hacia el oriente de la ciudad, e hizo allí una enramada, y se sentó debajo de ella a la sombra, hasta ver qué acontecería en la ciudad. Y preparó Jehová Dios una calabacera, la cual creció sobre Jonás para que hiciese sombra sobre su cabeza, y le librase de su malestar; y Jonás se alegró grandemente por la calabacera. Pero al venir el alba del día siguiente, Dios preparó un gusano, el cual hirió la calabacera, y se secó. Y aconteció que al salir el sol, preparó Dios un recio viento solano; y el sol hirió a Jonás en la cabeza, y se desmayaba, y deseaba la muerte, diciendo: Mejor sería para mí la muerte que la vida.
Reflexión: ¿Qué cosas o comodidades has puesto por encima de la voluntad de Dios? ¿Estás dispuesto a dejar que Dios revele y transforme esas áreas hoy?
El Señor no solo expone lo que hay en nuestro interior, sino que también nos confronta con preguntas que nos llevan a examinar nuestras prioridades y compasión. Así como Dios le preguntó a Jonás si era correcto enojarse por una planta mientras ignoraba a miles de personas, hoy nos invita a reflexionar si valoramos más lo temporal que las almas y si nuestro corazón está alineado con el Suyo. La confrontación de Dios no es para destruirnos, sino para que podamos ver nuestra verdadera condición y crecer en compasión y obediencia. [27:03]
Jonás 4:9-11 (RVR1960)
Entonces dijo Dios a Jonás: ¿Tanto te enojas por la calabacera? Y él respondió: Mucho me enojo, hasta la muerte. Y dijo Jehová: ¿Tuviste tú lástima de la calabacera en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció? ¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales?
Reflexión: ¿Qué cosas pequeñas o temporales han ocupado tu compasión más que las personas que Dios ama? ¿Cómo puedes hoy mostrar el corazón de Dios hacia otros?
El amor de Dios, descrito como gesed, es un amor fiel, comprometido y paciente que nunca nos abandona, incluso cuando somos tercos o desobedientes. Aunque muchas veces fallamos, Dios sigue mostrándonos Su misericordia y no se rinde con nosotros, sino que nos busca y nos da nuevas oportunidades para volver a Él. Reconocer el gesed de Dios nos lleva a la humildad y a la gratitud, sabiendo que todo lo que tenemos es por Su gracia y no por mérito propio. [34:16]
Salmo 103:8-12 (RVR1960)
Misericordioso y clemente es Jehová; lento para la ira, y grande en misericordia. No contenderá para siempre, ni para siempre guardará el enojo. No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen. Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.
Reflexión: ¿Puedes identificar un momento en que experimentaste la paciencia y fidelidad de Dios a pesar de tu desobediencia? ¿Cómo puedes responder hoy a ese amor con humildad y entrega?
El Señor no busca solo un día de tu semana, una ofrenda o unas horas de servicio; Él quiere todo tu corazón. Cuando le entregamos todo nuestro ser, nuestra vida se alinea con Su voluntad y experimentamos una relación más profunda y transformadora. Reservar áreas de nuestro corazón nos lleva a la mediocridad espiritual y a la insatisfacción, pero rendirnos completamente a Dios nos permite vivir en plenitud y gratitud, amando lo que Él ama y participando activamente en Su obra. [38:21]
Mateo 22:37-38 (RVR1960)
Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento.
Reflexión: ¿Hay áreas de tu vida que aún no has rendido completamente a Dios? ¿Qué pasos concretos puedes dar hoy para entregarle todo tu corazón?
Hoy reflexionamos sobre el último capítulo de Jonás, un libro que nos confronta profundamente con la realidad de nuestro propio corazón frente a los planes y la misericordia de Dios. Jonás, después de haber visto la salvación de Nínive, no se alegra, sino que se enfurece porque la gracia de Dios no coincide con su sentido personal de justicia. Este enojo revela algo que muchas veces también está en nosotros: queremos la misericordia de Dios para nosotros, pero nos cuesta aceptarla cuando es extendida a quienes consideramos indignos.
Dios, en su paciencia, no solo permite que Jonás exprese su enojo, sino que lo confronta y lo expone. Usa una simple planta para mostrarle a Jonás lo que realmente valora: su propia comodidad por encima de la compasión por los demás. Así, Dios revela que muchas veces nuestro gozo y nuestra satisfacción dependen de circunstancias pasajeras y no de su voluntad o de su amor. Cuando la planta desaparece, también se va el gozo de Jonás, mostrando cuán volátil es la alegría que se basa en lo temporal.
El Señor no deja a Jonás en su enojo, sino que lo confronta con preguntas que buscan provocar un autoexamen: “¿Haces bien en enojarte? ¿Tienes más compasión por una planta que por una ciudad entera?” Estas preguntas no son solo para Jonás, sino para cada uno de nosotros. ¿Qué ocupa el primer lugar en nuestro corazón? ¿Amamos lo que Dios ama, o preferimos nuestra comodidad, nuestros planes y nuestra justicia personal?
Dios no confronta para destruirnos, sino para alinearnos con su corazón. Su gesed —ese amor fiel, paciente y comprometido— permanece incluso cuando somos necios, rebeldes o egoístas. Él sigue tocando la puerta de nuestro corazón, esperando que le entreguemos no solo un día, no solo un servicio, sino todo nuestro ser. Hoy es un llamado a examinar si realmente amamos lo que Dios ama, si estamos dispuestos a dejar de lado nuestro enojo, nuestra comodidad y nuestras preferencias para abrazar la compasión, la gracia y la misión de Dios.
Jonás hermano no estaba enojado por el pecado de Nínive. Jonás estaba enojado porque la misericordia de Dios no coincide con su justicia personal. Por eso está enojado Jonás, porque sus planes van en contra de los planes de Dios, no por el pecado de Nínive. Su enojo es contra Dios, directamente contra Dios. Él prefería verlos destruidos que arrepentidos. [00:10:32] (29 seconds) #MisericordiaVsJusticia
Claro, queremos que Dios nos ame, queremos la gracia de Dios, queremos el beneficio del Señor y en todo momento queremos la bendición de Dios, pero cuando el Señor bendice, cuando el Señor suple, cuando el Señor da gracia, cuando el Señor da misericordia a personas que nosotros creemos que no lo merecen, entonces ahí estamos en contra de Dios. [00:11:17] (21 seconds) #BendicionParaTodos
A veces, hermano, piensa en esto, a veces no nos molesta el pecado, lo que nos molesta es la gracia. A mí no me molesta lo que hagan los demás, a mí que hagan su vida con lo que quieran, como dicen, que hagan un cacahuate de su vida, él sabe, él es adulto, él sabe, pero cuando Dios viene y trae restauración, entonces ahí sí nos paramos en 20 uñas. [00:12:44] (28 seconds) #LaGraciaNosMolesta
Qué egoísta, qué egoísta pensar así, qué egoísta llegar a pensar que el Señor nos debe tantas cosas, qué egoísta llegar a pensar y decir ya me toca Señor, ya me toca una buena racha, prueba tras prueba tras prueba, ya estoy cansado. Nosotros no merecemos nada de Dios. Si Dios te bendice, si Dios te da, si Dios te calma la tormenta, es únicamente porque Él es un Dios amoroso, no porque lo merezcamos. [00:19:13] (39 seconds) #NoMerezcoNada
No busques la comodidad en el evangelio, no busques la comodidad en la iglesia, porque puede estar muy a gusto venir cada ocho días, sentarnos, escuchar, ah, estuvo muy suave, ahí nos vemos, ahí nos vemos el otro domingo, si bien nos va, va, ahí nos vemos el mes que entra. Hermano, no busque la comodidad, no busque la comodidad porque Dios puede usar un pequeño gusano para interrumpirle su eterno descanso. [00:21:08] (42 seconds) #NoBusquesComodidad
Cuando Dios viene y pregunta a Jonás o a cualquier personaje es porque quiere que nosotros mismos nos autoexaminemos qué es lo que está pasando en nuestro interior. Entonces Dios le pregunta a Jonás y le dice, hey ¿crees que está correcto que te enojes de esa forma? ¿Tienes más compasión por una planta que por una ciudad entera? ¿Te importa más tu comodidad que las almas? [00:29:38] (30 seconds) #PriorizaADios
Dejamos las cosas de Dios, dejamos a Dios mismo por atender nuestros asuntos allá afuera, cuando se supone que Dios tiene que ser primero en nuestra vida. Dice la Biblia que el que ama padre o madre o hijo o hija más que a Dios es indigno de Dios. ¿Qué estás amando tú antes que a Dios? ¿Qué está en tu corazón antes que Dios? ¿Tu trabajo? ¿Tu familia? ¿Tus amigos? ¿Tus hobbies? ¿Tu dinero? [00:31:45] (35 seconds) #ConfrontacionConAmor
El que Dios sea paciente y sea misericordioso conmigo no quiere decir que no irá atrás de mí. No porque Dios me tenga mucha paciencia me va a dejar que haga lo que yo quiero. Bueno, está bien, entonces luego lo arreglo. El Señor va a ir tras de mí en todo momento, no va a dejar que haga lo que se me antoje. Si tiene que mandar a un gran pez que vaya y me rescate, Él lo va a hacer. [00:35:33] (32 seconds) #AmaLoQueDiosAma
Evitemos llegar al punto en el que el Señor tenga que estrujar nuestra vida para que nosotros pongamos atención. El Señor nos ha estado recordando que Él constantemente está detrás de nosotros. Dice su palabra, yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta entraré a Él. Este versículo no es para salvar nuevas almas, este versículo es para la iglesia, es para los que ya conocemos a Cristo. [00:41:44] (37 seconds) #MomentoDeHumillacion
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